El Sitio de Jerusalem
Basado en un texto del Rav Noaj Weinberg.
En la conciencia judía, un día de ayuno es un tiempo para pensar, para corregir errores pasados.
Uno de los días en los cuales ayunamos es el 10 de Tevet. ¿Qué ocurrió el 10 de Tevet que debemos corregir?
En un diez de Tevet hace 2.500 años aproximadamente, el rey Nabucodonosor sitió a la ciudad de Jerusalem. En ese terrible día hubieron daños materiales pero ningún judío fue matado. Entonces, ¿por qué decimos que este día es tan trágico? Porque el sitio de Jerusalem fue un mensaje para despertar a los judíos que rectifiquen sus acciones. Pero como desgraciadamente es sabido, ellos no lo hicieron y el sitio llevó a la destrucción del Templo que había construido el Rey Shlomó en el 9 de Av.
En otras palabras: si hubiéramos hecho algo en ese momento y el pueblo judío en ese entonces hubiera vuelto en tshuvá, no hubiéramos llegado al 17 de Tamuz con el ingreso de las tropas babilónicas a Jerusalem, y no hubiéramos llegado al 9 de Av, a la destrucción de la ciudad y el Templo Sagrado de Yerushalaim. Si por lo menos hubiéramos hecho algo en ese momento, no hubiéramos llegado al ayuno del 3 de Tishrí con el asesinato de Guedaliahu Ben Ajikam.
La historia se repite
Hoy en día también estamos sitiados. Gran parte del mundo judío es ignorante de nuestra herencia tan preciosa. Niños cuya educación judía acabó a los 13 años, ahora cargan con ese nivel de percepción en su vida adulta, y esto en el mejor de los casos. La falta de educación judía es notoria, la autodestrucción de nuestro pueblo es desastrosa, los resultados son catastróficos: asimilación en la diáspora y una falta de claridad en nuestros objetivos como nación en Israel.
Entonces ¿cuál es el mensaje para nosotros? Despierta y entiende! ¿Qué es lo que el Todopoderoso quiere de ti? Si hay un sitio, si somos atacados, escucha el mensaje ahora! No esperes a que llegue la destrucción.
Si el problema judío, hoy en día, es la falta de apreciación por nuestra herencia, la solución es clara: incrementar el amor por la Torá, el amor por los judíos, el amor por Israel y por Jerusalem. El Todopoderoso nos está diciendo: El sitio no acabará hasta que no rectifiquemos nuestro error.
La Responsabilidad de Enseñar
El Talmud cuenta sobre dos sabios preocupados por la amenaza de que la Torá vaya a ser olvidada por el pueblo judío. Como precaución, Rav Jiá capturó un venado, lo degolló y le dio comida a los huérfanos. Después curtió la piel y escribió cinco diferentes rollos, uno para cada uno de los cinco libros de Moshé. Tomó cinco niños y les enseñó a cada uno un libro. Después tomó otros seis niños y les enseñó a cada uno, uno de las seis partes de la Mishná - la Torá Oral. Después le dijo a cada uno de los 11 niños: Enseñen a los demás lo que aprendieron. Con esto, el Talmud dice: Rav Jiá se aseguró de que la Torá nunca será olvidada por el pueblo judío.
Esto despierta una pregunta: 11 niños es una clase muy pequeña, ¿por qué Rav Jiá, simplemente, no enseñó a todos los niños todos los libros? ¿por qué sólo le enseñó un libro a cada niño?
La respuesta es que el hecho de provocar que los niños tengan que enseñar a los demás es parte del proceso. Para asegurar que la Torá no sea olvidada tienes que enseñar lo que has aprendido a los demás. Ese es el secreto. Tienes una obligación con los otros judíos. Si sabes algo, enséñalo!
Date cuenta de que la enfermedad más destructiva, dolorosa y contagiosa es la ignorancia. La falta de educación judía es la base de la asimilación. La ignorancia nos lleva a tener vidas de sufrimiento, sin saberlo.
¡Entonces si sabes el secreto de la felicidad, enséñalo! ¡Ves a seres humanos caminando deprimidos - dales alegría! Si tienes la habilidad, debes ayudar. De otra forma, siempre llevarás contigo el conocimiento de lo que ?hubieras podido hacer?.
Esto no significa ?forzar tu opinión a los demás?. No. Un buen maestro comunica la información que le permitirá al alumno ponerse en contacto con lo que ya sabe, haciendo que vuelva a descubrir su ser, y hacer que otros vean y entiendan en sus términos personales.
Tienes la habilidad de hacer un impacto increíble en los demás. No tienes que ser un senador para cambiar el mundo. Con un poco de sabiduría puedes ayudar a toda la humanidad.
El Sistema Soviético
El Rabino Eliahu Essas, es un ex refusnik de la Unión Soviética. Él vivió en un tiempo donde era totalmente ilegal estudiar Torá. En consecuencia, no había nadie que le pudiera enseñar. En ese tiempo él no sabía ni siquiera leer el alef bet. de alguna forma se adueñó de unos libros de judaísmo, los escondió de la KGB y empezó a estudiar solo.
Después de un tiempo, corrió la información de que el Rabino Essas enseñaba Torá, y mucha gente empezó a ir a sus clases que dictaba en lugares secretos. Pero de 5 millones de judíos soviéticos, el Rabino Essas fue el único que enseñaba Torá. Pueden imaginarse la demanda que había en su tiempo. Por esta razón a los miembros de su clase los motivó a enseñar lo que aprendían a otros. La condición que les decía era ?Antes de que les empiece a enseñar deben aceptar enseñar a otros, lo que han aprendido aca ?. De esa forma, el Rabino Essas logró multiplicar su efecto entre los judíos soviéticos.
Este concepto es aplicable para nosotros también en nuestros días que estamos lejos del sistema opresivo soviético. ¿Aprendiste algo precioso, te gustó? Dite a ti mismo: ??eso fue fascinante, luego pregúntate ¿cómo me cambió, qué me enseñó para la vida, cómo puedo transmitir este mensaje a otros, cómo puedo yo influenciar a otros para vivir de esta forma?
No te olvides que enseñar también te beneficiará a ti. Hasta que no enseñes una idea, esa idea no será tuya, pues sólo queda como una noción en tu imaginación. El tener que explicarla a otros te fuerza a clarificarla para ti mismo. Has convertido el potencial en realidad.
Cuando le enseñas a alguien, asegúrate de que entiendan lo importante que es enseñar eso a otra persona. Si lo hacen, será parte de tu éxito como maestro y también estarás asegurando que la Torá nunca sea olvidada por el pueblo judío.
Una Nación
Hay una lección más para aprender de la historia de Rav Jiá. Por enseñarle a los 11 niños sólo un libro, estos niños sabían que debían aprender uno del otro. El pueblo judío es uno y estamos en esto juntos. Cada persona se merece un respeto profundo, sin importar sus creencias y nivel de observancia, y hay algo para aprender de cada uno.
Vivimos en tiempos difíciles. Ya sea la asimilación que está destruyendo el judaísmo en todo el mundo o las fuerzas internacionales que están presionando a Jerusalem, el mensaje es el mismo: estamos sitiados y el tiempo corre. Tenemos y debemos que comunicar las enseñanzas de la Torá a nuestro pueblo. ¡Es una cuestión de urgencia nacional!
¿Quién es responsable?:
Aquel que cree en el poder de la Torá y en la misión eterna del pueblo judío debe actuar. Debe enseñar sabiduría y ser ?una luz para las naciones?.
En el 10 de Tevet, cuando Nabucodonosor rodeó la ciudad de Jerusalem obviamente no entendimos el mensaje. ¿Acaso ahora entenderemos el mensaje, cambiaremos, despertaremos para ver la realidad?
Debes saber esto, te tiene que importar, debes hacer el esfuerzo. Tienes poderes, utilízalos.
Debemos entender el mensaje antes de la destrucción. Ahora es el momento.