Reflexiones
Parashát Mishpatim
"El que rapte a un hombre para venderlo o para tenerlo en su poder será muerto" (Shemot 21, 16).
Es decir, que aquellos que raptan o secuestran personas ya sea para ellos o para venderlos a otros, son dables de pena de muerte.
Por consiguiente, además de las atrocidades cometidas por el Hamás, que automáticamente los condenan a dicho veredicto, también por los secuestros, independientemente que Beezrat Hashem ojalá pronto nuestros secuestrados puedan ser liberados, ellos merecen la pena de muerte por el acto en sí de haber secuestrado seres humanos!
Y cuando la Torá menciona la prohibición de robar como un pecado capital en los diez mandamientos, hace referencia en primer término a la prohibición de robar personas, que evidentemente es de una gravedad infinitamente mayor que la de robar objetos!
"Y si un diente de su siervo o de su sierva hizo caer, le dará su libertad por su diente" (Shemot 21, 27).
Y debemos de aclarar que las personas se esclavizaban cuando no tenían dinero para pagar sus deudas, haciéndolo a través de su trabajo.
Y la Torá estableció claras leyes sociales para defender los derechos de los trabajadores, de los más débiles y de los que están más abajo en la "escala social".
¿Y por qué por tan poco como un sólo diente?
Podríamos argumentar que, después de todo, la persona puede seguir alimentándose y desarrollando su vida normalmente si le falta un diente.
Sin embargo, no se trata acá sólo del daño físico, sino del daño estético, sicológico y emocional, pues una persona que le falta un diente, eso obviamente que eso la afea, lo cual puede repercutir grandemente en su auto-confianza y en su auto-estima al relacionarse con los demás!
Y cuánto dinero gastan las personas en dentistas, ortodoncistas y sobre todo en implantes, en el intento de mejorar sus sonrisas, salir mejor en las fotos y verse mejor a sus ojos y a los ojos de los demás!
"Toda viuda y huérfano no maltrataréis" (Shemot 22, 21).
¿Por qué la Torá agrega la palabra "toda" al principio del versículo?
Alcanzaría con decir: viuda y huérfano no maltrataréis.
¿Por qué?
Porque uno podría pensar que la viuda y el huérfano de una persona malvada, quizás si deberían de sufrir, vengándonos de algún modo a través de ellos, de lo que el esposo y padre eventualmente hizo o nos hizo.
Sin embargo, viene la Torá para hacernos entender que viudas y huérfanos están "fuera del juego".
Y si bien toda mujer viuda y niño huérfano, por ser emocionalmente más sensibles y vulnerables, debemos de tener mucho más cuidado en el trato hacia ellos.
"No haras con ellos ni con sus dioses ningun pacto" (Shemot 23, 32).
¿Por qué no hacer pactos para mejorar la convivencia y trabajar en beneficio de todos?
Porque ellos son idolatras que hacen dioses a su medida, cambiándolos por otros cuando ya no les sirven o encuentran uno supuestamente más fuerte y mejor!
Y pueblos que actúan de esta manera y pueden cambiar, amén de no hacer pactos con ellos simplemente porque la Torá nos lo prohibe, para no terminar influenciándonos de su idolatría, son pueblos en los cuales no podemos confiar, siendo de seguro que romperan el pacto cuando ya no les convenga, como cambian sus dioses cuando encuentran uno mejor!
Y lo mismo pasa hoy en día, que hacemos pactos con la esperanza que ellos se sostengan en el tiempo, a pesar que sabemos que en el islam, todos los pactos son de carácter temporal estando permitiendo por la ley musulmana mentir en ellos, si con ellos a la larga se lograrán hacer avanzar los intereses y objetivos del Islam.
Y en lugar de buscar ser más inteligentes que la Torá, pagando precios terribles, sería mejor hacer caso a la Torá y que la paz provenga desde nuestra fuerza y su respeto,y no desde nuestra flagidez y debilidad.
Shabat Shalom
rkaufmann2016@gmail.com
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