Rav Baruj Mbazbaz
Actualidad

Parashat Pinjas

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Nuestra parashá nos relata la orden de D'os de censar nuevamente a cada una de las tribus del pueblo de Israel, esta vez para establecer la conformación interna de cada tribu con la finalidad de repartir la tierra de Israel de acuerdo a sus integrantes.

Luego, D'os le dice a Moshé: "Sube al monte Haabarim, éste, y observarás la tierra que le entregué a los hijos de Israel. Y la observarás y te unirás a tu pueblo (morirás) también tú, como se unió tu hermano Aharon. Porque no acataron Mi pedido, en el desierto de Tzin, en la disputa de la congregación, para santificarme mediante las aguas ante sus ojos; ellas son las aguas de la contienda de Kadesh, en el desierto de Tzin" (Bamidbar 27:12-14).

La orden que D'os le dio a Moshé fue muy clara: había llegado el momento en que Moshé tenía que fallecer. A pesar de las quinientas quince tefilot que hasta ese entonces Moshé había rezado para poder ingresar a la tierra de Israel, la sentencia de D'os no cambió.
Por este motivo, D'os le pide que suba a un monte desde el cual podría divisar la tierra de Israel, para que tan sólo la conociera desde lejos.

El último versículo que transcribimos nos explica el motivo por el cual D'os no le permitió ingresar a la tierra.

En un momento en el cual el pueblo de Israel transitaba por el desierto de Tzin, comenzó a faltar agua para beber, e impacientemente, los hijos de Israel se acercaron a Moshé y a Aharón para pedirles que les dieran agua. Obviamente, el milagro que tenía que ocurrir para que más de 2 millones de personas tuvieran agua para beber, no era insignificante.

Entonces, D'os le ordenó a Moshé que junto con todo el pueblo, se acerque a una roca, y le hable a esa roca pidiendo que emane agua. En ese momento D'os haría el milagro de que la roca satisfaga la necesidad vital de todo el pueblo.

Moshé y Aharón reunieron a todos frente a la roca, pero en lugar de hablarle, Moshé la golpeó con su bastón dos veces, y de la misma comenzó a fluir grandes cantidades de agua.

La pregunta es: ¿Qué relación existe entre la acción de Moshé y de Aharón, y el castigo que recibieron de no poder entrar a la Tierra de Israel?

Para responder, primero tratemos de imaginar el impacto que habrá causado en los corazones de toda esa gente ver un milagro semejante. En pleno desierto, bajo un sol radiante, Moshé golpea una roca, y de ella comienza a salir agua. Seguramente, el recuerdo de haber visto una vez más cómo D'os le dio a Moshé el poder para hacer un milagro tan grande, no sería fácilmente olvidado por todos los que lo presenciaron.

Pero si analizamos le reprimenda de D'os a Moshé, veremos que puede llegar a existir otro punto de vista acerca de la misma situación. D'os le dice a Moshé y a Aharón que ellos no santificaron Su Nombre ante los ojos del pueblo de Israel. La intención del versículo no es decir que su acción no impactó al pueblo, sino aclarar que si ellos hubiesen acatado exactamente la orden de D'os, hablándole a la roca, el milagro hubiese sido más grande, y en consecuencia la fe del pueblo en D'os hubiese crecido mucho más, santificándose Su Nombre en mayor medida.

Sin embargo, ahora surge otra pregunta: ¿Por qué D'os hace tanto hincapié en cómo fue hecho el milagro? ¿Acaso Su voluntad finalmente no se llevó a cabo?

Para responder a esta pregunta tenemos que entender cuál es la función del "milagro", y cuál es la definición de esta palabra.

Si le preguntáramos a la gente qué consideran ellos que es un milagro, la mayoría responderá que es un hecho o un suceso fuera de lo común, algo que está más allá de las leyes de la naturaleza.

Sin embargo, desde el punto de vista del judaísmo, realmente la naturaleza misma es un gran milagro, comenzando por toda la composición del reino animal, mineral o vegetal, y concluyendo por el cuerpo humano con sus complejos sistemas. En palabras de Iob: "Desde mi cuerpo puedo ver a D'os".

Pero si esto es así, ¿por qué entonces no valoramos todos los milagros de la naturaleza como es debido? ¿Acaso los podemos ignorar?
No. Pero a pesar de que es imposible ignorarlos, la costumbre nos lleva automáticamente a considerarlos como algo normal y cotidiano, y les quitamos valor.

Cuando D'os decide realizar un milagro para nosotros, éste estará fuera del contexto habitual en el cual nos movemos. La intención es despertar dentro nuestro la fe en Él, mediante la meditación acerca de la grandeza del milagro y Quién lo realizó. Es decir que el impacto que siente la persona cuando lo ve, tiene que llevarlo a incrementar su fe en D'os.

Por este motivo, D'os castigó a Moshé y Aharón, haciendo hincapié en que al golpear la roca en lugar de hablarle, ellos no santificaron Su Nombre como podían haberlo hecho, para incrementar aún más la fe del pueblo en D'os.

Hoy en día, no tenemos el mérito de ver comúnmente milagros que trascienden el marco de lo natural, como los que veían nuestro antepasados en el desierto, pero cada uno de nosotros, en su vida particular, quizás pudo sentir alguna vez que le ocurrió un milagro. Esos momentos tienen que ser aprovechados para incrementar nuestra fe en D'os, que es Quién nos hace ese milagro, para recordarnos que todo está manejado por Él.