Rina Levi
TANAJ

Sefer Iehoshua-3

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El Libro de Iehoshúa

Primera tercera parte

Capítulos 15:1 - 23:16

Desde el capítulo 15 al 19 se cuentan la repartición de la tierra de Israel a las tribus, así como lo vemos en los mapas a continuación

Capítulo 20:1 - 23:16

Luego Iehoshúa habló con Di-s Quien le dijo: \"Habla con los hijos de Israel y diles que designen para ellos ciudades de refugios de las cuales yo he hablado a Moshé, para que un asesino que ha matado por accidente y sin saber, pueda huir. Será un refugio para ustedes de cualquier familiar del asesinado que querrá vengarse. El asesino se escapará a estas ciudades y estará en la puerta de la ciudad. Él le contará a los sabios de la ciudad el caso y ellos lo tomarán y llevarán a la ciudad y le darán allí un lugar en donde vivir. Y si el que quiere vengarse lo persigue hasta allí, ellos no le entregarán al asesino pues él mató a su amigo sin intensión, pues no lo odiaba antes de eso. Entonces, él estará en la ciudad hasta que pueda ir a juicio ante la corte, hasta la muerte del Cohen Gadol que vivirá en esos días. Entonces el asesino retornará a su ciudad y a su casa de donde escapó\".

Y estas fueron las ciudades de refugio: Kadesh, Golán, Ramot Gilead, Shejem, Bezer, Jebrón.

Sólo con dos condiciones la persona podía acceder a estas ciudades:

1. Que haya matado accidentalmente.

2. Sin ningún conocimiento. Esto significa que ella no hizo ningún acto que pudo haber causado un daño.

Por ejemplo: una persona que tira piedras en medio de la calle. Ella no quiere matar a nadie, pero ella sabe que si alguna de esas piedras llega a caer sobre la cabeza de alguien puede llegar a matarlo o herirlo, por lo tanto en caso de que ocurriese no se le es permitido entrar a la ciudad de refugio.

¿Por qué tenía que esperar hasta la muerte del Cohen Gadol para ser liberado? Porque los dos no podían convivir al mismo tiempo. Pues el Cohen Gadol traía la pureza, la presencia de Di-s, al pueblo mientras que el asesino la sacaba, y entonces eran incompatibles uno con el otro.
También, puesto que el asesinato era una demostración de que los rezos del Cohen Gadol no fueron suficientes como par proteger al pueblo de ese pecado.


Por otro lado, la muerte del Cohen Gadol servía como expiación para el pecado cometido, pues la muerte de los justos siempre es expiación para el pueblo. Y también la muerte de él servía como consuelo para la familia del asesinado, pues si alguien tan justo como él moría, entonces ellos se consolaban por la muerte de su ser querido.

Y luego los jefes de las familias de los Levitas se acercaron a Elazar el Cohen Gadol y a Iehoshúa y a los jefes de las familias de las tribus. Ellos hablaron en Shiló diciendo: \"Di-s ordenó a través de la mano de Moshé que se nos de ciudades para vivir en ellas y para que nuestros animales pastoreen\". Entonces los hijos de Israel le dieron a los levitas de su herencia de acuerdo a la palabra de Di-s, estas ciudades.

Los levitas no tenían tierras propias, pues la función de ellos era enseñar Torá, y ser los jueces del pueblo, además del servicio a Di-s en el Templo. Entonces debían estar esparcidos por toda la tierra. Es por eso que Di-s les designó ciudades por toda la tierra.

Entonces Di-s le dio a Israel de la tierra que había prometido a los patriarcas y ellos tuvieron descanso y nadie se levantó en contra de ellos. Nada les faltaba de todo lo bueno que Di-s dijo que les daría.

 

Las Diez Condiciones de Iehoshúa

Cuando Iehoshúa repartió la tierra decretó que el pueblo acepte diez condiciones sobre ellos.

1. Todos los judíos tenían permitido pastorear sus animales en los bosques. El propietario de un bosque no tenía derecho a excluir a cualquiera que quería pastorear a sus animales allí. Pero esto sólo se aplicaba a animales pequeños como ovejas, cabritas. Y sólo se aplicaba a bosques grandes y con mucho pasto, y no a bosques con árboles jóvenes y finos que podían ser dañados.


2. Cualquiera podía juntar pasto y leña en los campos. Sin embargo, sólo se aplicaba a palos finos que no tenían valor y a ramas que aún estaban pegadas a los árboles o arbustos y estaban con vida. No se podía sacar ramas que se habían cortado o secado, incluso que estaban pegadas pues tenían mucho más valor porque podían ser sacadas más fácilmente que las otras. Tampoco podían juntar pasto de campos plantados con fenegreco, que es una planta que se siembra para comida de animales, y crece mejor cuando tiene alrededor pasto.


3. Todos los judíos podían cortar ramas de los árboles de los otros para plantarlos en sus campos. Esto se aplicaba con todos los árboles menos el olivo y la vid, pues esto necesita que quede un poco de la rama para seguir creciendo.


4. El agua de los manantiales podía ser usada por todos los habitantes de la ciudad, y no sólo por la persona de donde el manantial fluía. Pero personas de otra ciudad no podían usar el agua.


5. El mar del Kineret, a pesar de que estaba en la porción de Naftalí, todas las tribus tenían derecho a pescar allí. Lo único que no se podía hacer era enterrar palos para atar redes de pesca pues interfería con el tráfico de barcos, y solamente la tribu de Naftalí podía hacerlo.


6. La persona podía hacer sus necesidades detrás de un muro de un campo incluso que el campo estaba plantado con flores aromáticas y eran muy valiosas. También podía usar una piedra del muro para limpiarse.


7. Las personas podían usar el camino que pasaba a través de los campos privados. Estos caminos estaban abiertos al público desde el tiempo que la cosecha terminaba hasta las lluvias fuertes del invierno que el suelo se embarraba.


8. Si una calle se embarraba mucho y el camino no era apto para caminar, las personas podían caminar por los lados incluso que era un lugar privado.


9. Si una persona se perdía en un viñedo, él podía cortar para hacerse paso y así salir de allí, siempre y cuando pague luego por los daños cometidos. De todas maneras, en otras circunstancias estaba prohibido dañar la propiedad de otro, incluso que uno planeaba pagar el daño.


10. Si una persona moría en un campo, el suelo en donde ella estaba pasaba a ser de ella. Era enterrada allí en donde murió. Y el dueño del campo no podía mover el cuerpo. Sólo si moría en la calle o en la ciudad su cuerpo era sacado y llevado al cementerio, pues era muy inconveniente tener una tumba en lugares públicos, donde las personas pasaban constantemente y algunos podían impurificarse accidentalmente.

Luego Iehoshúa llamó a los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Menashé y les dijo: "Ustedes han cumplido con todo lo que Moshé les había pedido y han escuchado mi voz en todos estos años y no han abandonado a sus hermanos. Han cumplido con los mandamientos de Di-s. Entonces ahora que sus hermanos están asentados, regresen a sus tiendas, a su tierra y sus posesiones que Moshé les dio del otro lado del Jordán, pero sean muy cuidadosos de cumplir con los mandamientos de Di-s. Los bendijo y los envió."


Ellos llegaron al área del Jordán que está en la tierra de Quenaan y allí los descendientes de Reuben y de Gad y la mitad de Menashé construyeron un altar en el Jordán, un altar monumental.

Los hijos de Israel escucharon de eso y toda la congregación se juntó en Shiló para ir en ejército contra ellos. Entonces los hijos de Israel enviaron a Pinjás ben Elazar el Cohen Gadol a los descendientes de Reubén, Gad y la mitad de Menashé, a la tierra de Gilead y diez líderes fueron con él, uno de cada familia. Y llegaron hasta ellos y le preguntaron qué es lo que hacían, cómo podían rebelarse en contra de Di-s, y que si ese era un lugar malo y los influenciaba para mal, entonces que ellos le harían lugar en la tierra que Di-s les dio para que ellos se unan.

Y los descendientes de Reuben, Gad y mitad de Menashé, les dijeron que eso no era una altar para ofrecer sacrificios y menos en contra de Di-s. Ese altar era solo como recordatorio para que los hijos de las tribus no se olviden de sus hijos, y el día de mañana no los desprecien y los priven de servir a Di-s. Entonces, si eso ocurriere, los hijos de ellos podrán decir que sus padres hicieron una réplica del altar como testimonio de que ellos pertenecen al mismo pueblo. Pinjas y sus acompañantes encontraron bien esto y los bendijeron y regresaron a la tierra y reportaron todo y los hijos de Israel encontraron bien esto y no salieron a la guerra.

Pasaron muchos años después de que Di-s les había dado descanso a Israel de sus enemigos, e Iehoshúa era anciano y estaba entrado en años. Iehoshúa llamó a todo el pueblo de Israel, sus ancianos, sus líderes, sus jueces y sus oficiales, y les dijo: \"Yo ya estoy viejo y entrado en años. Ustedes vieron todo lo que Di-s ha hecho a todas las naciones por ustedes, pues fue Di-s el que luchó por ustedes. He aquí que yo les he asignado a ustedes lo que resta de estas naciones como porciones para sus tribus, desde el Jordán hasta el Gran mar donde se pone el sol. Y Di-s les dará estas propiedades a ustedes así como Él ha prometido.

Entonces, fortalézcanse mucho, para cuidar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moshé y no se desvíen ni a la derecha ni a la izquierda. Y no se mezclen con las otras naciones que quedaron entre ustedes y ni siquiera mencionen los nombres de sus dioses ni juren por ellos, ni sirvan a ellos ni se prosternen ante ellos. Sino que acérquense a Di-s así como han hecho hasta ahora. Di-s ha echado grandes y poderosas naciones de ante ustedes. Nadie puede enfrentarse a ustedes hasta este día. Uno de sus hombres persigue a miles de ellos, pues es Di-s es el que lucha por ustedes. Es por eso que deben ser muy cuidadosos en amar a Di-s, por sus propias almas. Puesto que si se desviarán, y se acercarán a las otras naciones y se casarán con ellas, y se mezclarán con ellas, sepan sin ningún lugar a dudas que Di-s no seguirá apartando a estas naciones de ustedes. Y ellas serán como trampa y los rodearán y serán como espinas en sus ojos hasta que serán echados por ellos de esta buena tierra que Di-s les ha dado.

Y he aquí que hoy yo sigo el camino de toda la tierra, pero ustedes saben con todo su corazón y toda su alma todo lo bueno que Di-s les dijo, nada quedó sin ocurrir. Todo vino a ustedes, ni una sola cosa dejó de ocurrir. Pero así como todas la cosas buenas que Di-s les dijo ocurrieron, así también Di-s traerá sobre ustedes todo lo malo, hasta destruirlos en esta buena tierra que les dio, si ustedes rompen el pacto de Di-s y sirven a otros dioses.

 

Resumen y Comentario sobre algunos libros del tanaj