Rav Osher Vais
Parasha semanal

La envidia de los Angeles

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La envidia de los Ángeles

La perashá de esta semana comienza con el versículo 1

  "Yaakov salió de Beer Sheva, y se dirigió hacia Jarán. Se topó con el lugar, y pernocto allí, pues el sol se había puesto. Tomó de las piedras del lugar y las colocó bajo su cabeza, y se acostó en ese lugar. Soñó, que había una escalera parada en el suelo, y su punta llegaba al Cielo. Los ángeles de Di-s ascendían y descendían por ella. Y Hashem se puso sobre él."

La Guemará comenta este pasaje 2:

  Se enseñaba: "Los ángeles ascendían" y contemplaban el rostro superior 3 (Rashi - la cara del hombre, entre los Cuatro animales4, tiene la semejanza de Yaakov); y luego "Descendían" y contemplaban el rostro de Yaakov. Quisieron hacerle daño (Rashi - en su envidia), pero "Hashem estaban sobre él" (Rashi - para protegerlo). Rabí Shimon ben Lakish dijo: Si el pasúk no habría sido escrito, estaría prohibido decirlo, pero esto es como un hombre que apantalla a su hijo (Rashi - protegiéndole del calor).

Del mismo modo, nos encontramos en el Midrásh 5:

Rebe Abahu dijo: Esto es comparable a un príncipe que dormía en su cuna, y las moscas estaban sobre él. Cuando su niñera vino a cuidarlo, las moscas huyeron de él. Así también, en un primer momento el pasúk dice: "Los ángeles de Di-s ascendían y descendían por ella", pero cuando HaKadosh Barúj Hu se reveló a sí mismo, los ángeles huyeron.

Yaakov Avinu mereció tener su imagen tallada en el Trono Divino. A pesar de que los ángeles ministradores, que viajaban entre el Cielo y la tierra, quedaron impresionados por él; Yaakov mismo, en su sencilla humildad, no tenía ni idea de su propia grandeza. Rabí Shimshon de Ostropole zt?l explicó que en el sueño de Yaakov, se abrieron las puertas del Cielo, y recibió una revelación del trono divino. Hasta ahora, sabía que las semejanzas de un león , niño , y águila , estaban tallados en el trono Divino. Sin embargo, nunca se había dado cuenta de que su propia imagen también estaba grabada en el trono. Por lo tanto, él dijo6:

"Realmente, Hashem está en este lugar, pero yo no lo sabía".

Él era consciente de , un acrónimo de león, hijo , y águila , pero no tenía conocimiento de que ????? era de hecho , que es un acrónimo de los tres anteriores y su propia semejanza formado por la cuarta "pata" del Trono.

Vemos que los ángeles estaban celosos de la grandeza de Yaakov, sin embargo, es difícil para nosotros entender cómo los ángeles del Cielo podrían ser portadores de la emoción de la envidia. Esto es especialmente confuso, ya que la Guemará parece decirnos explícitamente, que no hay envidia entre ellos7:

Rabí Yehoshua ben Levi dijo: Cuando Moshé ascendió al cielo, los ángeles ministradores dijeron ante HaKadosh Barúj Hu, "Amo del Universo, ¿qué hace este mortal nacido de una mujer, entre nosotros?"

"Él ha venido a recibir la Torá", dijo Hashem.

"El tesoro precioso que has guardado desde novecientos setenta y cuatro generaciones antes de la creación del mundo, ¿Ahora quieres dárselo a la carne y la sangre [haciendo referencia al hombre]? ? "¿Qué es el hombre, para que lo recuerdes, y el hijo del hombre, para que te acuerdes de él?"8, "Hashem, nuestro Maestro, qué poderoso es tu nombre en toda la tierra. Da tu gloria (una referencia a la Torá) a los cielos9?. Dijeron los ángeles ante Hashem.

"Respóndeles" HaKadosh Barúj Hu ordenó a Moshé.

"Amo del Universo, temo que puedan quemarme con el aliento de su boca", dijo Moshe.

"Agarra Mi Trono de Gloria, y dales una respuesta", dijo Hashem, como está escrito: "agarrando el extremo del Trono, Su nube se extenderá sobre él10". Rabí Najum interpreto esto como que Hashem extendió el resplandor de su Shejiná, y su nube (de protección) hacia Moshé.

Moshe dijo, "Amo del Universo, la Torá que deseas darme, ¿que está escrito en ella?; ?Yo soy Hashem, tu Di-s, que te sacó de la tierra de Egipto11".

  Luego se volvió hacia los ángeles y les preguntó: "¿acaso ustedes descendieron a Egipto? ¿Estuvieron esclavizados por el faraón? ¿Por qué entonces deberían tener la Torá?"

"¿Qué más dice la Torá?" Continuó Moshe: "No tendrás otros dioses". ¿Es que ustedes habitan entre los gentiles, que adoran a los ídolos? ¿Qué más dice la Torá?: "Acuérdate del día de Shabat, para santificarlo. \'¿Tienen alguna labor, de la que deben descansar?, ¿Qué más dice la Torá?: "No tomen (el nombre de Hashem en vano)". ¿Tienen transacciones comerciales (que podrían tentarlos a jurar falsamente)?. ¿Qué más dice la Torá?: "Honra a tu padre y a tu madre". ¿Tienen padres y madres?, ¿Qué más dice la Torá?: "No mataras, no adulteraras, no robaras". ¿Tienen envidia o Yetzer hará [mal instinto] entre ustedes (que podría tentarlos a hacer estos pecados)?

Inmediatamente estuvieron de acuerdo con HaKadosh Barúj Hu por los argumentos de Moshé, como vemos que repitieron el pasúk: "Hashem, nuestro Maestro, que poderoso es tu nombre en toda la tierra." Pero esta vez, no dijeron: "da tu gloria a los Cielos".

Moshe Rabenu baso su argumento en el hecho de que no hay envidia, u otros rasgos negativos entre los ángeles. Rabí Akiva Eiger, en su comentario en el Talmud, señala una aparente contradicción con el comentario de Rashi sobre el Jumash 12, en el que nos encontramos con que por cuanto que el hombre se asemeja a los ángeles, Hashem le pidió su consentimiento antes de que él lo creara, con el fin de no provocar sus celos. Aquí vemos que los ángeles son en verdad manchados por el rasgo de la envidia.

Rabí Akiva Eiger podría haber traído una prueba aún más convincente de la Guemará antes citada, en la que los ángeles deseaban matar a Yaakov Avinu, en su terrible envidia de él.

Para responder a esta pregunta, debemos tomar nota de la redacción exacta del argumento de Moshe Rabenu: "¿Tienen envidia... entre vosotros?" Lo que nos indica que verdaderamente los ángeles no tienen envidia de unos a otros. "Ellos se dan permiso unos a otros amorosamente para santificar a su Creador", como decimos en la berajá antes de Shemá de la mañana. Por lo tanto, no tienen ninguna necesidad de la Torá para hacer la paz entre ellos. Sin embargo, su envidia de la humanidad, y específicamente de Yaakov que representaba a la perfección del hombre, está en un nivel totalmente diferente. Se dieron cuenta de que por medio de la Torá, el hombre puede llegar a un pico de perfección sublime. El hombre mismo puede llegar a ser la escalera que une el cielo y la tierra. Rav Jaim de Volozhin zt?l explica13 que el" tzelem Elokim - imagen de D-os", con la que el hombre fue creado, significa que tiene la capacidad de construir y destruir, levantar y derribar, el in-fluye en toda la creación a través de sus obras, en una manera en la que los ángeles son totalmente incapaces.

Tal vez por esta razón Hashem dijo a Moshé: "Agarra Mi Trono de Gloria" antes de responder a los ángeles, para protegerlo de su aliento de fuego, Los ángeles verían la semejanza de Yaakov grabada en el trono, y de ese modo recordarían la envidia que sintieron hacia él hace mucho tiempo, cuando se dieron cuenta de que él era la escalera que conecta el cielo y la tierra, y trae toda la creación a su cumplimiento. Fue esta misma envidia que estaban experimentando una vez más, cuando un descendiente de Yaakov, Moshe, subió al cielo para recibir la Torá, en nombre de Klal Israel.

La Guemará dice en otra parte14 que cuando el ángel guardián de Esav luchó contra Yaakov Avinu, el polvo de sus pies ascendió al Trono de la Gloria. "Se dio cuenta de que no podría con él15." Cuando el ángel de Esav vio que era incapaz de eliminar la semejanza de Yaakov del Trono de la Gloria, trató de al menos ocultar su semejanza, cubriendo el Trono con una nube de polvo. De esta manera, esperaba reducir al mínimo la influencia de Yaakov en el mundo.

  "Una persona siempre debe aspirar a que sus obras lleguen a las obras de los Avot [patriarcas] 16." Rabí Israel de Ruzhin zt?l explicó que no podemos esperar alcanzar real-mente la grandeza de los Avot, ya que su santidad y justicia están más allá de nuestro alcance. Sin embargo, debemos aspirar a por lo menos "tocar sus obras," emulándolos a la medida de nuestras posibilidades.

Quizá otra explicación, es que realmente podemos esperar a "tocar" a ellos, ya que el Avot mismos descienden, para mantener contacto con nosotros, y de este modo nos atraen hacia su nivel. El mérito de los Avot perseverará hasta el fin de los tiempos. Y así quedan unidos eterna-mente a sus descendientes hasta el final de todas las generaciones. "La cuerda triple no se romperá fácilmente 17." Esto se refiere a los méritos de los tres Avot: Abraham, Itzjak y Yaakov. Ellos siempre estarán ligados a sus descendientes, con cuerdas de amor. Del mismo modo que de-pendemos de su mérito para protegernos, ellos también dependen de nosotros para continuar con su misión, mediante la difusión de la santidad de Hashem en el mundo. Siguiendo sus pasos, también podemos aspirar a ascender a las alturas de la grandeza espiritual.

     Fuentes

1 Bereshit 28:12

2 Julin 91:2

3 En el trono celestial están tallados 4 rostros, dos animales un niño y una persona y esa persona es Yaakov, más adelante veremos cuáles eran los animales.

4 Esta es una referencia a la figura de cuatro animales que soportan el trono divino (ver Ezequiel, cap. 1).

5 Bereshit Rabba 69:3

6 Bereshit 28:16

7 Shabat 88b

8 Tehilim 8:5

9 Tehilim 8:2

10 Yob 26:9

11Shemot 20:1-12

12 Bereshit 1:26

13 Nefesh Hajaim 1:1

14 Julin 91a

15 Bereshit 32:26

16 Tanna D?Vei Eliahu Rabba, cap. 23

17 Kohelet 4:12