Adaptación Rav Gabriel Guiber
Rosh Hashana

En medio del Juicio, frente al Bore Olam

  En unos pocos días, contados, estaremos en medio del Juicio, frente al Bore Olam!!! ¿Estamos preparados?, pregunta el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita. ¿En qué situación estamos? Sin dudas, estamos diez puntos!, entremos en detalles: pasó el a&n
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En unos pocos días, contados, estaremos en medio del Juicio, frente al Bore Olam!!! ¿Estamos preparados?, pregunta el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita. ¿En qué situación estamos? Sin dudas, estamos diez puntos!, entremos en detalles: pasó el año, nos pusimos los Tefilin todos los días, cuidamos el Shabat, estamos bien! ¿Y en cuanto a los pecados?..., bueno, la situación no es tan grave..., ¿entonces?

 

Dice la Guemara en el tratado de Pesajim (hoja 47a): el Beit Hamikdash gritó cuatro veces, y uno de ellos fue con Issajar, el hombre de la aldea de Barkai, que por darse honor a sí mismo despreciaba las Santidades. Issajar era Cohen Gadol, y en el momento de sacrificar las ofrendas, se ponía un ?guante? para no ensuciarse la mano y la ropa con la sangre de los animales. Esta acción se llama ?honrarse a sí mismo y despreciar las ofrendas?, que no las quería tomar con sus manos.

Pregunta la Guemara, ¿cómo terminó?

 

El rey y la reina discutían sobre gustos: ¿es más rica la carne del cordero o la del cabrito? El rey sostenía que el cabrito es más rico y la reina optaba por el corderito. ¿Quién puede resolver la discusión? El más indicado es el Sumo Sacerdote de los iehudim, un profesional de la materia, que se ?ocupa?, en el Beit Hamikdash, precisamente de la carne. Invitaron al Cohen Gadol al palacio y le hicieron la pregunta: Issajar hizo un gesto de desprecio con su mano derecha y dijo: seguro, la carne del cordero es la más rica, si así no sería, los sacrificios se harían con cabritos!!! Si las ofrendas se acercan con corderos, es porque su carne es la más rica... El rey se sintió ?golpeado?, pero no sólo porque contestó en favor de la reina, sino por el gesto desagradable que hizo con su mano. Dijo el rey: por el hecho de faltar el respeto al reino, estás condenado a que te corten la mano derecha... Issajar sobornó al verdugo para que en lugar de la derecha, le corte la mano izquierda. El asunto llegó a los oídos del rey, y éste decretó que también le corten la mano derecha.

 

Está escrito en la Guemara: dijo rab Iosef, Bendito el Creador, que castigó a Issajar, el hombre de la aldea de Barkai, en este mundo..., y explica Rashi: que Hashem le dio todo su castigo en este mundo y no en el Olam Haba.

 

Pregunta el ?Ben Iehoiada?: si la Guemara nos quiere decir que el castigo por el desprecio a las ofrendas es que le corten la mano, corresponde que le corten la derecha, y no la izquierda, ¿por qué, entonces, le cortaron las dos, si el guante se lo puso en la derecha?

Y él mismo contesta, tenemos que entender por qué desde el Cielo decidieron que se le ocurra sobornar para que le corten la otra mano y después el rey se entere y decrete nuevamente sobre la derecha...

 

Me parece, ?Besiata Dishmaia?, prosigue el ?Ben Ish Jai?, que del Cielo decretaron sobre las dos manos, sobre la derecha, porque se la cubrió con el guante, y sobre la izquierda, porque fue ella la que le colocó el guante a la derecha, porque comenzó el pecado, fue cortada primero...

Una pareja fue a ver al rab hagaon Itzjak Zilverstein Shlita y le dijeron: tenemos un hijo que se fue por el mal camino. Hicimos un ?balance? y no encontramos la razón por la que nos pasó esto, justo a nosotros. Somos ?religiosos?, y cuidamos todos los preceptos, ¿por qué a nosotros?

El rab les preguntó: ¿acaso piensan que se castiga unicamente por los tres grandes pecados: relaciones prohibidas, derramamiento de sangre e idolatría? ¿el que hace otros pecados (menos importantes ¿?) no merece ser castigado?

 

¿Qué significa pecar y qué castigo corresponde al pecado?

 

Dijo el Jafetz Jaim (Biur Halaja, 83), que vio una casa que tenía un cuarto especial donde se hacían las necesidades (aparentemente en el tiempo en que los baños no estaban dentro de las casas), y todo se acumulaba debajo de una silla, y el olor desagradable se repartía en todo el cuarto. Ese cuarto albergaba libros sagrados del dueño de casa. El Jafetz Jaim le leyó al dueño de casa el versículo: ?...porque despreciaste una cosa de Hashem?, y el hombre aceptó su castigo. Tenía un hijo que se fue por el mal camino, lo alenu, y fue despreciado por toda la gente, como está escrito en el Pirke Avot: todo el que desprecia la Tora, será despreciado por la gente...

 

El rab Zilverstein le mostró este párrafo del Jafetz Jaim a la pareja y agregó: ¿acaso ustedes le cambian los pañales a su hijo en un cuarto en el que hay libros sagrados? ¿eso no se llama despreciar algo santo?

 

Desde luego que hay que diferenciar entre el caso del Jafetz Jaim que era algo fijo y este caso que no era fijo. Pero igualmente esto demuestra una falta de sentimiento hacia las cosas sagradas...

 

La Guemara relata cuando David Hamelej trae el Aron Hakodesh a Ierushalaim. En el mismo párrafo, la Guemara repite tres veces ?Y David...? Los sabios preguntan el por qué y contestan: David saltaba, corría y bailaba de alegría, por la alegría de la Tora.

 

Tanto bailaba y corría de un lado a otro, que hacia cualquier lado que mirara la gente veía a David. Y tanto saltó, que en un momento se le subió el pantalón y dejó ver una parte de su pierna. Mijal, hija de Shaul, esposa de David, despreció el baile y los saltos que condujeron a que se vea parte de su cuerpo. Le dijo que nunca vio algo así en la casa de su padre (Shaul), que no era digno del rey del pueblo de Israel, bailar y saltar de esa forma, ya que la consecuencia fue avergonzante...

 

David le contestó que bailaba frente a Hashem, con la alegría de la Tora, pero ella igualmente lo despreció y fue castigada: nunca pudo tener hijos!!!

 

¿En qué se basaba la discusión entre Mijal y David?

 

Hay una ley que dice que si un rey quiere renunciar a sus honores, su renuncia no es válida. Y hay otra ley, que dice que en el caso de que se trate del cumplimiento de un precepto, sí puede renunciar a sus honores. La pregunta es qué alcance tiene esta segunda ley. ¿Cuándo decimos que el rey puede hacer cosas como las que hizo David, bailar, saltar de alegría y correr de un lado a otro, perdiendo su ?investidura?, y cuándo no? Mijal argumentaba, que en la casa de su padre, tampoco se renunciaba al honor a causa de un precepto, en cambio David, decía que por un precepto como honrar al Bore Olam, podía hacer mucho más...

 

Dijo rabi Iehuda, y hay quien dice que fue rab Iosef, que Mijal aceptó su error y recibió su castigo, el que le correspondía. ¿Cuál es la relación entre su pecado y el terrible castigo de no poder tener hijos?

 

Explicó el rab hagaon Reuben Karelinstein Shlita: dice el Midrash (Tehilim 92): una persona muere y escribe un testamento en el que deja toda su herencia a su hijo, que la heredará el día en que se vuelva ?loco?. Los jajamim, rabi Iosi el hijo de Iehuda y Rebi fueron a preguntarle a rabi Iehoshua ben Korja sobre el contenido del testamento. Llegaron a la casa y lo encontraron jugando con su hijo ?en cuatro patas?, y con el chupete del bebé en su boca. Sintieron vergüenza de ver así al rab, retrocedieron para que el rab no los vea, y esperaron hasta que el rab volvió a sentarse a estudiar. Entonces, se le acercaron y le preguntaron sobre esa misteriosa forma de heredar.

 

Todos podemos comprender que enloquecemos por nuestros hijos, y lo mismo debemos hacer con el cumplimiento de los preceptos, enloquecer, ensuciarnos, pasar vergüenza..., y quien no lo entiende así, como Mijal, que despreció a David porque ?enloqueció? por un precepto, fue castigada para que no se vuelva ?loca? con sus hijos...

 

Con todos estos hechos, tenemos un panorama de cómo será el Juicio, y en qué casos Hashem no deja pasar, no perdona...

Si el Cohen Gadol desprecia las ofrendas, si le molesta ensuciarse las manos con la sangre del animal, le cortan las manos como castigo...

Si provocamos que haya mal olor en un ambiente en el que hay libros sagrados, un hijo se puede ir por el mal camino...

Si Mijal despreció al rey David por saltar en honor al Bore Olam, por la alegría de la Tora, no podrá tener hijos...

Ahora debemos pensar dónde estamos parados nosotros, ya que toda la vida depende de este día, el día del Juicio. ¿Cómo hacer para que el veredicto sea favorable?

 

?Recuérdanos para la vida, Rey que quiere la vida, inscríbenos en el Libro de la Vida, por Tu Honor danos la vida?, así está escrito y rezamos entre Rosh Hashana y Iom Hakipurim. Y hay ocasiones en las que el hombre peca y merece, lo alenu, no seguir viviendo, pero Hashem, con su piedad, decide que la vida siga, y nos perdona, a cuenta de nuestro Olam Haba...

 

Esto se compara con un rey que tenía un gran amigo que a la vez era su consejero. Y descubrió que este gran amigo vendía los secretos del reino al país vecino por una cantidad de dinero.

 

El rey decidió poner a su amigo-traidor en el medio de la plaza de la ciudad capital dentro de una caja transparente, sin comida ni bebida. Y se difundió la noticia en todo el país para que todos vengan a ver el castigo que le corresponde a un traidor.

Al principio todo parecía normal, pero el cuarto día, todos vieron como por la desesperación de hambre, el hombre arrancó la carne de sus brazos y la empezó a comer. En ese momento llega a la plaza un campesino y ve al traidor comiendo carne. ¿Qué clase de castigo es éste?, preguntó. Y le dijeron: si hubieras llegado antes sabrías que come la carne de sus brazos!!!

Primer consejo: se compara con un rey que quiere formar un ejército. El rey debe proveer a los soldados vestimenta y comida, como parte de las condiciones, y no en desmedro de sus honorarios.

 

Nosotros le pedimos a Hakadosh Baruj Hu que nos recuerde para la vida, pero no queremos la vida para satisfacer nuestros deseos, le pedimos la vida para ?entregarla? al Bore Olam, para estudiar más Tora, para cumplir más y mejor los preceptos, para realizar buenas acciones, para santificar Tu Nombre, por eso le pedimos que no sea a cuenta de nuestro Olam Haba.

 

Segundo consejo: un collar hecho de perlas de fantasía se vende barato, y cada una de las perlitas no valen casi nada. Si colgamos del collar un valioso diamante, ¿cuánto vale ahora el collar, y cuánto cada perla? Valen tanto como el diamante que cuelga del collar, ya que cada perla sostiene el diamante. Para salir airosos en el Juicio debemos ?prendernos al diamante?, y todos sabemos donde encontrarlo...

 

Ketiva Vejatima Tova.

 

Esh Daat, 5759. Rab Shlomo Levinstein Shlita.

Leiluy Nishmat Rina bat Matilde ?\"?



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