Haftarat Parashat Pekudé
Melajim I (I Reyes) 7:40-50 (Sefaradim)
Melajim I (I Reyes) 7:51 - 8:21 (Ashkenazim)
Para la lectura de la haftará de parashat Pekudé, ha sido elegida una sección del libro de Melajim, en donde se nos relata acerca de la construcción del primer Templo de Jerusalem, a manos del rey Shelomó (Salomón, s. IX a.e.c).
Evidentemente, este texto ha sido elegido para leerse como la haftará de nuestra parashá por su similitud temática con la misma, ya que tanto en la parashá como en nuestra haftará el texto bíblico nos relata sobre la construcción de un Templo para D'os: en la parashá - el Mishkán (Santuario del desierto), y en la haftará el Bet Hamikdash (Templo de Jerusalem).
"…y los potot para las puertas de la Casa interior - para el Santuario, y para las puertas de la Casa - para el atrio, de oro" (7:49).
"¿Qué es 'potot'? Rabí Itzjak Migdalaá dijo: Se refiere al gozne que se encuentra debajo del eje (de la puerta, que se coloca para que el eje gire bien y no se trabe). Rabí Simái dice: Se refiere a las llaves. Esto te enseña que nada le faltaba al Bet Hamikdash (es decir, que todo lo que había en él era de oro), incluso una cosa sin importancia" (Bamidvar Rabá 12:4).
Incluso los detalles constructivos más pequeños del lugar más santo del Templo Sagrado estaban hechos de oro, como ser las llaves - acorde con la opinión de Rabí Simái, o los goznes de las puertas - acorde con la opinión de Rabí Itzjak Migdalaá.
Nuestros Sabios (Pesiktá Rabatí 6:7) también aprenden esto de otro versículo de esta sección del libro de Reyes:
"Se completó toda la labor que hizo el rey Shelomó para la Casa de D'os…" (7:51).
Ellos se preguntaron por qué está recalcado en este versículo que se completó toda la labor del Templo, si realmente podría haber estado escrito en el versículo: "Se completó la labor que hizo el rey Shelomó para la Casa de D'os…", sin necesidad de escribir la palabra "toda". A lo que responden, que si hubiera habido un solo detalle incompleto, es decir si el Santuario no hubiera sido totalmente de oro, realmente no se podría decir que estuvo toda la labor de la construcción del Templo completa.
Además de comprender cómo Nuestro Sabios aprendieron que el Templo de Ierushalaim era una maravilla arquitectónica única en el mundo, podemos entender claramente que ellos nos quisieron transmitir una gran enseñanza para nosotros, para nuestra vidas: "Esto te enseña que nada le faltaba al Bet Hamikdash, incluso una cosa sin importancia".
El hombre tiene una similitud con el Templo Sagrado. Cuando D'os le ordenó a Moshé que construya el Mishkán (Tabernáculo) y le dió la lista de los materiales necesarios para su realización, hubiéramos pensado que después estaría escrito: "Y harán para Mí un Santuario y moraré en él", es decir que D'os morará en el Santuario, pero para nuestra sorpresa en realidad allí está escrito: "Y harán para Mí un Santuario y moraré en ellos" (Shemot -Éxodo- 25:8), es decir en los hijos de Israel. Así como el Templo de Jerusalem era shalem (completo), así también la persona debe tratar de serlo.
Pero, ¿cómo D'os puede morar en los hijos de Israel? El mensaje es claro: si cada persona construirá dentro de él un Santuario, es decir un lugar de santidad, entonces D'os reposará Su Santidad en cada persona. La regla general es que la Santidad va hacia donde hay santidad, mientras que la impureza convoca a más impureza.