Parashat Haazinu: La canción de Moshé
La parashá de esta semana es una de las últimas parashot de la Torá. En ella Moshé toma un diferente curso de acción al compararlo con otras secciones de Devarim. Hasta ahora Moshé enseñó o reenseñó los mandamientos, o reprendió al pueblo por sus errores. En Haazinu, Moshé irrumpe en canto. No es la primera vez que Moshé canta; la \"shirá\" después de la apertura milagrosa del mar es, por supuesto, la canción más famosa de Moshé. Pero la canción fue la respuesta a una acción Divina inigualable. Esa fue una canción inspirada por el éxtasis religioso. Fue un momento de éxtasis; Moshé lideró y todo el pueblo lo siguió. Aquí, Moshé canta solo. La generación que dejó Egipto había fallecido, y pronto ocurriría lo mismo con Moshé. Este parece ser un momento extraño para que Moshé irrumpa en canto, pero aquí es donde encontramos la grandeza de Moshé.
En función de entender esta idea, miremos un pasaje del Talmud, el cual describe otro momento en que alguien deseó cantar pero no se le permitió:
"Nuestros Rabinos enseñaron: Cuando el malvado Nabucodonosor tiró a Jananiá, Mishael y Azariá a la hoguera, El Santo - bendito es Él, dijo a Ezequiel: 'Ve y resucita muertos en la llanura de Dura'. Después de que él los resucitó, los huesos fueron y golpearon a ese malvado hombre en su cara. 'Qué clase de huesos son estos!' él exclamó. Ellos respondieron: \'El amigo de ellos [Ezequiel] está resucitando a los muertos en la llanura de Dura\'. Y es por eso que él irrumpió y dijo: \'Cuán grandiosas son Sus señales, y cuán poderosas son Sus maravillas! Su reinado es un reinado eterno, y Su dominio va de generación en generación!\'. Rabí Itzjak dijo: Que sea derramado oro derretido en la boca de ese malvado hombre [Nabucodonosor]! Si un ángel no hubiese venido y golpeado su boca, él hubiese eclipsado todas las canciones y alabanzas dichas por David en su libro de Salmos\" (Sanhedrín 92b).
La conclusión del pasaje es que Nabucodonosor deseaba cantar pero no se le permitió, y si él hubiese cantado, sus canciones de alabanzas hubiesen sido muy buenas en comparación con las del rey David - el dulce cantor de Salmos. El pasaje es difícil: ¿Para qué D\'os mostraría un milagro así al pagano, sino para que él se dé cuenta de la grandeza de D\'os? Y ¿por qué Nabucodonosor se sorprendería, cuando la idea de un D\'os más poderoso que él, finalmente llegaría a él?
El Rebe de Kotzk habla sobre este tema en un corto comentario:
\"Tú deseas cantar alabanzas cuando la corona está sobre tu cabeza, me gustaría escucharte cantar después de que seas golpeado en la cara\" (Emet Mikotzk Tizmaj pag.37).
Muchas personas, después de ser inspiradas por una maravillosa visión, tienen la habilidad de cantar alabanzas. La grandeza del rey David fue su habilidad de cantar a pesar de su tragedia personal, la cual hubiera destruido el espíritu de otro hombre. El ángel fue a golpear a Nabucodonosor: si él hubiese cantado en ese momento él hubiese mostrado una grandeza espiritual y verdadera humildad. Pero después del incidente, Nabucodonosor ya no estaba inspirado. El momento se perdió.
Ahora podemos apreciar la sublime grandeza de Moshé: por supuesto que la canción cantada después de la apertura del mar fue un momento de éxtasis religioso. Aquella canción fue la primera que el pueblo cantó a D\'os. El Midrash indica que en el futuro esto se notará:
\"Aquello que fue, será\": Los Rabinos dicen: en el futuro las generaciones se reunirán en la presencia de D\'os, y dirán delante de Él: \'Señor del Universo, ¿quién cantará una canción ante Ti, primero?\'. Él responderá: \'En el pasado nadie más que la generación de Moshé cantó ante Mí, y ahora nadie más que esa generación cantará ante Mí\'. ¿Cuál es la prueba? Como está escrito: \'Canten ante D\'os una nueva canción, y Su alabanza desde el fin de la tierra; hasta abajo del mar\' (Isaías 42:10)\" (Midrash Rabá Kohelet 1:28).
Pero Moshé, así como David, canta incluso cuando las cosas no van por el camino que él quiere. David cantaba cuando se escapaba de su propio hijo, quien intentaba usurpar su poder. Moshé canta en el momento anterior a su muerte. Cuando contemplamos las palabras usadas por Moshé nos sorprendemos más aún:
\"Escuchen los cielos, y yo hablaré; escucha, tierra, las palabras de mi boca. Mi doctrina goteará como la lluvia, mi habla destilará como el rocío, como la pequeña lluvia sobre la hierba tierna, y como el chubasco sobre el césped. Porque yo proclamaré el nombre de D\'os; atribuyan grandeza a nuestro D\'os. Él es la Roca, Su trabajo es perfecto; pues todos Sus caminos son justicia; un D\'os de verdad y sin iniquidad, justo y recto es Él\" (Devarim 32:1-4).
De todas las maneras para describir a D\'os, Moshé se refirió a Él como una \"Roca\". Por supuesto que este término significa el poder de D\'os. Pero cuando recordamos que la caída de Moshé tomó lugar cuando intentaba extraer agua de la roca, es mucho más sorprendente que esta apelación en particular sea usada. La explicación puede ser la que encontramos en el Zohar:
\"Rabí Shimón dijo: Moshé en su canción, primero dijo: \'Él es la Roca, Su trabajo es perfecto\', refiriéndose a la ocasión en la cual salió agua de la roca?\" (Zohar Shemot 64b).
En su canción, la cual es cantada inmediatamente antes de su muerte, Moshé completamente acepta la justicia Divina: Él es la Roca, Su trabajo es perfecto; pues todos sus caminos son justicia; un D\'os de verdad y sin iniquidad, justo y recto es Él. En lugar de evitar este tema doloroso, Moshé se refiere a él, mostrando una absoluta aceptación de D\'os y Su voluntad. Esta es otra demostración del nivel espiritual de Moshé.
Al comienzo del libro de Devarim, notamos que Moshé trató tres temas principales: la reprimenda, con la esperanza de llevar al pueblo a un nivel espiritual más elevado; una revisión de los mandamientos basados en la Torá Oral, y finalmente esta sección de la canción en la cual Moshé muestra que no hay remordimiento de su parte. Él va a su muerte con dignidad, alabando a D\'os y a su pueblo, así como veremos en la parashá final en el libro de Devarim - Vezot Habrajá.
Rab Ari Kahn