Rav Yoel Schwartz
Entendiendo el Judaísmo

El pueblo judío historia y religión

EL PUEBLO JUDIO Uno de los más necesarios interrogantes que se plantea la mente moderna es: ¿Qué es un judío?, el concepto de la identidad judía se halla situado en el centro de la pregunta con respecto a la identidad humana misma. Cada época se ha v
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EL PUEBLO JUDIO

Uno de los más necesarios interrogantes que se plantea la mente moderna es: ¿Qué es un judío?, el concepto de la identidad judía se halla situado en el centro de la pregunta con respecto a la identidad humana misma.

Cada época se ha visto obligada a formular su propia excusa para justificar su rechazo a la realidad judía en toda su compleja amplitud. Mas aún, cada uno de estos subterfugios concebidos se han pulverizado en el suelo de su propia inefectividad.

Las ideologías nazi y comunista siempre han afirmado que la identidad judía es la más peligrosa de todas, y la sociedad democrática contemporánea sostiene que ella es irrelevante a los asuntos y desafíos del momento actual.

Ambas posturas tienen en común su negativa a enfrentar los retos que la judeidad representa como parte intrínseca de la visión global del mundo. No obstante, en vista de la combinación actual, por un lado de la libertad social y por el otro la notoria carencia espiritual, la verdadera vocación del pueblo judío se revela al ser testigos de la Verdad Divina frente a los pueblos de la tierra. El judaísmo tiene ahora la oportunidad de revelarse y ser reconocida por el mundo.

 

Mirando la Historia

Las crónicas de la época relatan que un emperador alemán del siglo XVIII Guillermo, estaba un día discutiendo acerca de temas religiosos con uno de sus ministros a quien le inquirió: "Dadme una prueba de la existencia de Di-s que sea irrefutable”. El ministro sin titubear le respondió: "Majestad, los judíos”,

Los Hijos de Israel se constituyeron en una nación en medio de circunstancias inauditas. Solitarios en el desierto, mucho antes de que poseyeran siquiera un país propio. Se liberaron de la esclavitud de Egipto acompañados por milagros y sucesos maravillosos, que culminaron finalmente en la Revelación Divina del monte Sinaí de la cual el mundo entero se percató.

Mas aún, en esa ocasión la revelación fue solo para Am Israel, ellos fueron los únicos participantes activos que presenciaron la entrega de la Torá, este pueblo se formó en Mitzrayim donde se tornó en una nación unificada.

Posteriormente entraron en la Tierra que les había sido prometida a sus antepasados Avraham, Yitzjak y Yaacov. Sin embargo fueron más tarde exiliados nuevamente de su Tierra, tal como se les había sido advertido por sus propios profetas, Y esto es lo que les ocurriría, si no se apartaban de sus caminos equivocados.

Luego, tras un exilio de setenta años, volvieron de su cautiverio, también como les había sido ya predicho por los mismos profetas.*

Durante el imperio romano, con la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem, fueron nuevamente expulsados de su tierra. Durante el transcurso de dos mil años el Pueblo Judío fue disperso por los cuatro confines del mundo, pero aún así, resistieron firmemente cualquier intento de destrucción, alimentados por la promesa Divina predicha por el Profeta Malaji (Malaquías 3:6): "Porque Yo el Eterno; no he cambiado –mi decisión de mantenerlos en este mundo-- y a vosotros, hijos de Yaakov, no he consumido”. (el comentarista Rashi explica “Aunque Yo me he enojado, no He cambiado Mi opinión como en el comienzo… de terminar con ellos)

Y últimamente, en los últimos 80 años, al cabo de este largo exilio, fuimos testigos presenciales de un inmenso retorno del pueblo de Israel a su Tierra ancestral. Aunque inmensas distancias separan las dispersas comunidades Judías, y diferentes culturas las rodean, a pesar de todo, el lazo común que atrae a este pueblo, aún existe ese “magnetismo” para devolverlos a casa, a una nueva consolidación nacional en la Tierra que les fue entregada por Di-s.

Am Israel todavía conserva la Verdad contenida en su Torá y sus enseñanzas, vemos nuevamente como estas tienen aún el poder de agrupar junto a ellos a gente proveniente de todos los tipos de civilizaciones humanas, cuyo único deseo común es conocer a Su Creador.

Un punto cardinal de la fe judía, es que la Torá fue entregada por HaShem a Am Israel. Ahora siguiendo la consecuencia lógica que prevalece hoy en día entre los laicos y los pueblos del mundo, es improbable que Di-s haya creado al hombre y luego lo haya abandonado a su suerte sin proporcionarle líneas directrices en el área más importante de su vida, es decir el campo de la moral y el cumplimiento de la voluntad Divina.

Puesto que el origen de la Torá es Divino, estamos obligados a comprenderla en su forma especial y profunda, tanto Su mensaje y también Su contenido. En términos generales la Torá está escrita en una forma de narrativa histórica, mas no está estructurada de acuerdo a secuencias correlativas. Tenemos que entender y aprender que la Torá es sagrada y profunda en sus cuatro distintos niveles de entendimiento, PARDES**, por lo tanto no puede ni debe ser incluida bajo la denominación de documento histórico.

Esto ha llevado a muchos estudiosos erróneamente a considerarla una obra de carácter ficticio, desligada de acontecimientos reales; mientras que otros, por el contrario se han empeñado en clasificarla como puramente histórica sin un contenido espiritual más elevado.

Ambos puntos de vista son erróneos, no alcanzan a penetrar hasta la esencia misma de la relación especial y única que tiene la Torá con su Pueblo. Sin embargo, descubrimientos arqueológicos modernos le han ayudado al mundo a entender en cierta forma el mosaico de la vida rica del judaísmo, su continuidad y la moralidad que nos sigue enseñando, y lo mas importante, relacionarla con la gente de la Torá, mostrando el arsenal inmenso de nuestros conocimientos sobre la vida general, tanto en la antigüedad como la relevancia que tiene en nuestros días. Así ha sido expresado por el destacados profesores y arqueólogos de nuestros días. Uno de ellos, el Profesor W. Albright Escribió:

"La tradición hebrea posee, en la clara descripción de sus fundamentos tribales y familiares, una ventaja sobre todas las demás tradiciones nacionales.

Desde sus más tempranos orígenes hasta las acontecimientos sucedidos en los diferentes exilios, no se encontrará otra historia comparable a ésta con tanta claridad”. Más adelante afirma:

"Hasta hace muy poco, los historiadores consideraban el relato bíblico sobre las tradiciones de los Patriarcas del Libro del Génesis como una falsa reconstrucción de los escritores hebreos de las época de las distintas monarquías, egipcios, filisteos, asirios, etc. Sin embargo, los descubrimientos de la última generación han alterado radicalmente esta percepción”.

A excepción de algunas fricciones entre los investigadores mas antiguos, no hay un solo historiador que no se haya impresionado por los numerosos hallazgos que apoyan la estricta veracidad de la historia. Cabe destacar nuevamente que la Torá no es un libro de historia.

El Doctor Yojanán Aharoni escribió en su monografía histórica sobre la Tierra de Israel lo siguiente:

"Los nuevos descubrimientos han transformado radicalmente el enfoque de los investigadores a la Biblia. Ahora ven también un origen histórico desde el primer momento, que incluye los orígenes del pueblo. La actitud de los científicos ha cambiado no sólo porque en el ínterin se han hallado otras fuentes (históricas) que describen los eventos mencionados en la Biblia desde la perspectiva de su participación en la vida del pueblo egipcio y de los primeros asirios y cananeos. Su actitud ha cambiado porque las Escrituras ya no existen en el vacío; hoy en día tenemos ya clara la imagen de asentamiento del mundo y de los países en los cuales estos eventos ocurrieron, sus costumbres y leyes, tal como son descritas en la Tanaj, tanto los nombres como los lugares mencionados, que son sólo apropiados para la época en discusión.

 

Ningún escritor o editor pudo haber sido capaz de ensamblar relatos y detalles como éstos cientos de años después de su acontecimiento, puesto que las condiciones y las costumbres han cambiado drásticamente. El fondo histórico, las condiciones y las costumbres de vida son propias sólo del segundo milenio antes de la era común. No hay ningún científico serio que sea realmente capaz de argüir en este punto, es decir, que estas tradiciones fueron transmitidas de generación en generación hasta que tomaron su lugar en las Escrituras.” 

En el mundo de la naturaleza también abundan pruebas de que la información enseñada por la Torá es correcta, confirmando su origen divino.

 

Algunas pruebas:

Por ejemplo, La Ley Oral, de acuerdo con la Torá, al discutir los signos de cashrut alimenticia en los peces, permite sólo aquellos que posean aletas y escamas, afirma que todo pez que posea escamas también tiene aletas —lo que ha sido comprobado como científicamente correcto.

El Talmud en el Tratado de Julín pregunta al respecto de esta asombrosa información: “¿Acaso Moshé era un pescador?” para que fuera capaz de conocer todos estos detalles de los animales permitidos para ingerir por un judío. Puesto que no lo era, la respuesta más obvia es que los conocía por revelación divina.

Nuestras tradiciones igualmente declaran que el hombre es, por naturaleza desde su creación, herbívoro; el permiso para consumir carne se le fue dado sólo después del Diluvio. Una inspección de la estructura dental humana nos revela que es plana, y es más apropiada para la ingestión de vegetales que para la masticación de carne animal, más aún la digestión de granos se realiza después de masticar en la boca, no así la carne que es digerida en el estómago.

A fin de calcular la fecha de las festividades y de establecer un calendario para la celebración de las festividades religiosas, se requiere de un profundo y minucioso conocimiento de astronomía y matemática, mucho mayor de lo que prevalecía hace miles de años cuando fue establecido por los primeros Tanaim. Esto indica que se contaba en esta época, de una tradición al respecto que llenaba las deficiencias propias del conocimiento puramente humano, tradición cuyo origen provenía de la enseñanza otorgada directamente por Di-s. Los cálculos los encontramos en el Tratado del Talmud Rosh HaShana.

Desde los tiempos bíblicos, los eventos históricos han proporcionado abundantes ejemplos de fiel cumplimiento de las palabras de la Torá y el Tanaj.

Sobre la diáspora del Am Israel por no cumplir con las ordenanzas de la Tora esta dicho en el Libro de Vayikrá -Levítico 26: 32-33

“Asolaré también la tierra (de Israel), y se sorprenderán por ello vuestros enemigos que en ella moren; y a vosotros os esparciré entre las naciones que os perseguirán con la espada, y vuestra tierra estará asolada y desiertas vuestras ciudades”.

 

Otra profecía sobre el exilio

“Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la Voz del Señor, tu D’s”. (Deuteronomio 28:62)

Otra de las profecías revela que la Tierra de Israel fue prometida exclusivamente al pueblo judío, y desde su exilio, como la Torá lo predijo, ninguna otra nación jamás se ha establecido en asentamiento permanente en esta tierra.

"Ningún pueblo ha mantenido durante un periodo tan prolongado un vínculo tan emotivo con determinado rincón del planeta", sostiene el historiador Paul Johnson en La Historia de los judíos, aunque, paradójicamente, "durante más de tres cuartas partes de su existencia como pueblo, la mayoría de los judíos hayan vivido fuera de la tierra que consideran suya". 

Este fenómeno es una concreción de las proféticas palabras de la Torá en Vaykrá --Levítico 26:32:

"Y Yo haré que la Tierra sea desolada, y destruya a vuestros enemigos que ahí habiten.”

El comentario bíblico Torat Cohanim comenta sobre el particular: “Esta es una buena medida para el pueblo judío”, es decir, que ningún enemigo hallará jamás descanso o abundancia en la Tierra de Israel. El comentarista medieval Moshé ben Najmán (Najmánides) añade:

"Estas son buenas nuevas que deberían ser proclamadas donde se hallen los exiliados: que nuestra Tierra no acepta a nuestros enemigos”. Y, de hecho, desde que la Tierra de Israel fue conquistada por los romanos, declinó progresivamente y ni ellos ni los bizantinos ni los árabes ni los mamelucos o los turcos, por no hablar de los ingleses, han tenido nunca éxito en hacer de ella algo más que una provincia desatendida, sin vitalidad o atracción propia.

Sólo el tenaz sentimiento judío de correspondencia a lo largo de todo este tiempo ha logrado convertirla de nuevo en un HOGAR, un lugar digno de atención. Ni siquiera la economía interna ha prosperado nunca sin la ayuda de los judíos, como fue profetizado en el Profete Yejezkel--Ezequiel 36:8 :

 "Vosotras, montañas de Israel, alargad vuestras ramas y rendid vuestro fruto a Mi pueblo, porque ellos están cerca de venir.”

El señorío árabe sobre la Tierra de Israel anterior al reciente retorno de los asentamientos judíos, tiene una asombrosa explicación en la literatura mística del Zohar, en donde se interpretan los versículos 21-23 del capítulo 30 del Libro de Proverbios:

“Por tres cosas la tierra tiembla, y por cuatro no puede permanecer: por un siervo cuando reina; y un hombre vulgar cuando está saciado con comida; (por) una mujer odiada (por su esposo) mientras está casada, y una sierva que reemplaza a su patrona”. (Ishmael hijo de Hagar, la sirvienta de Sara que se le fue entregada a Avraham para procrear)

Los hijos de Ishmael-- es decir los árabes, descendientes de Hagar, la sirvienta de Abraham, estos tienen una parte en el mandamiento de la circuncisión, por lo tanto pueden “gobernar” la Tierra de Israel, pero puesto que este mandamiento carece de su auténtica cualidad, cuando es cumplido por ellos, su posesión de la Tierra es sólo temporal y puede serles retirada cuando los verdaderos hijos regresen.”

Comprobamos así que en el “palpitar” del mundo actual a causa de las luchas por la Tierra de Israel, una de las profundas enseñanzas de la sabiduría mística y el estudio profundo de la Torá emerge inquietante ante nuestros ojos.

 

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*A raíz de un decreto del rey persa Ciro, conquistador del imperio de Babilonia (538 AEC), 50.000 judíos emprendieron el Primer Retorno a la Tierra de Israel, dirigidos por Zorubabel, de la casa real de David. Menos de un siglo después, el Segundo Retorno fue dirigido por Ezra el Escriba. Durante los siguientes cuatro siglos, los judíos conocieron diversos grados de autonomía bajo el dominio persa (538-333 AEC) y posteriormente el helenístico - ptolemaico y seléucida - (333-63 AEC).

 

** PARDES

PARDES (heb. ?????????), se usa como acrónimo para los cuatro tipos de exégesis bíblica: Peshat ('el significado literal'), Remez ('insinuasión', es decir, alusiones veladas como gematria y notarikon), Derash ('interpretación homilética' )y Sod (el secreto, es decir, la interpretación de lo oculto), estando la palabra formada por las letras iniciales de estas cuatro palabras.

 



Sobre el Autor
El Rabino Yoel Shwartz es un estudioso y prolífico escritor ha publicado más de 200 libros. Estudió en las grandes Yeshivot de Poneviz y Mir. Tuvo el merito de estudiar con el famoso Rosh Yeshiva de Yeshivat Mir, el rabino Jaim Shmuelevitch zt \"l. En la actualidad se desempeña como Ram en la Yeshiva Dvar Yerushalayim. El Rabino Schwartz también ha sido consejero espiritual y educador desde el inicio del programa de alumnos de Yeshiva que se enrolan en el Ejército de Israel. Participó en el proyecto de creación de un tribunal y de la infraestructura para Bnei Noaj. El Rabino Schwartz es también el Presidente de la Corte Suprema, Av Beit Din, de este Tribunal, el Tribunal Especial para Cuestiones Relativas Bnei Noaj, conocido en hebreo como Beit Din L\'inyanei Bnei Noaj, o BDBN. Reside en Jerusalén con su esposa, hijos y nietos.

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