Rav Avigdor Miller sobre desear Mazel Tov
Pregunta:
Si Am Yisrael está por encima de las constelaciones, ¿por qué nos deseamos un mazal tov?
Respuesta:
¿Por qué nos deseamos mazal tov unos a otros?
La verdad es que hay dos cosas en este saludo de mazal tov.
Una es que es una tefilá— una plegaria que Hakodosh Boruch Hu continue dándole bendiciones a la persona a la que le estamos deseando. Y no hay ninguna razón por la que no deberíamos hacerlo.
Al contrario, HaShem dice: “bendeciré a quienes os bendigan”. por lo tanto si bendices a un compañero judío, Hashem te bendecirá a ti. ¡Es una promesa de Hashem! Entonces mazal tov significa que debes seguir recibiendo mazal. En este sentido que 'mazal' significa la bendición de Hashem.
Y otra cosa es hacer que una persona sea consciente de lo que obtuvo. El que le da un regalo a su amigo debe informarle: cuando le das un regalo a alguien, debes hacerle saber lo bueno que es. Y cuando Hashem le da un regalo a alguien, es especialmente bueno hacerle saber lo bueno que es el regalo. Si le dices mazal tov, es por que está feliz de lo que el recibe.
Digamos que le nació una hija, aunque el quería un hijo. Le dices: '¡Mazal tov!' ¡Una hija! ¿No es genial?' y ahora el se vuelve un poco más feliz. Si le sigues diciendo mazal tov, él empieza a disfrutarlo aún más.
Y la verdad es que una hija es un regalo grandísimo. Tendrá un buen yerno, un gadol baTorá—un gran estudioso de la Torá, y tendrá un gran zejut—mérito.
Y eso es porque la Guemará pregunta: ¿cómo te puedes aferrar a Hashem? ¿Cómo cumple una persona la mitzvá de Ubo tedabek— en El te apegarás? Y la respuesta es que criando a su hija hasta convertirla en una bar Israel. Y si casa a su hija con un talmid jajam, eso es dveikus b'Hashem—apegarse al Creador . Entonces por esto se merece el un gran mazal tov.
Por lo tanto, cuando lo felicitas estás haciendo dos cosas al decirle mazal tov. Una cosa es que estás orando por su éxito continuo y también una tefilá y una brajá. Esto es algo muy importante, darle una brajá—una bendición a un compañero judío. Y la segunda parte es que lo estás haciendo consciente de lo afortunado que es, con eso tan bueno que le pasó.