Rina Levi
TANAJ

Sefer Shoftim - 1

Sefer Shoftim El libro de Jueces Hemos hecho una adaptación libre del libro de Shoftim, (no una traducción literal) con comentarios basados en el libro Meam Loez. Dividiremos el libro en cuatro partes y los comentarios serán escritos en letra cursiva. Capítu
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Sefer Shoftim

El libro de Jueces

Hemos hecho una adaptación libre del libro de Shoftim, (no una traducción literal) con comentarios basados en el libro Meam Loez. Dividiremos el libro en cuatro partes y los comentarios serán escritos en letra cursiva.


Capítulos 1:1 - 4:24

El libro de Shoftim - Jueces - fue escrito por el profeta Shmuel.

Después de la muerte de Iehoshúa los hijos de Israel preguntaron a D'os: "¿Quién de nosotros subirá primero para luchar en contra de los Quenahanitas?".


D'os les dijo: Iehudá subirá! He aquí, Yo he dado la tierra en sus manos. Iehudá le dijo a su hermano Shimón: "Sube conmigo a mi porción y lucharemos en contra de los Quenahanitas. Entonces yo iré contigo a tu porción". Y Shimón fue con él. Entonces Iehudá subió y D'os le dio a los quenahanitas y a los perizitas en sus manos. Ellos los vencieron en Bezek, diez mil hombres. Encontraron a Adoni-Bezek y lucharon contra él, pero Adoni-Bezek escapó y ellos lo persiguieron y lo agarraron y le cortaron los dedos de la mano y de los pies. Y Adoni-Bezeq dijo que él había hecho lo mismo con 70 reyes y por eso D'os le estaba castigando de la misma manera. Ellos lo llevaron a Jerusalem y allí murió.

Los hijos de Iehudá lucharon en contra de Jerusalem y la conquistaron. Luego siguieron luchando con los quenahanitas que vivían en las montañas, el desierto y las tierras bajas. Y llegó a Jebrón, cuyo nombre era Kiriat Arbá, de allí fueron a Debir, que era llamada Kiriat Sefer. Allí Caleb dijo que quien la conquista se casaría con su hija Ajsá . Otniel ben Kenaz, el hermano menor de Caleb, la conquistó y se casó con ella.

Los hijos de Keini, el suegro de Moshé, salieron de la ciudad de las palmeras hacia los hijos de Iehudá en el desierto de Iehudá, y se unieron para vivir con el pueblo.

Entonces Iehudá conquistó Zeftá, y Gaza y Ashkelón, y Ekrón. D'os estaba con Iehudá y tomaron posesión de las montañas pero no pudieron tomar posesión de aquellos que vivían en el valle, pues tenían carrozas de hierro.
Ellos dieron Jebrón a Caleb, y él echó a los tres hijos del gigante. Pero los hijos de Biniamin no sacaron a los iebusitas que vivían en Jerusalem y ellos viven entre los hijos de Biniamin hasta hoy en día. (Después de la muerte de Shemuel, David Hamelej los echó de allí).

La casa de Iosef subió a Bet El y D'os estuvo con ellos. La casa de Iosef envió espías a Bet El y ellos vieron que había un hombre saliendo de la ciudad de Luz y le pidieron que les muestre la entrada a la ciudad y ellos fueron buenos con el hombre y cuando conquistaron la ciudad lo dejaron salir junto a su familia y el hombre fue a la tierra de los jititas y construyó allí una ciudad que la llamó Luz. Menashé no tomaron Bet Shean, Tanaj, el pueblo de Dor, el pueblo de Ibleam o el pueblo de Meguido. Los quenahanitas estaban decididos a quedarse allí. Incluso cuando Israel fue fuerte, sólo les hicieron pagar impuestos pero no los echaron. Efraim no echó a los que vivían en Gezer. Zevulún no echó a los que vivían en Kitron o Nahalol, entonces los quenahanitas vivieron entre ellos pagando impuestos.
Asher no echó a los habitantes de Acco, de Zidón, Ahlab, Ajzib, Jelbá, Afik y Rejob. Y Naftalí no echó a los habitantes de Bet Shemesh o de Bet Anat, pero les hicieron pagar impuestos.

Los Emoritas echaron a los hijos de Dan a las montañas, y no los dejaron bajar al valle. Los emoritas estaban decididos a vivir en las montañas de Jeres, Ejalón y Shalbim. Pero la casa de Iosef se impuso ante ellos y los hicieron pagar impuestos, entonces el límite de los emoritas comenzó desde Maalé Akrabim.

  • Este primer capítulo habla sobre la conquista de la tierra y el fracaso del pueblo en destruir o echar a todos los Quenahanitas de los territorios.
    El segundo capítulo habla sobre la declinación espiritual general del pueblo durante la época de los Jueces y comienza repasando el final del libro de Iehoshúa, para contrastar la fe del pueblo judío durante ese tiempo respecto de la deslealtad que vino después.


Este capítulo es como una breve recuento de la historia del periodo de los Jueces.

Iehoshúa envió al pueblo y los hijos de Israel fueron, cada uno a su porción, para heredar la tierra. El pueblo sirvió a D'os todos los días de Iehoshúa, y todos los días de los ancianos que vivieron después de Iehoshúa, quienes vieron los grandes milagros de D'os. Entonces Iehoshúa murió a la edad de 110 años. Ellos lo enterraron en el límite de su porción, en Timnat Jeres, en la montaña de Efraim. Toda esa generación siguió a sus padres y otra generación surgió después de ellos que no conocieron a D'os y lo que Él había hecho por Israel. Entonces los hijos de Israel hicieron el mal a ojos de D'os, y sirvieron a los baalim (ídolos). Ellos abandonaron a D'os y siguieron a otros dioses, de los dioses de las naciones que estaban entre ellos y se prosternaron ante ellos y D'os se enojó con ellos. El enojo de D'os fue encendido en contra de Israel y los entregó en manos de los malhechores. Y los vendió a las manos de los enemigos que vivían alrededor y ellos no pudieron enfrentarse a sus enemigos.


Y donde ellos iban la mano de D'os estaba sobre ellos para mal, así como D'os les había jurado. Y ellos sufrieron mucho. Entonces D'os escogió Jueces y los salvó de la destrucción. Pero ellos no escucharon a sus jueces porque se habían desviado detrás de los otros dioses. Rápidamente se desviaron del camino de sus padres, y no escucharon a D'os. Pero cuando D'os les dio jueces a ellos, D'os estaba con el juez y los salvó de sus enemigos todos los días del juez. Pues D'os se lamentaba por los llantos de ellos, a causa de sus opresores y persecutores. Cuando el juez moría, otra vez se corrompían incluso más que sus padres, e iban detrás de los dioses. Ellos no evitaron ninguno de sus malos actos o caminos caprichosos.

Y el enojo de D'os fue encendido en contra de Israel y Él dijo: "Puesto que esta nación no cumplió con Mi pacto que ordené a sus padres, y no escucharon Mi voz, yo tampoco continuaré echando a cualquiera que se presente ante ellos, de las naciones que Iehoshúa dejó cuando murió, en función de probar al pueblo de Israel, para ver si cumplirían o no con el camino de D'os. Entonces D'os no sacó a estas naciones rápido.

Estas son las naciones que D'os dejó para probar a todos aquellos de Israel que no conocieron todas las guerras de Quenahan. Sólo para que las generaciones de los hijos de Israel supieran, para enseñarles guerra que no conocieron antes. Los cinco Señores de los Filisteos y todos los de los Quenahanitas, los Zidonim y los Jivitas que vivían en la montaña Lebanon, desde Monte Baal Jermón hasta Jamat - ellos fueron con el propósito de probar a Israel, para saber si ellos escucharían los mandamientos de D'os. Entonces los hijos de Israel vivieron entre los quenahanitasa, los jititas, los emoritas, los perizitas, los jivitas y los iebusitas. Y tomaron para ellos esposas a sus hijas y dieron a sus hijas a sus hijos, y sirvieron a otros dioses.

Los hijos de Israel hicieron lo que era malo a ojos de D'os. Ellos olvidaron a su D'os, y sirvieron a los Baalim y los Asherot. El enojo de D'os se encendió en contra de Israel y los vendió a manos de Cushán Rishataim, el rey de Aram Najarim. Los hijos de Israel sirvieron a Cushán Rishataim por ocho años. Entonces Israel lloró a D'os y D'os les envió un salvador que los salvó. Fue Otniel ben Kenaz, el hermano menor de Caleb. El espíritu de D'os estaba sobre él y él juzgó a Israel. Salió a la guerra y D'os le dio al rey de Aram y él venció a Cushán Rishataim. La tierra estuvo en silencio por 40 años y luego Otniel ben Kenaz murió.

Los hijos de Israel continuaron haciendo el mal a ojos de D'os. Entonces D'os fortaleció a Eglón, el rey de Moab, y lo hizo más fuerte que Israel. Él se juntó con los amonitas y los amalekitas y vencieron a Israel, y tomaron la ciudad de las Palmeras (Temarim).

Los hijos de Israel sirvieron a Eglón, rey de Moab, por 18 años. Luego lloraron a D'os y D'os les envió un salvador, Ehud ben Guera, ben Haieminí, un hombre que tenía su mano derecha incapacitada. Los hijos de Israel enviaron un sacrificio a Eglon. Ehud se hizo para si mismo una espada, que estaba afilada en ambos lados y sólo medía un cúbico de largo. Él la escondió bajo su ropa en su muslo derecho. Entregó el sacrificio a Eglón. El rey de Moab era muy muy gordo. Cuando finalizó de darle el sacrificio le dijo a los que lo acompañaban que se vayan. Y él se acercó al rey y le dijo que tenía algo privado para decirle. Entonces el rey le dijo a sus asistentes que se vayan y Ehud se acercó a él. El rey estaba sentado solo en su habitación para refrescarse. Ehud le dijo "yo tengo una palabra de D'os para usted" y él se levantó de su trono. Entonces Ehud sacó su mano izquierda y tomó la espada de su muslo derecho y se lo clavó en el estómago. Y no sacó la espada de su estómago. Entonces se escapó por las cortinas y cerró la puerta con llave. Salió y los sirvientes volvieron. Pero las puertas estaban cerradas, entonces ellos pensaron que el rey estaba descansando. Esperaron hasta la noche y las puertas no se abrieron entonces ellos tomaron una llave y abrieron las puertas y lo encontraron muerto.


Ehud se había escapado mientras los otros esperaban. Pasó los cuarteles y llegó hasta Seirá. Cuando llegó hizo sonar el shofar en la montaña de Efraim y los hijos de Israel bajaron de la montaña con él y él les dijo: "Síganme, que D'os nos ha entregado a los enemigos". Ellos fueron y lucharon y vencieron a los de Moab y mataron a 10000 hombres fuertes y saludables. Nadie escapó. En ese día Moab cayó bajo las manos de Israel y la tierra estuvo en silencia por 80 años. Después de él estuvo Shamgar ben Anat. Él venció a los filisteos, seis cientos hombres. Él también salvó a Israel.

Los hijos de Israel continuaron haciendo lo que era malo a ojos de D'os. Ehud había muerto. Entonces D'os los vendió a las manos de Iavin, el rey de Quenahan, que gobernaba en Jazor. Su general era Siserá. Los hijos de Israel lloraron a D'os pues él tenía 900 carretas de hierro y oprimió a los hijos de Israel durante 20 años. Deborá era una profetisa, mujer de Lapidot, ella juzgaba a Israel en ese tiempo. Ella solía sentarse debajo de la palmera de Deborá en las montañas de Efraim, y el pueblo iba a ella para juicio. Ella mandó a llamar a Barak ben Abinoam, de la tierra de Kedesh en el territorio de Naftali y le dijo: "¿No te ha ordenado D'os que vayas al monte Tabor con 10000 hombres de los hijos de Naftalí y Zebulún, para darte al ejército de Iavin en tus manos?". Entonces le dijo Barak que si ella iría con él, él iría. Y ella le dijo que seguro ella iría con él. Y Barak, los 10000 hombres y Deborá salieron a la batalla.

 

¿Por qué en el versículo es llamada mujer de Lapidot?
¿Por qué es que Deborá fue bendecida con profecía y D'os la asignó como juez?

D'os vio su dedicación y dijo: "Así como tú has incrementado Mi luz, Yo incrementaré la tuya. Tú brillarás como una luz de guía para todo el pueblo judío". Es por eso que Deborá fue bendecida con sabiduría y profecía. Su influencia se esparció entre el pueblo y ellos se arrepintieron y retornaron a D'os, y cuando D'os vio que el pueblo estaba preparado para ser salvado, fue Deborá a quien D'os envió para que los lidere.

Entre otras cosas, podemos aprender de aquí que no existe para el judaísmo ningún prejuicio entre los dos sexos, y siempre que alguien esté debidamente preparado y se den las circunstancias apropiadas, puede ocupar incluso el cargo de dirigente espiritual de los judíos de la generación, así como lo hizo la profetiza Deborá.

Jeber el Kenita estaba separado de la zona de Kain de los hijos de Jobab, el suegro de Moshé. Y su tienda estaba cerca de Kedesh en Zaananim.

Siserá se enteró de que Barak ben Abinoam había subido al monte Tabor, entonces llamó a su ejército y sus 900 carrozas de hierro y fueron al valle de Kishón. Entonces Deborá le dijo a Barak que se levante pues ese día D'os le daría a Siserá en sus manos. Entonces Barak salió con sus 10000 hombres desde el monte Tabor. D'os trajo caos sobre Siserá y todo su ejército, y cayeron bajo la espada de Barak. Pero Siserá se bajó de su carroza y escapó, pero no quedó nadie en vida de todo el campamento de Siserá. Siserá, entonces, se escapó corriendo y llegó hasta la tienda de Yael, la esposa de Jeber el Kenita, pues había paz entre Iavin, rey de Jazor, y la casa de Jeber el Kenita. Yael salió a recibir a Siserá y le dijo: "Entra y no temas". Entonces él entró a la tienda y ella lo cubrió con una manta y él le pidió agua para tomar. Ella abrió un saco de leche y le dio de tomar. Entonces él le dijo a ella, párate en la puerta y si alguien viene y te pregunta si hay un hombre aquí, dile que no. Yael tomó una estaca de la tienda, agarró un martillo en su mano y se acercó a él calladamente y se lo clavó en la sien y él murió. Y Barak estaba persiguiendo a Siserá y salió Yael a su encuentro y le dijo: "Ve y te mostraré al hombre que estás buscando". Y él fue y vio a Siserá que yacía muerto con la espada en la sien. Y en aquel día D'os sometió a Iavin rey de Quenahan ante los hijos de Israel.


Y el poder de los hijos de Israel fue cada vez más fuerte y terminaron destruyendo a Iavin.

 

Resumen y Comentario sobre algunos libros del tanaj

 

 



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