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Haftara Ki Tisa
Melajim I (I Reyes) 18:1-39 (Ashkenazim)
Melajim I (I Reyes) 18:20-39 (Sefaradim)
En la haftará de esta semana encontramos que D'os le pide al profeta Eliahu (Elías, s. VIII a.e.c.), que amoneste al pueblo de Israel por haberse desviado del camino de D'os yendo detrás de la idolatría.
Con anterioridad al relato extraído para nuestra haftará, en el libro de Reyes se nos cuenta que el rey que gobernó en el reino de Israel en los días del profeta Eliahu se llamaba Ajav hijo de Omrí. Ajav fue un rey muy malvado que enfureció a D'os más que todos los reyes que le precedieron.
Una vez, se encontró Ajav con Eliahu y le preguntó: ¿Cómo puede ser que no se haya cumplido la maldición de Moshé Rabenu (Devarim -Deuteronomio- 11:16-17) mediante la cual le advirtió al pueblo de Israel de que si ellos se desviarán en pos de la idolatría, entonces D'os no enviará más lluvias sobre la tierra de Israel? Todo el pueblo comete ese pecado y sin embargo siguen habiendo lluvias normalmente!
Pero la broma de Ajav no duró mucho, puesto que después de que Ajav dijo esto, D'os decretó que haya sequía durante tres años, y nuestra haftará comienza con el relato de la palabra de D'os al profeta Eliahu en el tercer año:
"Transcurrieron mucho días, y la palabra de D'os fue con Eliahu en el año tercero diciendo: Ve y preséntate delante de Ajav, y enviaré lluvia sobre la faz de la tierra" (18:1).
Cuando se encontraron, Eliahu le dijo a Ajav:
"Y ahora [si deseas que llueva], manda a buscar y reúneme a todo Israel en el monte Carmel, y a los profetas del báal [una clase de idolatría] - cuatrocientos cincuenta, y a los profetas de la asherá [otra clase de idolatría] - cuatrocientos, los que comen de la mesa de Izébel [la malvada reina, esposa de Ajav]" (18:19).
Después de que Ajav los reunió allí:
"Se dirigió Eliahu hacia todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo ustedes van a saltar sobre dos ramas [seguirán compartiendo dos pensamientos opuestos sin saber decidir cuál es el verdadero]? Si Adona-i es el D'os verdadero, vayan detrás de Él, y si el báal es, vayan detrás de él'. Pero el pueblo no le respondió nada [porque no sabían diferenciar entre uno y otro]" (18:21).
Entonces el profeta Eliahu pidió que le traigan dos novillos. Uno lo elegirán aquellos falsos profetas de la idolatría para sacrificarlo para su dios, y el que quedare él lo tomaría y lo sacrificaría. Ellos invocarían en nombre de su dios y Eliahu invocaría en nombre de D'os. Eliahu les dijo a ellos que si caerá fuego del cielo sobre el sacrificio de ellos, entonces esto será una señal de que el dios de ellos es el verdadero, pero si el fuego caerá sobre su sacrificio entonces esto demostrará que Adona-i es el D'os verdadero.
Entonces trajeron dos animales y los falsos profetas eligieron uno y lo sacrificaron. Ellos le rezaron a su dios durante toda la mañana pero el fuego no caía. Luego Eliahu tomó doce piedras, construyó con ellas un altar para D'os, colocó allí leños y sacrificó allí al animal. Además excavó como una zanja alrededor del altar, y ordenó que se vertiera mucha agua sobre el sacrificio y los leños, hasta que la zanja que estaba alrededor del altar se llenó de agua.
"Y ocurrió que a la hora de la tarde, se dispuso Eliahu el profeta [a rezar] y dijo: Adona-i, el D'os de Abraham, de Itzjak y de Israel! hoy [cuando caiga el fuego sobre mi sacrifico] se demostrará que Tú eres D'os en Israel, que yo soy tu servidor, y que por Tu palabra he hecho todas estas cosas. Respóndeme Adona-i, respóndeme! Así sabrá este pueblo que Tu Adona-i eres D'os, y que Tu has hecho que su corazón retroceda [les diste a ellos la posibilidad de desviarse de Ti, a pesar de que Tú podrías haber encaminado sus corazones hacia Ti]. Y descendió un fuego de D'os, y consumió el sacrificio, los leños, las piedras, el polvo, y al agua que estaba en la zanja secó. Y vió todo el pueblo, cayeron sobre sus rostros y dijeron: Adona-i hu haElo-him!, Adona-i hu haElo-him! [Adona-i es D'os, Adona-i es D'os]" (18:36-39).
Rabí Iosef Jaim de Bagdad (1834 - 1909) en su libro "Adéret Eliahu" nos explica que los idólatras no piensan que el dios que hace el bien es el mismo dios que hace el mal, y es por eso que ellos piensan que existen (como mínimo) dos dioses.
En nuestra haftará nosotros vemos que todo el pueblo de Israel vieron con sus propios ojos un gran milagro que tuvo como finalidad anular este pensamiento ilógico: a pesar de que según las reglas de la naturaleza el fuego se apaga cuando entra en contacto con el agua, en esta oportunidad ocurrió lo opuesto, es decir, que el fuego que bajó del cielo en lugar de apagarse al entrar en contacto con el agua, secó al agua, y este milagro demuestra que en una sola situación pudieron encontrarse dos cosas opuestas. De esta manera ellos entenderían y comprenderían que ese pensamiento que ellos tenían de que quien obra el bien no es el mismo que obra el mal, es incorrecto.
Es sabido - continúa nuestro autor, introduciéndonos en otro plano - que entre todos los Nombres de D'os, el Nombre impronunciable que se escribe mediante las letras iod, he, vav y he, y que nosotros leemos como si estuviera escrito Adona-i, representa el atributo de la misericordia Divina, mientras que el nombre Elo-him hace referencia al atributo del juicio y el rigor Divino.
Es por eso que dice el autor del libro de Reyes, que después de que las personas del pueblo que allí se encontraban, vieron el gran milagro que D'os había realizado dijeron: "Adona-i hu haElo-him!, Adona-i hu haElo-him!", pues ahora ellos sí habían entendido que dos cosas que son aparentemente opuestas, en realidad sí pueden proceder de una sola fuente, y Adona-i, que es el Nombre de D'os que representa Su misericordia, es realmente el mismo que es Elo-him, que es el Nombre de D'os que hace referencia a Su justicia y Su rigor.
Además, se puede explicar la respuesta del pueblo de Israel, mediante un tercer camino, dice Rabí Iosef Jaim. La guematriá (el valor numérico) de las letras que componen el Nombre de D'os compuesto por las letras iod, he, vav y he equivale a 26 (iod=10, he=5, vav=6 y he=5), sin embargo, como explicamos anteriormente, este Nombre sólo está escrito en el texto, pero al leerlo está prohibido pronunciarlo y en su lugar se debe leer como si estuviera escrito allí Adona-i, que equivale a 65 (alef=1, dálet=4, nun=50 y iod=10).
Al decir "Adona-i hu haElo-him!, Adona-i hu haElo-him!", ellos quisieron expresar claramente que finalmente entendieron que dos cosas que son aparentemente opuestas, en realidad sí pueden proceder de una sola fuente - bendito sea Su Sagrado Nombre - así como el Nombre impronunciable de D'os, cuyo valor numérico totaliza 91 (26 de la escritura + 65 de la pronunciación), es haElo-him cuya guematriá también es 91 (he=5, alef=1, lámed=30, he=5, iod=10 y mem=40).