Rav Arie Natan
Visiones

Parashat Bemidbar

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El libro Bemidbar, el cuarto de los cinco que conforman el Pentateuco, comienza con un tema que le dará el cariz central de los contenidos que nos enseña, el censo de Israel en el desierto, censo que se repetirá nuevamente casi al final del libro, razón por la cual los sabios han denominado también a este libro con el nombre de el libro de las cuentas. Su primera parashá cuyo nombre es el mismo del propio libro, Bemidbar, consta del tema principal del censo y además de la distribución de Israel en el desierto y parte de las funciones y de la distribución de los levitas dentro del campamento.

Sobre la disposición de las tribus dentro del campamento, la Torá nos relata que en función de los viajes que deben realizar, todas las tribus fueron divididas en cuatro secciones, de tres tribus cada una, siendo que cada uno de estas secciones ocupa una de las direcciones del espacio. Además para esta distribución fueron establecidas doce diferentes banderas, cada tribu recibió un pendón con emblemas que los identifican y así su identidad es resaltada dentro de todo el campamento; como fueron dispuestas en grupos de a cuatro, dentro de cada uno de los grupos la bandera de una de las tres tribus sería el estandarte principal que identificaría a esta dirección espacial con los contenidos trascendentales que proyectan las tribus y sus emblemas. El orden de esta distribución sigue el recorrido del sol dentro de la tierra de Israel, donde emerge por el oriente, se dirige al sur donde encuentra su punto más alto, para luego declinar en el poniente; de esta manera el norte nunca es visitado por la luz del sol, y esto es relevante no solo a nivel cosmológico, sino también a niveles de mayor profundidad tanto moral como espiritual, por tratarse de un lugar \"oscuro\". Así nos enseñan los maestros: \"este mundo se parece a una exedra (una columnata) cerrada por completa en tres de sus lados, pero abierta (no protegida) al lado norte\" (Baba Batra 25ª); y de un modo explícito declara el Midrash: \"el norte ? de allí la oscuridad sale al mundo\" (Bemidvar Raba 2,10). La distribución del campamento sigue este orden, siendo el primer grupo ubicado al oriente, el segundo al sur, el tercero al poniente y el cuarto al norte.

Así, en el primer grupo se ubicó la tribu de Yehudá, cuyo liderazgo es reconocido dentro de los hijos de Yaakov como el rey y a él le corresponde situarse en el lugar de donde sale la luz material al mundo, como una forma de expresar el sentido espiritual que debe guiar al rey del Israel, la luz para la naciones, y por este motivo el pendón de Yehudá es el emblema que identifica a todo esta primera sección. Junto a él viajaban la tribu de Isajar, símbolo del estudio abnegado de la Torá, y la tribu de Zevulún quien ostentaba la riqueza material al servicio de fines espirituales elevados; esto lo encontramos en el acuerdo que hubo entre ambos hermanos: mientras que uno de ellos se dedicaba solamente a estudiar Torá (Isajar), el otro (Zevulún) lo mantuvo con su trabajo y así recibió también parte de la Torá estudiada por su hermano. Estas tribus son la vanguardia del campamento y en todos los viajes, marchaban primeros.

El segundo grupo de tres tribus lo constituyen, la tribu de Reuvén, el primogénito de Israel, y junto a él Shimón y Gad, estas tribus son representantes de tres conceptos que se proyectan precisamente hacia el sur del mundo, el punto de mayor luminosidad, Reuvén como símbolo de arrepentimiento es acompañado por Gad quien ostenta fuerza física y temple, ambos necesarios para enfrentar el error y cambiar, mientras que Shimón en medio de ellos para poder mantenerse en equilibrio, mantenimiento necesario para la continuidad del mensaje de la Torá. La bandera de este grupo era la de Reuvén, él los dirigía siendo el primero de ellos en marchar en el momento de viajar.

El tercer grupo, ubicados en el poniente, eran los hijos de Rajel, representados por los dos hijos de Yosef, Efraim y Menashé, y por Biniamín, siendo el estandarte de Efraim el líder de esta sección. El poniente es el lugar donde la fuerza del día se mezcla con los momentos primeros de la noche, para poder sobreponerse a estos instantes es necesario la fuerza natural del toro, símbolo de Yosef y sus hijos, como un emblema de la presencia de Hashem en cada uno de los detalles de nuestra vida natural. De tal modo los maestros han declarado que la presencia divina nunca se ha movido del poniente.

En el norte, de donde la oscuridad sale al mundo, fueron ubicadas las tribus de Dan, de Asher y de Naftalí. Esta sección viajaban en la retaguardia, con la bandera de Dan como pendón distintivo; las ideas que se proyectan de este grupo son en cierto sentido negativas y expresan debilidades que fue necesario amortiguar con la presencia de estas tribus, así si bien dentro del territorio de Dan mucha idolatría fue practicada, el hecho que la tribu de Asher y Naftalí lo acompañen hizo que se iluminara algo la oscuridad causada por los ídolos.

Sobre las banderas del campamento, sus significados emblemáticos y la trascendencia de sus signos han enseñado los sabios en múltiples lugares, sin embargo hay un Midrash que puede aproximarnos en forma esencial al sentido de estos emblemas. En Shir Hashirim 6,10 se declara: \"¿Quién es esta que se observa como la aurora?, las naciones del mundo estaban observando las grandes virtudes de Israel y su prestigio delante del Creador y se sorprendieron, entonces les dijeron otro versículo de Shir Hashirim: \"¡Vuelve, vuelve Shulamit...!\", cuya intención fue invitarlos a convivir con ellos y a cambio las naciones del mundo darían a Israel honores y gloria, los harían gobernantes y administradores, etc... Sin embargo, Israel les respondieron: \"Qué es lo que ven en Shulamit, acaso es la distribución de los campamentos\" Es decir, qué tipo de grandeza pueden ustedes ofrecernos y que honor y distinción pueden ustedes darnos, tal vez tienen ustedes alguna grandeza comparable con la que nos otorgó el Creador: \"la bandera del campamento de Yehudá en el oriente...\". El comentarista Kelí Yakar hace la siguiente pregunta a la luz de este Midrash: \"cada persona inteligente de seguro que se sorprenderá, qué tipo de ruido tumultuoso es este, por qué la voz de la cuidad se agita por algo así (o sea qué significado tan profundo observa Israel en sus banderas, de modo tal que rechaza cualquier otra distinción)\".

La explicación de este Midrash puede contemplar dos posibles respuestas a la pregunta del comentarista citado, por un lado nos enseña el Najmánides en su comentario a la Torá, basándose en Bemidvar Rabá 2,9, que el Creador creó las cuatro direcciones del espacio con todos los significados espirituales, del mismo modo que cuatro \"animales\" rodean en cuatro direcciones su trono, así cuatro grupos tenía el campamento de Israel. Sobre los cuatro animales se asienta el trono divino y con respecto a esta distribución le ordenó a Moshé que distribuyera las banderas, en el oriente que de allí sale luz al mundo, estará Yehudá cuya bandera llevaba puesto su símbolo que es el león, así como en el trono al lado delantero había una imagen de un león; en el sur Reuvén, cuyo pendón tenía una mandrágora dibujado, corresponde a la imagen de la cara del hombre grabado en el lado sur del trono divino; al poniente los hijos de Yosef con sus emblemas corresponden en el trono a la imagen del toro y finalmente en el norte las tribus representaban la imagen del águila en el trono del Creador. Es decir este orden que la Torá nos presenta del campamento de Israel está detalladamente referido con respecto al trono Divino, es decir que Israel sobre la tierra son lo que los animales sagrados ubicados a los lados del trono; por lo tanto si las naciones del mundo quisieron ofrecer grandeza a Israel, estos respondieron que no hay grandeza mayor que ser el trono de Hashem en el mundo; Israel con sus banderas y con la disposición del campamento son la manifestación de la presencia divina sobre la tierra, simplemente un honor insuperable.

Existe además un Midrash que enseña que en el momento que Israel recibieron la Torá, en ese gran instante en que se escuchó la voz del Creador, todos los cielos se abrieron y los sabios maestros estudiaron que entonces bajaron los ángeles para observar al pueblo que durante el día alaban a Hashem y que ahora se aprestaban a recibir la Torá y empezar a cumplirla. Este Midrash nos declara que el aspecto de los ángeles que ellos vieron, era el de una bandera; es decir cada ángel se distinguía a visión humana como si fuera una bandera y todos ellos eran ondas, ondas. Es decir que la grandeza que Israel percibe en sus banderas radica en el hecho que en cada una hay un símbolo de cada tribu entregado por el propio Yaakov antes de morir, y el honor de poseer un emblema es tan profundo que es como tener el mundo espiritual junto al campamento, por este motivo Israel rechaza el honor de los otros, ya que este honor de tener ángeles en forma de banderas es querido y muy apreciado por todo Israel.