Rav Daniel Travis
Para Reflexionar Juntos

EvoluciĆ³n - inferior - superior

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Evolución Superior o inferior

Superior o inferior

Así como la creación del hombre fue posterior a la creación de todos los animales y aves,  asi también las leyes específicas del hombre están escritas en la Torá después del listado de las leyes de todos los animales y aves. (Basado en Rashi, Vayikra 12,2).

La parashá de la formación del hombre se yuxtapone a la parashá de la kashrut de los animales y aves. El Midrash explica que esta posición nos enseña que el hombre es kodem (anterior)  o ajor (posterior); o está arriba, o abajo. Él es el final de la última parshá y la forma de vida mas baja, o la parte superior de la columna y el pináculo de la creación.

Todo en el mundo fue creado para beneficio del hombre. Si actúa de acuerdo con las directrices de la Torá, entonces todas las otras partes de la creación lo van a servir y lo proveerán de la alimentación, la vivienda y cualquier otra cosa que necesite. El hombre será kodem, la parte superior de la creación, donde todo lo que está debajo de él existe solamente para prever sus necesidades.

¿Qué ocurre si abandonamos la Torá y decidimos seguir a las directivas de nuestros corazones? Al utilizar nuestros talentos sólo para llenar nuestros deseos, somos inferiores a los animales que no conocen nada mejor. Esta situación se describe en la tefila, "La diferencia entre el hombre y la bestia no es nada, porque todo es vanidad".

"Klal Israel (el pueblo de Israel) es llamado Adám y las demás naciones no son llamadas Adam" (Yevamot 61 bis). El Judio recibió una neshamá que le eleva por encima del resto de la humanidad. Si no  la utiliza y protege este regalo, pasa a ser ajor, en la parte inferior de la creación, y ya no merece ser llamado Adám.

 

La Teoría de la Evolución

Los científicos afirman que el mundo tiene millones de años. De acuerdo con su comprensión, la gente comenzó originalmente como simios, y lentamente se convirtió en lo que conocemos hoy como hombre. Se ha demostrado estadísticamente que es imposible que esa selección al azar haya ocurrido - ¿cómo puede ser que personas inteligentes puedan creer en tal absurdo?

Si observamos en la historia de la humanidad, parece haber un patrón. Primero fue la edad de piedra y, a continuación, la edad de bronce, y el hombre continuamente incrementó sus capacidades haciendo uso de sus conocimientos, preocupándose en buscar una solución para sus necesidades en el mundo. Hoy en día la tecnología ha sobrepasado todos los límites y el hombre es capaz de hacer cosas que ni siquiera soñaron las generaciones anteriores.

Los científicos observaron este modelo y llegaron a la conclusión de que el mundo debe estar en un estado de progresión ascendente. De acuerdo con su comprensión al principio sólo existían formas primitivas de vida, y ahora hay seres humanos con una gran inteligencia - ¿qué pasó durante todos los años en el medio? Analizando esta tendencia de crecimiento, concluyeron de que durante este lapso el hombre debe haber sido una criatura con una inteligencia mucho menor, de ahí la teoría de Darwin de la evolución(¿?).

Klal Israel adopta un enfoque contrario. Si nos comparamos al Gaón de Vilna, a los Amoraim, Tanaim y Neviim (profetas) vemos una inmensa caída de generación en generación. Siguiendo la raíz de este patrón hacia atrás, nos lleva a concluir que debemos ser descendientes de melajim (ángeles).

Alguien que vive como un animal, ve al ser humano simplemente como otra forma de vida, y puede llegar a la conclusión de que sus antepasados fueron los chimpancés. Sólo las personas que están cerca del Todopoderoso pueden apreciar que las generaciones anteriores eran mucho mayores que lo que somos nosotros. Aunque podemos llegar a entender lo que los llevó a idear la teoría de la evolución, para nosotros es simplemente una tontería y una estupidez.

Por esta razón, el Todopoderoso creó al hombre último, en el final del sexto día. Como explica el Midrash: si actúa correctamente, se le considera el primero y el más importante, porque todo fue creado primeramente para él. Alternativamente, si imita el comportamiento de los animales, es considerado último, porque un ser humano que no puede controlarse a sí mismo, es literalmente, lo último, y podría ser peor que cualquier animal.

 

Lashón Hará

Además de su nivel de inteligencia, el hombre tiene un don que no posee ninguna otra creación. Las personas pueden hablar unos con otros, lo que les permita comunicar ideas. Esta capacidad lo hace ser similar a Dios, así como Unkelos explica el concepto de tzelem Elokim (a imagen divina), se refiere a la facultad del habla.

Después de describir la formación del hombre, la Torá nos relata  extensamente el concepto de tzaraat (lepra de origen espiritual), que es el castigo por hablar lashón hará, hablar mal de otra persona. La tzaraat comienza en su casa, y si una persona no hace teshuvá (no se arrepiente) por su lashón hará, se extiende a sus ropas. Si continuaba de esta manera, su cuerpo sería infligido por la lepra.

Está escrito en el libro el Shelah que es un error pensar que no tenemos tzarat hoy en día,. Los signos externos de esta lepra se han eliminado, pero si una persona habla lashón hará, su neshamá todavía recibirá tzarat. Cuando llegue el momento de apartarse de este mundo, quien habla habitualmente lashón hará se verá afectado con tzarat.

Hoy no hay Beit Hamikdash (templo sagrado de Jerusalem), y por tal razón no podemos traer los korbanot (ofrendas) necesario para purificarnos de esta lepra. ¿Cómo podemos liberarnos de este mal espiritual que es provocado cuando de nuestras bocas sale lashón hará? Podemos tranquilizarnos sabiendo que los korbanot eran principalmente para corregir las expresiones externas de tzarat, y que la teshuvá puede arreglar cualquier daño que nuestra lashón hará ha causado a nuestra neshamá (alma).

El Rav Moshé Shneider, el Rosh Ieshiva del Rav Shternbuch en Inglaterra, le preguntó una vez al Jafetz Jaim por qué no escribió que alguien que habla lashón hará no tiene un lugar en el mundo por venir. El Jafezt Jaim respondió que no podía darle a la gente semejante golpe. Rav Shenider entendió que si el Jafetz Jaim hubiera escrito que hablar lashón hará causa la perdida de su porción en el mundo venidero, entonces la gente se hubiera desahuciado y perdido las esperanzas, y no serían capaces de hacer teshuvá.

Lashán hará contamina todo nuestro ser. Aunque el cuidado de nuestra lengua es una tarea difícil, si nos limitamos a ejercer una pequeña cantidad de esfuerzo, el Todopoderoso nos ayudará a purificar nuestras neshamot. Y así volveremos a ser kodem, es decir, la parte superior y cúspide de la creación. ¡Que El nos ayude a lograr este objetivo!

         

Basado en una clase dictada por el Gaon Rav Moshé Sternbuch shlita Rosh Av. beit Din de Jerusalém.