Sara bat Yojeved
Para Reflexionar Juntos

El camino de regreso a casa

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Siempre que llega la parasha de Lej Leja, siento como si estuviera contando mi historia, y la historia de tantos como yo que dejaron todo lo que tenían en sus países de origen, para venir a Eretz Israel para hacer realidad un sueño.

“Lej leja me hartzejá” Vete para ti de tu tierra… es la orden que HaShem le da a Abraham Avinu. Si, para ti, no es un error de gramática, vete para ti, para tu bien y para tu beneficio como lo explica Rashi.

Todos los que dejamos alguna vez “nuestro” país, sentimos un desgarro muy profundo, como si nos estuviéramos tirando de un avión ¡sin saber si se el paracaídas se va a abrir o no! Es empezar de cero, las relaciones, el trabajo, los estudios, el idioma, todo nuevo, cada cosa se convierte en un desafío.

¿De donde sacamos las fuerzas para hacerlo? Y la respuesta es: De nuestro querido Abraham Avinu. El dejó gravado en nosotros ese potencial de poder empezar de nuevo  sin preguntas, sin quejas. Solo tratando de seguir los mensajes que Hashem va gravando en nuestros corazones.

Abraham no hizo cálculos: ¿De que voy a vivir? ¿Como voy a poder sobrevivir lejos de mi familia, de mis amigos, a donde estoy yendo?

Cuando uno sabe que está haciendo lo correcto, todas las dudas se disipan, no hay mas preguntas. Seguro que uno siente un montón de incertidumbre, pero a la vez siente la sensación de una “dulce calma”.

Lej Leja, es la historia que se repite una y otra vez dentro del pueblo judío, no sabemos a donde vamos, pero sabemos que nos dirigimos hacia Hashem, que nos vamos acercando y apegando cada vez mas al Bore Olam, que nos alejamos de toda la falsedad, la maldad, la frivolidad que teníamos en nuestra antiguas vidas para poder llegar a vivir una vida con mucho mas sentido, mas profundidad y “mucho mas verdadera”.

Siempre estamos en un constate Lej Leja, el pueblo judío siempre está en movimiento, en constante crecimiento, tratando de cumplir con la voluntad de HaShem a pesar de las dificultades y de los desafíos, y siempre con la certeza de que HaShem está con nosotros en todos nuestros caminos, que nos acompaña paso a paso, indicándonos cual es el sendero correcto.

Lej Leja es una invitación constante a cada uno y uno de nosotros, para que dejemos atrás todos nuestros miedos y ¡emprendamos el camino de regreso a casa!