Mijael Polaj
Vida Judía

Un milagro de crecimiento y retorno

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  El crecimiento constante del pueblo judío en Israel como resultado de las olas de aliá, es el gran milagro de nuestra generación que nos muestra una de las fases de la redención del pueblo de Israel.

Desde el año 1948 con un poco menos de 600.000 habitantes hemos llegado milagrosamente a casi 9 millones de habitantes!

  Por miles de años en nuestros rezos, tres veces al día pedimos “Ve kabzenu yajad me arba canfot haaretz” Como leemos en la amidá diaria, “Haz sonar el gran Shofar para anunciar nuestra liberación, iza el estandarte para reunir a nuestros exiliados y traerlos juntos desde los cuatro rincones del mundo…”

A pesar de que el judaísmo en la diáspora está cambiando, y vemos lentamente los retoños de la “vuelta a la raíces judías, todavía, lamentablemente la realidad es muy dolorosa, la asimilación, el auto holocausto de nuestro pueblo, sigue causando estragos, llevándose de nuestras filas grandes cantidades de judíos.

Las poblaciones judías de la diáspora, fuera de Israel por lo general siguen las tendencias demográficas de los países en que habitan. ¡Las poblaciones judías en la diáspora están decayendo!

¿Cuáles pueden ser las causas de esto?

Como dijimos, las razón más importante es la asimilación.  Y una de las causas de la asimilación es la desinformación acerca de lo que es el verdadero judaísmo. Cabe destacar que la tergiversación que ha sufrido desde la introducción de doctrinas paralelas como el reformismo y otras, que en su afán de simplificar la practica judía, lo único que lograron  fue enterrar en el analfabetismo judío un inmenso numero de correligionarios que terminaron rompiendo los lazos con su tradición milenaria.

Otra causa es la tragedia de los matrimonios mixtos, los hijos de estos matrimonios (un judío o judía con una persona no judía) tienden a separarse de las comunidades. Cabe mencionar que judío es aquel que nace de madre judía.

Por causa de las guerras, falta de sustento y persecuciones de las comunidades judías en distintos continentes, un significante número de judíos rehicieron sus vidas en países de Latinoamérica, sin embargo otros se fueron a otros países en el mundo occidental o a Israel.

Hoy en día, la población total de judíos en Latinoamérica es de aproximadamente 390.000 judíos distribuidos en toda la región. También se cuentan con aproximadamente 100.000 judíos latinoamericanos de primera y segunda generación que viven en Israel. Muchos judíos latinos también se encuentran en Europa, en países como España y Portugal.

A pesar de este número nada despreciable de judíos en estos países, la población judía en Latinoamérica ha decrecido constantemente desde los años 60, cuando llegó al número máximo de personas. Mucho de esto se debe en gran parte a la asimilación, como les sucede a muchos otros países donde los judíos habitan en la diáspora. Sin embargo, no es justo decir que este patrón es aplicable a todos los países de Latinoamérica. La asimilación en Latinoamérica es una variable distinta a la del resto de los países del mundo.

El fenómeno de la asimilación no es nada Nuevo.

Citemos el caso de Egipto, donde Iosef era virrey de ese lugar, por lo que pudo lograr que su familia reciba una buena tierra para habitar, y tengan cubiertas todas sus necesidades.

El tiempo transcurrió, y tras el deceso del patriarca Iaakov, y todos sus hijos, que dieron origen a las tribus de Israel, comenzaron a asimilarse al sistema de vida y cultura del lugar. Se propagaron a lo largo y ancho de Egipto, frecuentaban sus mismos lugares de diversión, etc. Fueron abandonando paulatinamente su fe en Hashem, asimilándose completamente al sistema de vida egipcio, y si esta situación seguía su curso, en un lapso de tiempo no muy prolongado, ya no existiría siquiera el recuerdo de lo que había sido el pueblo de Israel.

No es de extrañar, que al apreciar tal situación, el Creador permita a los egipcios esclavizar al pueblo judío obligándolos a realizar todo tipo de trabajos forzados. Esta aflicción fue provocada para que reflexionen y recuerden que pertenecen a un pueblo que tiene un Di’s y le clamen a El por la salvación.

Leemos en la Torá " Y sucedio en ese largo periodo de tiempo que murió el rey de Egipto y los hijos de Israel gemieron or el trabajo y clamaron; y su quejido a causa del trabajo ascendio hasta Di-s" (Shemot 2: 23) y así exactamente aconteció, pues los descendientes de Israel, esclavizados, agobiados por el trabajo, clamaron a Hashem, pidiéndole que los salve. Y entonces el Todopoderoso escuchó sus plegarias liberándolos completamente sacándolos de la tierra de Egipto. 

Algo similar, aconteció en la Argentina, donde llegaron a habitar, según se estima, medio millón de judíos. La nación les permitió comerciar, y crecer dentro de la sociedad. Al cabo de unos años de haber llegado se comenzaron a sentir cómodos, muchos de los inmigrantes ya comenzaron a vestir sus mismas ropas, consumir sus comidas que incluían carnes y demás alimentos prohibidos por la Torá. Luego como dijimos anteriormente, comenzaron las bodas mixtas, hasta que una significante  mayoría se asimiló prácticamente por completo  de nuestra cultura.

Como si esto fuera poco, muchos comenzaron a enviar a sus hijos a colegios estatales donde se los instruyó de acuerdo a las creencias paganas con la fuerte influencia cristiana. Esto derivó a que los jóvenes se vinculen a las diferentes iglesias y templos, a los cuales asisten hasta el día de ho

La situación espiritual de gran parte de los hijos de Israel se fue agravando notoriamente en ese país, principalmente a causa de los casamientos mixtos, que arrastraban a la otra parte de la pareja, y al núcleo familiar completo a plegarse de lleno a la cultura del país, hasta que los problemas financieros de la Argentina finalmente producen el desplome de la economía. Quienes poseían ahorros en los bancos se vieron despojados, las ventas de sus negocios cayeron abruptamente, quienes tenían un trabajo digno, en su mayoría lo perdieron, lo que derivó en un caos social que provocó algo impensado hacía algunos años, varias familias anteriormente pertenecientes a la clase media se vieron obligadas por la situación a pasar a habitar en villas de emergencia, y comer en sitios donde se organizan ollas populares. Finalmente, al ver que no hay salida, muchos se acordaron de clamar a Di’s y varios decidieron iniciar los trámites para emigrar, pese a la feroz guerra que se vivía en Israel.

Vemos como en todos los casos, cuando sobrevienen las adversidades, es porque antes, el pueblo se alejó de su Creador, Quien aguardó hasta último momento para tomar la dura determinación de no interceder ante los problemas que sobrevienen sobre Su pueblo, sabiendo que si lo hacía, la gran mayoría se terminaría de asimilar, perdiéndose por completo, por eso, entonces, la necesidad de abstenerse, y hacerse a un lado, acto que produjo que las naciones del mundo, mediante su asedio, hagan recordar al pueblo de Israel que tiene un Di’s.

Pero la realidad muestra que los distintos imperios y gobiernos no pudieron jamás vencer totalmente a los judíos, porque si bien es cierto que una gran parte se apartó del cumplimiento de la mayoría de los preceptos, al menos la circuncisión siguieron practicando, y además muchos continuaron con su creencia en un único Di’s, cumpliendo fielmente lo solicitado por el Creador a través de Su sagrada Torá.

En estos días tan tormentosos, en los que vivimos grandes terremotos, Sunamis, tragedias nucleares, en los que hemos visto caer a fuertes líderes del mundo árabe, en que la economía mundial esta día a día de “sube y baja”, en que las fluctuaciones de las monedas y la bolsa son impredecibles, estamos viendo el retorno de los hijos a los valores ancestrales judíos.

En Chile y Argentina países fuertemente golpeados por la asimilación, vemos hoy con gran alegría, comunidades llenas de jóvenes, en su mayoría profesionales y estudiantes volviendo a la practica judía  milenaria. Nuevamente el canto del Tamud, el estudio de la Halajá, el cuidado del Shabat y las fiestas pasan a ser parte integral de sus vidas.

Todas las Mitzvot que fueron cuidadas con esmero y sufrimiento, se mantienen hasta nuestros días como el Brit Milá, la circuncisión, este es un precepto preciado por los hijos de Israel, debemos fortificarnos en continuar con su cumplimiento y en lo posible estimular a aquellos que han caído en los lazos de la asimilación, hijos de madres judías, a circuncidar a sus hijos, y retomar el sendero perdido educándolos para cumplir también los demás preceptos de la Torá.

Educando, enseñando los verdaderos valores judíos. Practicando el amor y el respeto entre todos los componentes de nuestro pueblo, Mostrando la belleza de este legado milenario, podemos frenar la asimilación.