Adaptación Rav Gabriel Guiber
Yom Kipur

Yom Kipur

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IAAKOV AVINU o GENGISKAN

Hay una Guemara muy conocida en el tratado de Rosh Hashana (hoja 16b): dijo rabi Jrospeday, en nombre de rabi Iojanan: tres libros se abren en el día de Rosh Hashana: uno, el de los que son absolutamente malvados, otro, el de los que son absolutamente justos, y el tercero, el de los que no entran en ninguna de las dos clasificaciones, están en el medio...

Las personas que tienen el mérito de ser totalmente justos son escritos y sellados inmediatamente en el libro de la vida, los que lamentablemente son clasificados como totalmente malvados inmediatamente son escritos y sellados para la muerte, y los intermedios, quedan “colgados” y parados desde Rosh Hashana hasta Iom Hakipurim, si tienen méritos son escritos para la vida, y si no, lo alenu, serán escritos para la muerte..., una Guemara muy conocida...

Saquemos conclusiones, dice el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita, la persona que reúne suficientes méritos para ser considerado “justo”, es inscripta y sellada de inmediato para la vida, y el que está en el polo opuesto, Hashem nos guarde, un malvado con todas las letras, lo inscriben y lo sellan para la muerte, entonces se me ocurre preguntar, ¿cómo murió el Rambam?, ¿alguna vez no fue cien por cien justo?, ¿cómo murió rabi Shimon bar Iojai?, ¿alguna vez dejó de ser justo?, ¿alguna vez fue inscripto para la muerte?!!! Dijimos que los que son justos son inscriptos para la vida, ¿cómo es posible que el Rambam haya muerto?...

Y tengo otra pregunta: hay uno por ahí, no sé si escucharon hablar de él alguna vez, lo llaman ajmandanishad (no podemos escribirlo usando mayúsculas), en Rosh Hashana del año pasado, 5768, fue cien por ciento justo, ¿fue inscripto para la vida?, ya que vemos que llegamos a Rosh Hashana 5769 y todavía está vivo..., y tampoco quiero recordar, prosigue rabi Shlomo, a tantas personas de nuestro pueblo, que seguro que no entran en el grupo de los justos del pueblo de Israel, y, sin embargo, vemos que siguen viviendo..., entonces, ¿cómo funciona este sistema?

Esta pregunta la formula el Tosafot, está escrito en el primer capítulo de la Guemara en el tratado de Kidushin, hoja 39b: la persona que tiene más méritos que pecados, se compara con quien quema toda la Tora y no deja en pie ni siquiera una letra, y el que tiene en su haber más pecados que méritos, se compara con el que cumple toda la Tora, y no le falta una sola letra...

Absolutamente al revés!!! Está escrito en la Guemara, y si así está escrito, así debe ser, y viendo la realidad, esto es lo que vemos...

Siendo joven estudié esta Guemara y no la entendí, pregunté, ¿cómo es posible? Vemos personas justas, que practicamente “viven” en el Beit Hakneset, en el Beit Hamidrash, todo el día rezando, estudiando, personas justas, y, Hashem nos guarde, los vemos enfermos, en la absoluta pobreza, y, en el otro extremo, vemos a todos los “políticos”, siempre sanos, sonrientes, mostrando sus dentaduras perfectas..., ¿cómo puede ser que nunca les pase nada?

Dice el Tosafot: todo lo que dijimos que los justos para la vida y los malvados para la muerte, se refiere a la vida en el Olam Haba!!!

Ahora está un poco más claro, se decreta a una persona justa la vida eterna para el mundo venidero, porque, tiene más méritos, pero, ¿qué hacemos si también tiene pecados?, Hakadosh Baruj Hu “cierra su cuenta” en este mundo, y parece que este hombre, pobre hombre, está quemando toda la Tora sin dejar una letra en pie!, así parece, pero en verdad, está soportando ahora los sufrimientos porque en un tiempo llegará al mundo venidero y allí recibirá todo el Gan Eden!!!

¿Y qué ocurre con el que tiene más pecados en su cuenta? Recibe el Gueinom para la eternidad, lo alenu, pero, como cumplió en la vida algunos preceptos, hizo alguna que otra buena acción, por eso, lo vemos aquí en este mundo, “disfrutando de la vida”, como que hubiera cumplido toda la Tora sin dejar de cumplir una sola letra!, y así parece...

Ahora, prestemos atención, sabemos que en hebreo hay diferencia entre “amira” y “dibur”, en castellano lo traducimos igual: “decir”, pero en la lengua sagrada, amira es decir en un todo suave y dibur suena con más energía, como una orden.

Estuve en Francia hace unos años, y me llevaba de un lado a otro en su coche, el conductor del rabino principal de Francia, el rab Sitruk. Este hombre, oriundo de Tunez, llamado Moshe Mamo, en uno de los viajes me contó lo siguiente: Hakadosh Baruj Hu le dice a Abraham Avinu, te voy a someter a diez pruebas, una de ellas: salí de tu tierra, de donde naciste..., ¿esta es una prueba? Veamos, un hombre está allí, sin hijos, sin plata, sin honores, viene Hashem y le dice, andá a otra tierra, te voy a dar hijos, plata, serás un hombre importante..., ¿por qué no va a ir?, ¿dónde está la prueba?

El versículo dice: “vaiomer”, Hashem le dice a Abraham en un tono suave, que vaya a la tierra que le indicará, le dará hijos, riqueza, importancia... y después está escrito: y fue Abraham a la tierra que Hashem le dijo, “diber”, ¿dibur o amira?, ¿por qué ahora el versículo cambia la forma?

Muy simple, le dijo Moshe Mamo al rab Levinstein: cuando Hashem le habla a Abraham y le asegura todas las cosas que le promete, usa el lenguaje “amira”. Pero Abraham Avinu no era un hombre cualquiera, era un hombre justo, cuando Hashem le dice que vaya a otra tierra, se va, sin importarle ninguna de las garantías que Hashem le asegura, simplemente porque Hashem se lo ordena, por eso, la acción de ir sin garantías es como si hubiera escuchado “dibur” y no “amira”.

Esto sirve como introducción a lo que leímos ahora mismo, en Rosh Hashana: “Hashem recordó a Sara como dijo” (amira), y a continuación, “Hashem le hizo a Sara como dijo” (dibur). Otra vez la aparente contradicción, ¿amira o dibur?

Dijo el Jatam Sofer: la segunda esposa de Abraham, Agar, se conducía en forma despectiva hacia Sara Imenu, al fin de cuentas, era la sirvienta de Sara, pero ahora, que tuvo un hijo con Abraham, se creía importante, más importante que Sara. ¿Por qué? Porque ni bien se casó con Abraham Avinu, quedó embarazada, y decía: ¿vieron a Sara? No es igual por dentro que por fuera (Rashi), por fuera es una mujer justa y piadosa, todo el día recita Tehilim, pero por dentro, su corazón está sucio. Yo, apenas me casé con el justo quedé embarazada, ¿y ella?, setenta años que está casada, y nada..., simplemente porque no es una mujer piadosa, sólo lo parece...

Sabemos que esto no es verdad, y que Sara Imenu era realmente justa y piadosa, entonces, ¿por qué tuvo que esperar setenta y cinco años para tener un hijo y Agar apenas se casó quedo embarazada?

Dijo el Jatam Sofer: muy bien, Agar quedó embarazada enseguida, bárbaro, y, ¿quién fue su hijo? Ishmael, ¿y sus nietos?, ajmandanishad!!!, arafat!!!, gengiskan !!! Ahora podés entender lo que nosotros no entendíamos, este es el resultado de quedar embarazada tan pronto, mejor sería que no hubieran nacido, ¿qué motivo tiene Agar para engrandecerse? Engrandecerse por tener un hijo, la pregunta es ¿quién es ese hijo? O sería mejor que hubiera nacido un gato...

Sara Imenu..., de Sara nació Itzjak!, ¿y sus nietos? Iaakov, Moshe Rabenu, el Rambam, rabi Shimon bar Iojai... Oh!, para tener semejante descendencia, hacen falta setenta y cinco años de infertilidad..., con lágrimas, con miles de horas de rezos, con sufrimiento en el alma, pasando a veces vergüenza, con dolor..., así recibió a Itzjak Avinu!

Viene esta mujer, tranquila, contenta, estoy embarazada, ¡yo estoy bien!, seguro que estás bien, estás embarazada, ¿y qué?, si al final irás al Gueinom, al final nacerá gengiskan!, así pasa con el justo, en este mundo puede soportar sufrimientos, setenta y cinco años sin tener hijos, pero al final la espera el Gan Eden, esto es lo que afirma el Tosafot, la Guemara habla sobre el Olam Haba, tenemos entonces tres libros, el libro de los justos, para el Olam Haba, el libro de los malvados, al Gueinom, y este mundo puede ser totalmente al revés...

Podemos tener decretos no tan buenos en este mundo para, para que lleguemos al Olam Haba, “limpios”, ¿qué podemos hacer? Hay una “patente”, difícil de entender para nosotros...

Dice el Mesilat Iesharim, sepamos, que Hakadosh Baruj Hu “no deja pasar”, y todo el que afirme lo contrario, “que le corten los intestinos”, así está escrito... Si hicimos algo malo, ¿por qué Hashem tiene que dejar pasar?, y decimos, ¿qué le importa al Bore Olam si hicimos o no hicimos? Pregunta el Mesilat Iesharim, si decimos que Hashem no deja pasar, entonces, ¿cómo decimos que Hakadosh Baruj Hu se comporta con piedad y misericordia?

¿Deja pasar o no deja pasar? Dice le Mesilat Iesharim, deja pasar en tres ocasiones: la primera: cuando una persona peca debería recibir el castigo de inmediato, el que dice lashon hara debería quedar mudo, profana Shabat, enciende el auto, y explota!, así debería ser de acuerdo a la justicia, pero Hashem nos deja seguir viviendo, no pega enseguida, ¿qué ganamos mientras tanto?, que podemos arrepentirnos, GANAMOS MUCHO!!!

La segunda cosa que implica la aplicación de la justicia, lo mínimo que le toca a la persona que peca, es, la desaparición, veamos por qué:

¿Qué hacemos cuando vemos una cucaracha? La pisamos, la desintegramos..., ¿por qué?, ¿por qué la matamos? Digamos porque anda por la basura, porque nos molesta, en fin, es ¡asquerosa! Y si entra un gato a nuestra casa, ¿por qué no lo matamos? También es asqueroso, también anda alrededor de la basura, come basura, igual que la cucaracha. La respuesta es que matamos a la cucaracha porque nosotros somos más grandes, al gato no lo podemos “pisar”, también es grande...

Ahora, veamos, nosotros, yo!, yo y yo... Si un avión toma una fotografía de la ciudad donde estamos, ¿aparecemos en la foto? Seguro que no! Y si comparamos la ciudad con todo el mundo, tampoco la ciudad es importante. Entonces, ¿qué somos frente al Creador de todos los mundos? Menos que un poroto... Y Hashem nos ordena cumplir la Tora y nosotros decimos ¡no!, ¿qué es lo mínimo que merecemos? Un pisotón como el que le hicimos a la cucaracha, desaparecer del mundo, y Hakadosh Baruj Hu no nos hace desaparecer, nos castiga con “dulzura”, con suavidad...

La tercera cosa que implica la ley es el no tener la posibilidad de arrepentirnos, por ejemplo, una persona come un alimento no apto, pero sabroso, cuando termina de comer, dice, perdón, no lo comí... ¿qué no comiste?... ¿qué no comiste? No, no comí, no, no hice nada!!!

La ley dice que comiste, que hiciste, pero la piedad, la misericordia dice que la persona se arrepiente y Hakadosh Baruj Hu perdona. Y arrepentirse con voluntad, rompiendo las malas cualidades es como “romper” el hecho malo que hicimos!!! ¡Un milagro impresionante!

No es lógico, tres cosas no lógicas, Hashem no castiga de inmediato, cuando castiga, castiga menos de lo debido y podemos arrepentirnos, especialmente ahora, para ser inscriptos en el libro de la vida!!!

  Leiluy Nishmat   

Rina bat Matilde  A"H