Rab. Shraga Simmons
Panorama

Parashá Mishpatim-18

First slide

"Espiritualidad Práctica y Realista"

Éxodo 21 - 24

La parashá de la semana pasada nos relató sobre la revelación de D'os al pueblo judío en el monte Sinai. Fue un viaje espiritual tan poderoso que todos los judíos vivieron la experiencia de que sus almas se desprendieron de ellos.

La parashá de esta semana, Mishpatim, es una de las secciones más largas de la Torá, la cual contiene un lista extensa de más de 50 distintas mitzvot. En ellas están incluidas las leyes que tratan sobre el asesinato, el secuestro, perjuicios personales y daños de propiedad ajena, prácticas ocultas, ayuda al pobre y vulnerable, retornar objetos perdidos, y aliviar el sufrimiento de los animales.

La yuxtaposición entre las dos parashot es increíble: después de la elevación espiritual en el Monte Sinai, ¿por qué es que D'os nos "bajaría a la tierra" (por decirlo así) con todas estas leyes de la vida diaria?! Es como haber sido calentados y luego tirados a la ducha helada. Aparentemente, las dos parashot, están a una distancia de 180 grados.

Realmente, ellas son las dos caras de una misma moneda. Lo espiritual no es alcanzado meditando solo en la cima de una montaña o estudiando en un monasterio en medio del bosque. La espiritualidad judía llega a través del uso del mundo que nos rodea de una manera que lo eleva y nos eleva. Es por esta razón que las ieshivot están siempre ubicadas cerca de la ciudad y del centro de actividad comercial.

Los judíos no nos retiramos de la vida, nosotros la elevamos. La noche del viernes, nosotros elevamos la copa de vino y la usamos - no para embriagarnos - sino para hacer kidush y santificar el día de Shabat. La espiritualidad y la santidad - dice el judaísmo - se encuentra en la cocina, en la oficina, y sí, incluso en la habitación.

 

Un Flash de Inspiración

Si eso es verdad, ¿por qué nosotros necesitábamos al monte Sinai?

Porque una poderosa experiencia espiritual es lo que enciende nuestro motor. Todos nosotros hemos tenido un momento de visión - ya sea en un seminario de discovery, o estando en la cima de Masada. Pero ese sentimiento sólo dura algunos momentos.

Maimónides explica esto metafóricamente de la siguiente manera:

Imagina que estás perdido en la noche, caminando penosamente con el barro hasta las rodillas a través de una oscura tormenta.

De repente, un flash de luz aparece, iluminando la calle. Es la única luz que podías ver por varias millas. Este único flash debe guiarte a través de la noche.

Así también, dice Maimónides, un estallido de inspiración tendría que durar por años.

La Torá nos dice que para maximizar un momento de visión, necesitamos concretizarlo. La visión espiritual debe tener raíces en la realidad de nuestro mundo físico.

Esta es la razón por la cual - después de que se nos ordenó en la parashá pasada "no robarás" - la parashá de esta semana describe cómo procesar a un ladrón! El elevado nivel de ayer no garantiza que mantengamos ese nivel mañana. Sólo mediante las leyes de la vida diaria nosotros podemos tener la esperanza de transformarnos a nosotros mismos y al mundo.

 

Letra Vs. Espíritu

Toda sociedad profesa ideales de justicia y compasión. Pero ¿hasta dónde estos ideales encuentran su expresión en la vida de todos los días?

La clave es la legislación. Al legislar mitzvot como la de retornar objetos perdidos y ocuparse de la viuda y el huérfano, la Torá construye un marco para una profunda transformación personal.

Esto realmente describe todo el tema de "la letra de la ley" versus "el espíritu de la ley". "La letra de la ley" es hacer un acto porque está ordenado por la Torá. "El espíritu de la ley" es hacer un acto por un sentimiento interno.

Por ejemplo: la caridad. La Torá ordena dar 10 por ciento de nuestras entradas para caridad (la letra de la ley), lo cual tiene la intención de desarrollar dentro nuestro un sentimiento de compasión hacia otros (el espíritu de la ley).

Por supuesto, idealmente nosotros debemos tener los dos. Pero si nos dan la opción entre uno y otro, ¿cuál es realmente más importante?

Examinemos el siguiente caso de Dennis Prager:

A dos judíos (de igual riqueza) se les acerca una mujer pobre que necesita dinero para operar a su hija de cáncer - que D'os nos libre. Uno de estos judíos, al escuchar el pedido de la mujer, siente un profundo sentimiento de compasión, y en medio de lágrimas, le da a al mujer un dólar. El otro judío no se estremeció, y de hecho él estaba apurado y no podía hablar con la señora. Pero puesto que él cumple con la ley de la Torá que requiere dar un 10 por ciento de las ganancias para caridad, entonces le dio a la señora $100 dólares.

 

Entonces, ¿quién es el "mejor judío"?

Al judaísmo le encantaría que tú des 10 por ciento de tus ganancias con todo tu corazón. Sin embargo, sospecha que en la mayoría de los casos, si nosotros esperaríamos que el corazón de las personas los muevan a dar miles de dólares anualmente, esperaríamos mucho tiempo. El judaísmo dice: Da 10 por ciento - y si tu corazón lo siente, fantástico. Por el momento, un gran bien ha sido hecho.

¿Cuál es la lección de esto? "Hacer" es más importante que "sentir". Y esta es una de las lecciones que los judíos pueden enseñar al mundo de hoy que celebra los sentimientos. "¿Cómo te sientes sobre esto?" no es la pregunta judía. "¿Qué haces respecto de esto?" es la pregunta judía.

La primer oración de la parashá de esta semana es "Veele hamishpatim asher tasim lifneihem" - lo que se puede traducir como: "Y estas son las leyes que debes poner 'dentro' de ellos". El Zohar explica que los ideales del Sinai deben ser 'internalizados' y absorbidos por nuestros huesos. Cuando tenemos un momento de visión y claridad, debemos trasladar esa energía a una actividad diaria concreta.

La validez de cualquier experiencia religiosa se ve si el resultado es una mejor persona. La Torá nos dice, que así es que nosotros debemos llevar las alturas del Sinai… a la práctica en la tierra.

Shabat Shalom