Estamos a mediados del mes de Elul, faltan unos pocos días hasta Rosh Hashana

¿Qué me produce leer esta frase? Pienso que a casi ningún judío, por mas alejado que esté de su judaísmo, le es indiferente.

Todos sentimos como un cosquilleo en el estómago. O mejor dicho, en el corazón.

Pero, ¿sabemos lo que realmente significa? ¿Sabemos lo que está en juego?

Si tomáramos conciencia de que todo lo que nos pasó el año que está terminando, tanto lo bueno como lo no tan bueno, aquello que al recordar nos arranca una lágrima de alegría o de tristeza, todo, absolutamente todo, se decretó en el Rosh Hashana pasado. Seguro que durante el año podemos con nuestros actos hacer cambiar un mal decreto, pero por regla general, todo depende de estos días.

¿Y nosotros que hacemos? Cerramos lo ojos, nos hacemos los indiferentes y seguimos adelante con la vida. No nos tomamos ni siquiera unos minutos para reflexionar, para inspeccionarnos internamente y tratar de tomar conciencia de que todo depende de nosotros. Estamos a cargo del ?barco? de nuestras vidas, y Di.s en su infinita bondad, nos da un mapa de ruta, un GPS. Y nosotros apretamos un botón y lo apagamos, pensando que podemos encontrar el camino por nosotros mismos. No nos damos cuenta que sin Su ayuda estamos perdidos.

Pero todavía estamos a tiempo, podemos encontrar el camino. Di-s solo nos pide: \"Abranme un portico como el ojetillo de la aguja?\" (Midrash Shir Hashirim Rabah). ?Y El hará el resto.

Tomémonos desde hoy hasta Rosh Hashana, cada noche antes de dormir, solo 5 minutos, y reflexionemos: Qué hice este año de mi vida? Qué puedo mejorar? Qué tengo que cambiar? Qué espera Di-s de mi? Qué espero yo de mi? Por qué Di-s tendría que darme otra nueva oportunidad? ? Hay mucho, mucho en lo que pensar en estos días. Si logramos sincerarnos con nosotros mismos, podremos lograr que el año que está por comenzar sea realmente diferente.

Proponte un cambio pequeño, pero inamovible, pase lo que pase. Algo que no estés dispuesto a negociar. Los grandes cambios muchas veces llevan a grandes fracasos, pero si uno va cambiando de a poquito, pero con una convicción verdadera de que está haciendo lo correcto, esté pequeño cambio ya pasa a formar parte tuya. Es tu conquista. Y este triunfo te da fuerzas para emprender nuevos desafíos.

Trate de hacer un acto de bondad cada día. No grandes cosas. Pequeñas, pero esas pequeñas cosas se van grabando lentamente a fuego en tu interior. Y ya no podrás vivir sin ellas.

Esmérate a sonreírle a la persona que tienes enfrente. No cuesta mucho, y te asegura que cambiará la vida no solo de los que tienes a tú alrededor, sino principalmente la tuya propia. 

Trata de fijarte en lo que necesita tu compañero, no cierres los ojos a los problemas ajenos. Todo Am Israel es garante uno del otro, todos nosotros tenemos la responsabilidad por nuestro prójimo. A veces con solo una palabra, o con un oído atento, podemos ayudar al otro a soportar mejor su carga.

Todos pasaremos como corderitos, uno a uno, ante el Rey de los Reyes. Todos, queramos o no. No nos podemos escapar. Pero lo mejor de todo, es que cuando pasamos, si bien Di-s nos juzga, sentimos en ese momento Su cercanía, y ese sentimiento es el placer más lindo y dulce que pueda existir.

No dejes pasar estos días, aprovéchalos al máximo, son un regalo especial de ?Nuestro Papi? que nos está esperando.