Rabino Richard Kaufmann
Reflexiones

Parashat Tetzave

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"Y harás el manto del Efod, absolutamente celeste" (Shmot 28, 31)

Por encima del manto del Efod, iba el pectoral del Cohen Gadól (Sumo Sacerdote), engarzado en oro y con doce piedras preciosas!

¿Por qué el fono de tan hermoso pectoral debía de ser solamente de color celeste?

Porque el celeste recuerda al Cielo y el Cielo recuerda al trono celestial!

Y de esto debemos de aprender, que toda persona que se ocupa de "oro, plata y piedras preciosas", es decir que está imbuida ocupándose del mundo material, debe recordar todo el tiempo quién es el que le permite que tenga éxito, a quién todo le pertenece, y para qué debe de usar toda su riqueza y su bendición.

Y justamente, en el pectoral hecho de piedras preciosas, estaban recordados los nombres de las tribus de Israel, pues el Sumo Sacerdote debía tener permanentemente presente tanto a Hashem como al pueblo de Israel, representando al pueblo de Israel ante Hashem, "recordándole Hashem" su pacto eterno con el pueblo de Israel ...
 


"Y a los hijos de Aharón, túnicas, cinturones y sombreros les harás, para dignidad y esplendor " (Shmot 28, 40)


Los hijos de Aharón y sus descendientes, quienes también servían y servirían en el Tabernáculo, y quienes habrían de ser los futuros sacerdotes y sumos sacerdotes, desde pequeños debían de ser educados en el servicio en el Templo.

Y como la ropa define, entre otras cosas, los roles de los individuos, a través de vestirlos con ropas especiales características de lo Cohanim, con ello contribuian a fortalecer su identidad con el rol que ellos deberían de cumplir, por el privilegio de pertenecer a la descendencia de Aharón.

Y la verdad es, que cada uno debe de buscar ser fiel a su esencia, manifestando de la mejor manera aquello que verdaderamente es.

Y muchas veces, cuando las personas buscan ser otra cosa pensando que a través de ello serán realmente ellos, con eso muchas veces no están haciendo otra cos,a que renunciar a su genuina y verdadera esencia ...; hasta que finalmente se den cuenta, que quizás ya es hora de regresar a casa ...
 


"Y habitaré en medio de los hijos de Israel, y seré para ellos por D-s" (Shmot 29, 45)

 

El cuidado de los preceptos, amén del valor que muchos de ellos tienen para contribuir a crear una sociedad más justa y altruísta, tienen por objeto ayudar a que seamos un "recipiente" más depurado e idóneo, para que la presencia de Hashem pueda habitar dentro nuestro; tanto a nivel nacional como a nivel personal

Y también, si hay preceptos del hombre hacia el Creador, que no necesariamente debemos de poder su por qué o el por qué de la forma particular de cumplirlos, ellos nos ayudan a depurarnos, tanto si comprendemos su motivo como si no.

Y así como un medicamento efectivo, no pierde su efectividad por el hecho que sus usuarios no sepan o entiendan cómo es que se activan sus componentes, asío los preceptos de la Torá nos preparan a nosotros, a nuestro pueblo y al mundo para que la Presencia Divina se haga presente, tanto si somos capaces de comprenderlo como si no!


"Y al elevar Aharón las luminarias al atardecer quemará el incienso, incienso eterno delante de Hashem para todas las generaciones" (Shmot 30, 8)

 

¿Por qué estaba relacionada el precepto de encender el candelabro de siete brazos, con el precepto de quemar el incienso?

Porque si bien todo está relacionado directa o indirectamente con la dimensión espiritual, el candelabro y el incienso especialmente lo están!

¿Por qué?

Porque la luz siempre ha representado a la iluminación espiritual e intelectual de las personas, y los aromas son sustancias de las cuales es nuestra alma la que tiene un disfrute especial!

Y como el Tabernáculo y el Templo eran los lugares donde se posaba la Divina Presencia en la tierra, allí, justamente en el momento del atardecer, debía de encenderse el candelabro y quemar el incienso, fortaleciendo la luz espiritual en el mundo, en el momento del día donde rige un mayor rigor y una mayor oscuridad!

Y lo que hoy en día debemos de hacer hasta que tengamos a nuestro sagrado Templo otra vez en Yerushalaim y podamos volver a encender la Menorá e impregarnos del sagrado aroma del incienso, es buscar iluminar a nuestras almas, a través del estudio de nuestra sagrada Torá, y a través de la realización de actos altruistas, de las cuales emanen agradables aromas ...