Adaptación Rav Gabriel Guiber
La Hoja

No. 231-Vaieshev-2

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LA MODA EN LOS TIEMPOS DE IAACOV AVINU

“...Israel amaba a Iosef...” (Bereshit 37,3)

Lo quería más que a todos los hermanos, porque fue el “hijo de la vejez”, así nos dice el pasuk, fue el hijo que tuvo siendo más anciano y por eso le hizo y le regaló una “túnica a rayas”.

Pero la traducción de “Onkelos” nos hace una revelación, cuando el pasuk nos dice “hijo de la vejez”, Onkelos lo traduce como el “hijo sabio”.

Y, de acuerdo a esta interpretación, le resulta difícil comprender al “Ben Ish Jai” en su libro “Od Iosef Jai – Derashot”, ¿para qué una persona sabia necesita de una linda prenda?, ya que el Ben Ish Jai entiende que para una persona inteligente, las ropas no significan absolutamente nada, porque darle importancia a una vestimenta linda solamente se puede encontrar entre los niños, que todavía no saben qué es lo importante en la vida, que todavía no estudiaron lo suficiente para entender qué cosa tiene valor y qué cosa no!!!

Por eso, una persona grande, y además sabia, una persona que estudió Tora y se considera “completa”, con entendimiento y sabiduría, no puede ocuparse de “cosas de niños”...

Y en estos días, vemos con pánico, que la moda que era algo exclusivo para las mujeres, pasó a cobrar una importancia desmedida entre los hombres, los negocios ofrecen camisas con cuellos que llegan hasta la oreja o corbatas con un nudo que comienza en el hombro derecho y llega hasta el izquierdo. Y no hablemos de la moda en los anteojos. Hashem nos  salve y nos haga entender al Ben Ish Jai, por qué con tanta naturalidad lo llama cosa de niños...

Y me parece, Besiata Dishmaia, desarrolla el Ben Ish Jai, que una persona importante, que tiene la posibilidad de enseñar palabras de Tora, debe fijarse a quién enseñar. Si le enseña a personas sin “cabeza” que no saben lo que vale la sabiduría y que no entienden la importancia de la Tora, esas palabras están viajando en dirección equivocada, es como desvalorarlas, y sería mejor no sacar las palabras de la boca antes de que las palabras no tengan el destino que merecen. Pero, cuando una persona le enseña Tora a un hombre inteligente, que entiende su valor, estas palabras aumentan su valor, no como en el caso anterior que se compara a un collar de oro y piedras preciosas que adornan una prenda de arpillera...

Y lo mismo podemos encontrar al hablar de hermosas y valiosas vestimentas de seda que si las viste un hombre hermoso, revalorizarán la importancia de las ropas, ya que toda cosa que le quede bien a la persona, hará que aumente su importancia, que le dé más brillo.

Pero qué ocurre si una persona desprolija y sucia se pone hermosas prendas con oro y brillantes, simplemente veremos algo raro que provocará risas y desprecio, cuando esas mismas cosas en otra persona sí tendrían valor... Por eso, prosigue el Ben Ish Jai, el pasuk está en el lugar adecuado. Hay casos en que la ropa es linda pero la persona no la merece porque es sucia y desprolija, o podemos tener una persona limpia y arreglada con malas vestimentas, ambas situaciones tienen una grave falla. La plenitud la alcanzamos con Iosef y la hermosa túnica que le regaló el padre...

Y Iaacov Avinu era un gran sabio, y también Iosef era sabio y entendía todo lo que Iaacov le enseñaba, al punto que no sólo era considerado sabio para toda la gente, sino que además, el mismo Iaacov consideraba que su hijo Iosef era sabio. Y esto le daba una gran satisfacción a Iaacov, el saber que tenía a quien transmitirle su gran sabiduría, alguien que podía alcanzarla y que conocía cuánto valía. Y lo amaba porque encontró en él la persona a la que podía “volcar” su manantial de sabiduría..., algo que antes había buscado tanto y no había podido encontrar.

Veamos que importante resulta, si una persona vacía un gran barril lleno de vino en un recipiente pequeño o que tiene un agujero, seguramente, se le volcará el vino y tendrá una gran pérdida, lo que más que probablemente le provocará un gran sufrimiento. En cambio, volcar su vino en un gran recipiente que además sea fuerte e impermeable, le traerá la seguridad que su vino está “en buenas manos”, y sentirá una gran alegría.

Así como con el vino, así era la alegría que sentía Iaacov Avinu al ver en Iosef un hijo inteligente, sabio, que no era considerado sabio solamente por la gente, sino que para el mismo Iaacov, para el gran sabio, también Iosef llegaba a la clasificación de sabio, porque su intelecto podía atrapar todas las palabras que Iaacov le transmitiría, sin que se pierda ni una “gota”, y por esto Iaacov lo amaba...

Entonces, ahora las razones son dos, y para mostrarle su amor e indicarle también el por qué, le hizo la túnica, una prenda muy valiosa de seda, que se valorizará aún más cuando esté sobre un cuerpo de gran valor, y en la Tora encontramos que Iosef tenía una hermosa apariencia, hasta el punto que aunque se vista con prendas comunes, éstas aumentarían apreciablemente su valor cuando Iosef las vistiera, y si ropas comunes aumentan su valor cuando Iosef las viste, al vestir valiosas ropas de seda que por sí solas son caras, su valor ahora será mucho mayor que si las viste otra persona.

Esta es la intención de Iaacov Avinu al entregarle a Iosef esta hermosa prenda, para demostrarle a todo el mundo el por qué de su gran amor por Iosef, porque en Iosef la sabiduría se revaloriza, y así como ustedes ven que la túnica en el cuerpo de Iosef en más hermosa y valiosa que en el cuerpo de cualquier otro.

Y todo está perfectamente encuadrado, Iaacov amaba a Iosef más que a todos sus hermanos porque era el hijo sabio (como traduce Onkelos “hijo de la vejez”), sabio hasta para la categorización del mismo Iaacov, y por eso lo amaba, porque sabía que en Iosef, la sabiduría que Iaacov le transmitiría tendría más valor, ya que podía “contener” todo el conocimiento que Iaacov volcara en él, sin que se pierda la más mínima porción. Y para que todos sepan el motivo de su gran amor hacia Iosef, le regala la túnica, con la que todos sabrán que así como la túnica que todos pueden ver se encarece cuando Iosef la viste, de la misma forma, la sabiduría de Iaacov adquiere una nueva dimensión cuando Iaacov la transmite a Iosef.

Vemos que Iosef viste la túnica no por moda ni por mostrarse más lindo, sino exclusivamente para que todos entiendan que la sabiduría de Iaacov en Iosef aumentaba su valor y esta era la causa del gran amor que Iaacov sentía.

Y todavía queda algo sin entender en nuestro pasuk. Sin tener en cuenta la versión de Onkelos, leemos que Iosef es el “hijo de la vejez”, cuando sabemos que en realidad el hijo de la vejez es Biniamin, y no Iosef... No podemos decir que la traducción de Onkelos no sea exacta, simplemente que debemos tratar de entender también lo que vemos a simple vista. Leemos hijo de la vejez, cuando Iosef no es el último hijo de Iaacov. Solamente leyendo encontramos que este calificativo corresponde a Biniamin.

Y todos preguntan, ¿por qué no bendice así a Biniamin?, ¿por qué no recuerda a Rajel a través de Biniamin, que es el último, el verdadero hijo de la vejez y, además, por supuesto, hijo de Rajel?

La respuesta es muy sencilla, Rajel no amamantó a Biniamin, porque falleció en el momento de su nacimiento, por eso no puede bendecir a Rajel por medio de Biniamin, no puede bendecir a los pechos que no lo amamantaron, aunque si podría bendecir el vientre del que nació..., cosa que tampoco quiere hacer Iaacov, ya que no es grato para Iaacov recordar que Biniamin sale del vientre de su amada Rajel en el mismo instante que también su alma sale de su cuerpo...

Por eso, ni siquiera en el momento en que Iaacov está a punto de morir, él no puede bendecir a Rajel a través de Biniamin, porque le recuerda la muerte de su amada.

Y también por esto, después de la muerte de Rajel Imenu, nunca Iaacov podrá “dibujar” en su mente o imaginar a Biniamin como el hijo de la vejez ni tampoco demostrarle su amor como tal.

Para Iaacov, Biniamin representaba el recuerdo de la muerte de Rajel, con lo cual no podía quererlo como el hijo de la vejez, en la forma normal o corriente en el mundo.

Además, pensemos que en Iaacov, estaba grabada la imagen de Iosef sentado en los brazos de su madre, amamantándolo. Esta imagen es la que muestra quién es el hijo de la vejez, el hijo que tuvo con Rajel, ya que Iosef es el único hijo que Iaacov “ve” en los brazos de su madre, el único hijo que Rajel amamanta, y en cada momento que Iaacov ve a Iosef, Iaacov recuerda a Rajel cuando Rajel estaba con vida. Este es el motivo por el cual decimos que Iosef es el hijo de la vejez, porque así Iaacov lo ve con su recuerdo, y no tiene ningún otro hijo en sus pensamientos, porque Iosef le recuerda a Rajel en vida.

 

Od Iosef Jai – Derashot.