Parashat Haazinu"
Porque no es algo vacío para ustedes, porque es vuestra vida, y por eso van a extender vuestros días en la tierra que ustedes cruzan el Jordán allí, para heredar! (Devarim 32, 47).
Es decir, que el cumplimiento de la Torá no es algo vano, vacío y sin sentido, que no tiene ningún tipo de influencia sobre la realidad, sino exactamente todo lo contrario!
¿Por qué?
Porque lo espiritual es causa y lo material es consecuencia!
Y si nosotros actuamos en armonía con las leyes espirituales de la Torá, todo se alinea en armonía y podes permanecer en la tierra de Israel con alegría y bendición, heredando la tierra!
Empero, si no cumplimos con las leyes, la tierra de Israel que es una tierra donde rigen en forma más marcada aún las leyes espirituales, no tolerará nuestra presencia aquí!
Y los sabios explicaron, que si la persona siente que la Torá es algo vacío, eso no es culpa de la Torá, sino eso significa que la persona no estudió ni invirtió suficiente tiempo en conocer sus profundas contenidos, verificando como es cien por ciento verdadero, que ella es realmente nuestra vida, y que de ella depende la calidad y cantidad de nuestros días sobre la tierra!
"¿Acaso a Hashem atribuiréis esto? pueblo perverso y no sabio, ¿acaso (Hashem) no es Tu padre que te adquirió, te hizo y te estableció?" (Devarim 32, 6).
Moshé critica la actitud futura que tomará el pueblo judío, el cual eventualmente inculpará a Hashem por las cosas malas que le suceden, en lugar de "hacerse cargo" y tomar responsabilidad, reconociendo que fue por su falta de inteligencia y su falta de agradecimiento a Hashem por todo el bien que le hizo, que trajo sobre sí todo el mal!
Y esta actitud que critica Moshé en el pueblo judío, es una actitud muy recurrente en gran parte de los seres humanos, que cuando les suceden cosas malas, buscan siempre a los culpables y responsables a nivel externo, en lugar de buscar las causas verdaderas, que en forma profunda, siempre tienen que ver -directa o indirectamente- con aquello que sucede a nivel interno!
Y Hashem que permitió que vengamos a éste mundo, que tengamos una familia, que tengamos Beezrat Hashem un buen pasar, etc. sin lugar a dudas que tendríamos que buscar vivir acorde a sus leyes y mandamientos, también como forma de agradecimiento por todo lo que nos dá!
Y la verdad es, que en lugar de esperar a que lleguen los "sacudones" que aparecen mencionados a continuación en la parashá de Haazinu, sería mucho mejor que tomemos conciencia y hagamos los cambios que tenemos que hacer alinéandonos con las leyes divinas entregadas para nuestro bien, en lugar de hacerlo "obligadamente", cuando cosas no deseadas sucedan, instándonos "si o si" a recapacitar y despertarnos!
"Y engordó Yeshurún y golpeó, engordó, se densificó y se encabritó, y abandonó al D-s que lo creó, blasfemando la Roca de su Salvación" (Devarim 32, 15).
Cuando las personas tienen éxito a nivel económico, profesional, político, deportivo, social o éxito del tipo que sea, pueden llegar a sentir que el mundo les pertenece, que todo está en sus manos y que sólo "el Cielo es el límite".
Sin embargo, el tipo de sentimientos que el éxito puede llegar a generar, puede provocar que la persona se olvide de Aquel que le dió vida, fuerza y bendición para poder lograrlo, haciendo caso omiso a las leyes divinas y alejándose de su dimensión espiritual, pensando erroneamente que puede prescindir de ello!
Empero, si la persona llega a cometer este grave error, es muy posible que del Cielo la sacudan, mostrándole cuán debil y vulnerable en realidad es.
Y Hashem tiene muchos caminos para "reubicar a la persona" y volver a despertarle su recato y su humildad, ya sea haciendo - no sobre nosotros- que la persona sufra un reves a nivel económico, o que su salud repentinamente se deteriore, o que le pase algo a nivel personal o familiar que le cambie todas sus "cartas"...
Es por todo esto, que la persona debe de conservar todo el tiempo su périfl bajo, su recato y su humildad, no creérsela por sus éxitos, utilizándolos para beneficio y bendición en la vida de los demás, agradeciendo permanentemente a Hashem por todo aquello que hizo y hace, para que todos sus logros puedan ser posibles!
Desde esta actitud debemos de presentarnos ante el Juez Supremo en el sagrado día de Iom Kipúr, el cual se acerca sobre todo el pueblo de Israel para alegría, felicidad y bendición!
"Desde enfrente contemplarás la tierra y allí no vendrás, a la tierra que yo doy a los hijos de Israel" (Devarim 32, 52).
Una vez preguntó el Rav Yaacov Peretz Shlit"a en el Beit Midrash Sefaradí en Yerushalaim, en qué somos nosotros mejores que Moshé!
Los alumnos no supieron qué responder, pues es difícil competir con la imponente figura y liderazgo de Moshé!
El Rav Peretz dijo entonces: en que nosotros estamos vivos!
Es decir, con todo lo grande que fue Moshé, en el hecho que estamos vivos, estamos en mejor situación supuestamente que Moshé, pues aún podemos actuar y aún podemos corregir.
Yo humildemente agregaría otra cosa, justamente en base a este último versículo citado de la parashá de Haazinu.
Moshé no pudo llegar nunca a la tierra de Israel y nosotros en cambio, tenemos el mérito de poder vivir en ella y sino al menos tenemos el mérito de sernos posible poder llegar!
Y sin lugar a dudas, todo lo que pasa en el mundo tiene que ver directamente con el proceso de Redención hacia el cual el pueblo de Israel y la humanidad toda se dirige;
Y el hecho que muchos jóvenes, familias y también personas mayores, vean hoy en día en la aliá una opción real y concreta, y no sólo algo que como máximo sucederá en el futuro lejano, es parte intrínseca e inseparable de todo el proceso de Redención, tal como fue explícitamente expresado repetidamente por todos los grandes sabios y profetas de Israel.
Nuestra realidad es mejor que la realidad de Moshé!
Las campanas de la historia nos invitan a regresar!
Shabat Shalom y Shana tova
Rav Richard Kaufman