Rab. Moshe Samsonowitz
Vida Judía

Conversión Beit Din de Rav Nissim Karelitz zzl

First slide

Historia de una  de conversión del Beit Din de Rav Nissim Karelitz zz”l de primera mano

Este increíble relato sucedió hace unos doce años. Una pareja gentiles españoles, vinieron a Jerusalem con el propósito de convertirse al judaísmo. Reinaldo y Catalina estaban casados hace un tiempo, contrajeron matrimonio en una ceremonia civil en España.

Ellos formaban parte de un grupo de gentiles que estudiaba intensamente sobre el judaísmo, y después de un par de años, comenzaron a pensar seriamente en la conversión según la ley judía - la Halajá.

Para pasar por este proceso, se Inscribieron en la corte del Gaón Rabino Nissim Karlitz zz”l en Bnei Brak, y después de varios exámenes que rindieron con éxito,  fueron aceptados  como candidatos a la conversión judía.

Como lo ordena la Torá, todo varón judío debe ser circuncidado. A Reinaldo tenían que hacerle el Brit Milá, la circuncisión previa a la conversión, y debía esperar a que sanara la herida para poder sumergirse en la Mikve y así terminar el proceso.

A pesar de la espera de varios días, la herida no se cicatrizó según lo planeado, y el mohel que hace este procedimiento en la corte de Rav Nissim zz”l se negó a darle el paso para la tevilá, la inmersión en la Mikve  hasta que se curara completamente. Mientras tanto Catalina había aprobado todos los exámenes, ella era una profesional muy instruida e inteligente, el tribunal quedó  admirado de sus conocimientos  y sus precisas respuestas, todas desde el punto de vista de la ley y de su filosofía.

Catalina llego a Israel embarazada, le quedaban todavía unos meses para el parto, sin embargo como no podía volar de vuelta tan cerca del nacimiento, siendo que ya estaba en el séptimo mes, ella quería sumergirse en la Mikve para convertirse y seguir el embarazo “bajo las alas de SHEJINA para que el bebé naciera ya siendo judío lo antes posible. Pasó la prueba final en que la corte dio su consentimiento para la Tevila y le dieron fecha para la inmersión en la Mikve de Bnei Brak. Sin embargo unos días más tarde, su saco se rompió, y fue internada en el hospital, Shaarey Tzedek de Jerusalem para cuidar su embarazo.

El plan de la Corte de Rav Nissim, ahora estaba en duda. La idea desde el primer momento fue que  se sumerja en la Mikve antes del parto… debido a las circunstancias esto parecía descabellado. Primero porque ella no podía ir a la mikvah en Bnei Brak donde la Corte hace la conversión, y segundo los doctores dijeron que la inmersión provocaría un parto prematuro y por ahora no podían permitirlo.

Sin embargo Catalina, como era ginecóloga y obstetra, una doctora que entendía muy bien las preocupaciones de los doctores, les dijo, que la inmersión en agua tibia no sería un problema. Hubo una cierta aprobación de los doctores a pesar del riesgo, sin embargo quedó claro que ella se haría responsable.

El Gaon Rab Nissim zz”l aceptó su opinión por cuanto ella misma era doctora que entendía bien el caso.

 

Para poder dar testimonio de la mikve, Rav Nissim envió rápidamente a uno de los Dayanim de su corte para sumergirla en la Mikve de Jerusalén con las condiciones que él había puesto para ello, y como vimos anteriormente, en el hospital no estaban muy contentos con el plan, pero no interfirieron, así que tomaron una ambulancia y partieron…

Al mediodía, salieron del hospital en dirección al barrio de Geula donde estaba la Mikve, para sumergirse a las 2 de la tarde. Todo salió según lo planeado y entró en el pacto de Abraham Avinu aceptando el cumplimiento todos los preceptos de la Torá en presencia del Tribunal Rabinico y con la aprobación del Gaon Rav Nissim zz”l.


Al día siguiente  muy temprano en la mañana, recibí un llamado: me avisaban que un varoncito sanito había nacido  antes del amanecer. NACIO JUDIO!!!! La alegría rebalsaba por todas partes al darse cuenta como el plan Divino se cumplió a pesar de todo.

En el octavo día después del nacimiento del bebé, el Mohel de la Corte Rabínica examinó a Reinaldo y le dio su aprobación para poder ir a la  la mikve y completar su proceso de Guerut.

Hicieron todos los preparativos y viajaron a Bnei Brak donde se sumergió en presencia de
Rav Nissim -ohev guerim, quien quería mucho a los prosélitos.

Me contó David, el nuevo Ger (que recibió un nobre judío) un relató impresionante. Antes de la Tevilá, el rabino Nissim intentó nuevamente de convencerlo de que no vale la pena ser judío, así como debe hacerlo un tribunal, deben llamarle la atención y decirle que considere nuevamente lo estricto que es tomar una determinación de este tipo. Fríamente le dijo que no vale la pena y que recapacitara nuevamente. Reinaldo le respondió con determinación al Rav, “por este momento he estado esperando  muchísimos años, ansío poder observar y estudiar la Torá, y seguir adelante en mi vida como un buen judío”. Quiero seguir!!!

Bien, se sumergió en la mikve, salió de muy buen humor y bendijo por la mitzva que acababa de cumplir, la primera de su vida.

Después de secarse con la toalla le dijo Rav Nissim: “hace algunos minutos eras completamente un extraño para mi, como una persona con la cual no tengo contacto, pero ahora eres mi hermano”! y lo abrazó con todas sus fuerzas.

Después de todo esto, ahora tenemos un judío delante nuestro! David se puso por primera vez su Talit Katan, luego lo llevamos a comer para que haga las primeras bendiciones sobre la comida y su primer Bircat HaMazon como ordena la Torá.

Rapidamente subimos al auto, nos esperaba un día cargado de mitzvot.

Volvimos a Jerusalem para el Brit Mila del pequeño ¡que había nacido judío! El Sandak, el que sostuvo a niño en el Brit fue el Rav HaMekubal Rav Yejiel Fishel Eisenbaj zz”l en la sinagoga del barrio Guivat Shaul y yo fui el Mohel del niño el mismo día que el padre entro bajo las alas de la Shjiná.

Mientras tanto, Rav Nissim que sabía que estaban casados solo por un matrimonio civil y que solo hace nueve días la madre se había convertido al judaísmo, decidió que no debían esperar y que tendrían que casarse ese mismo día, y sugirió hacer la Jupá en su casa, ¡en Bnei Brak!

¡De hecho…, dejaron al bebé con unos amigos, y viajaron a la casa de Rav Nissim en Bnei Brak  para la gran ocasión, en que los nuevos padres se casaron según la ley judía!

Después de la linda y alegre jupá en la casa del Rav Nissim Karelitz zz”l vovimos a Yerushalayim, y en la cercanía del Kotel se hizo el banquete festivo del matrimonio de David y Sara, y el Brit Mila del pequeño Yaacov.

Le Iluy Nishmat del Gran Sabio Rav Shmaryahu Yosef Nissim Karelitz ben Nachum Meir zz"l