Nuestra herencia espiritual se basa en la convicción y no en la fe.
¿Cuál es la diferencia? La convicción se basa en la evidencia y varía en una escala que va desde la ignorancia hasta la sabiduría. Cuanta más información, mayor es la convicción.
En el Monte Sinai, no fue una, ni decenas de personas que presenciaron la entrega de la Torá al Pueblo de Israel, fueron por lo menos 3 millones y esto fue presenciado por sus propios ojos y transmitido a través de las generaciones de boca de padre a hijo, miles de años de tradición.
Sin embargo la fe es el resultado de un salto emocional hacia una determinada conclusión, muchas veces este salto lleva al fanatismo sin sentido y hacer cosas en contra del dictamen del Creador, como lo estamos experimentando en nuestra generación y lo vimos a través de los siglos, que por la "fe" la gente mata destruye y hace todo lo posible para obligar a otros a cumplir con sus propios designios. Así lo hizo la iglesia con la inquisición y la cruzadas, y así lo sigue haciendo el islam.
Nuestros detractores, los infames antisemitas, han dicho muchas cosas negativas sobre los judíos, pero lo único que nunca dijeron es que somos “tontos”.
En los textos sagrados está escrito que el Pueblo de Israel, es un pueblo virtuoso como dice en la tefilá “Porque a nosotros nos Has elegido y nos Has santificado de entre todos los pueblos”. Y el profeta Isaías (2: 6) dice “y caminaran los pueblos tras tu luz y los reyes por el resplandor de tu brillo”
Lo que diferencia al judaísmo de las otras creencias, radica en que se considera no solo como una religión, sino también como una cultura y una nación. Las religiones por lo general trascienden varias naciones y culturas, mientras que el judaísmo considera que la practica religiosa y la cultura fueron “concebidas” para un pueblo específico, para Am Israel.
El judaísmo no exige de los no judíos unirse a su pueblo ni adoptar su religión, aunque los conversos sinceros, son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra.
Los judíos exploran los problemas del mundo, la vida y la eternidad con el cerebro y no con las emociones, el estudio del Talmud nos enseña a pensar y analizar cada aspecto de la vida y a respetar al prójimo a pesar de sus convicciones, no las aceptamos, pero rezamos que aquellos que no están en el camino, vuelvan en teshubá.
En la lectura del Shemá de la noche, concluimos con “Emet ve emuna” que significa, es cierto y tenemos fe, cuando no podemos investigar, cuando es de noche y no podemos ver, tenemos que creer, apoyarnos en la fe; sin embargo, en la mañana, que tenemos la posibilidad de ver a la luz del día decimos Emet veyatziv, es cierto y estable - después de que investigué puedo determinar que es cierto, podemosndeducir por medio del estudio que lo que vemos o experimentamos es verdad. En nuestros días decimos: “ver para creer”
Lo que diferencia al judaísmo de las otras creencias, radica en que se considera no solo como una religión, sino también como una cultura y una nación. Las religiones por lo general trascienden varias naciones y culturas, mientras que el judaísmo considera que la practica religiosa y la cultura fueron “concebidas” para un pueblo específico, para Am Israel.
El judaísmo no exige de los no judíos unirse a su pueblo ni adoptar su religión, aunque los conversos sinceros, son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra. La práctica del judaísmo se basa en las enseñanzas de la Torá escrita como la oral, que recibimos en Sinai.
En la práctica religiosa la tradición oral desempeña un papel muy importante, todas las enseñanzas de la Torá fueron explicadas y desarrolladas por los sabios de la Mishná y el Talmud.
La Torá fue entregada a Moshé Rabeinu junto con los 10 mandamientos y conservada y enseñada desde esta época. La tradición oral rige la interpretación del texto bíblico, la codificación y el comentario de la misma.
Esta tradición oral fue transcrita, dando nacimiento a la Mishná que posteriormente sería la base del Talmud y de un enorme cuerpo exegético, desarrollado hasta el día de hoy por los rabinos y estudiosos. El compendio de las leyes extraídas de estos textos forma la ley judía, la Halajá.
El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un solo Di-s, que creó todo el mundo y eligió al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los 10 mandamientos. Consecuentemente, las normas derivadas de los textos sagrados y de la tradición oral constituyen la guía de vida del judaísmo.
En todo caso recuerda siempre que los judíos trabajamos con la cabeza, con la información, estudiamos, analizamos e investigamos, para llegar a nuestra convicciones, trabajamos con el cerebro, y no con las emociones.