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Esta semana la Torah nos relata sobre la descendencia de Yitzjak, Yaakov y Esav, y comienza el relato diciéndonos que Rivka era estéril y estuvo esperando dar a luz por veinte años.

Como es sabido, tampoco Yitzjak podía tener hijos, y sólo después del “sacrificio” – la aqueida-  estuvo apto para hacerlo. 

Cuando la Torah nos relata que Rivka era estéril, al igual que nuestra matriarca Sarah, quiere decir que no tenían matriz, por lo cual el hecho que estas mujeres hayan podido tener hijos es algo completamente milagroso y sobrenatural, y la probabilidad que que quedaran embarazadas era exactamente ¡cero!.

En la mayor parte de las mujeres que no pueden tener hijos, cuando decimos que fue un milagro que concebieron, esto se refiere a mujeres que la probabilidad de tener hijos es baja, pero nunca cero.

También la posibilidad de procreación de Abraham fue un milagro. Teraj, el padre de Abraham era un idolatra muy grande y su negocio era fabricar y vender ídolos. Teraj a través de conexiones con fuerzas de impureza -tumá, supo que tendría un hijo que sería el padre de monoteísmo. Cuando se enteró, decidió no tener más hijos, y también Abraham nació por milagro después de su decisión.

 Las matriarcas Leah y Rajel también eran estériles y sólo se embarazaron milagrosamente. Pero lo mas sorprendente de todo es que también Yaakov era estéril y esto lo estudiamos de lo que leemos en la parashá de esta semana, cuando le dijo a su madre  que el era un HISH JALAK –liso- que significa que no tenía pelos, ni bellos en su cuerpo –un lampiño, este es uno de los signos de infertilidad en un hombre, de hecho, éste es el síntoma más común.

De todo esto estudiamos que ¡también las doce tribus nacieron por milagro! ya de que a pesar que no sabemos si las sirvientas de Leah y de Rajel eran estériles, de todos modos Yaakov si lo era, por lo cual todos su hijos nacieron por milagro.

De esta introducción podemos ver que las bases de nuestro pueblo son completamente milagrosas. También el hecho que en los 210 años que estuvimos en Egipto, de setenta almas que bajaron a Egipto, nos transformamos en un pueblo de más de 3 millones de personas, es otro evento milagroso con el cual se terminó de formar el pueblo de Israel.

Y no debemos pensar que esto terminó ahí, hoy en día, después de dos mil años de galut, de una dura y terrible diáspora, en la que fuimos perseguidos de todas las formas posibles para destrozarnos tanto física como espiritualmente, nuestra propia existencia en estos momentos es debida a un gran milagro.

Nos preguntamos ¿Y por qué todo esto? La razón es porque nuestra existencia es simplemente sobrenatural, somos una creación que no esta sometida a las leyes de la naturaleza como el resto del mundo, y esto lo  vemos día a día. Debemos saber que el mundo es realmente una integración de dos mundos, uno que se rige por las leyes naturales, y el otro que se rige por leyes sobre naturales, lo que  llamamos milagros. Esta es la disputa básica entre  Esav, representando al mundo natural y Yaakov representando al mundo sobrenatural.

Tenemos que entender que esto es algo básico en nuestra fe. Si una persona piensa que no somos un pueblo especial y que somos como los demás pueblos, esta persona esta renegando un principio básico y fundamental en el judaísmo. La única razón por la cual hay personas que no lo ven así, es porque en su manera de actuar se han conectado tanto y solamente con el mundo natural, que ya no son capaces de ver lo sobrenatural. Y es tanta su terquedad, que quieren demostrarnos a nosotros, los que aún estamos conectados y vivimos la realidad sobrenatural por medio del cumplimiento de las mitzvot, que nosotros somos los que estamos equivocados, cuando nuestra historia y supervivencia han demostrado lo contrario.

También lo que nos han enseñado nuestros padres de bendita memoria, que solo el que cree en la resurrección de los muertos, tejiat hameitim- podrá ser parte de la resurrección futura, esta basado en este mismo principio, ya que sólo el que esta conectado con la realidad sobrenatural, podrá tener parte de la resurrección final, que también es algo sobre natural. Y lo mismo pasa  con la venida del Meshiaj, y los tiempos mesiánicos, sólo los que creemos en esta realidad tendremos parte en ella.