La Fuerza del Arrepentimiento
Todas las palabras en el idioma hebreo están formadas básicamente por raíces, y al conjugar esas raíces de diversas maneras, se van formando las distintas palabras.
Generalmente, la palabra teshuvá es traducida como "arrepentimiento\", y a pesar de que esta traducción es bastante correcta, intentaremos traducir esta palabra más literalmente, puesto que en verdad el vocablo hebraico equivalente a la palabra \"arrepentimiento\" es: jaratá.
Hay varias palabras que están relacionadas idiomáticamente con la palabra teshuvá, por ejemplo: \"lashuv\" significa \"volver, retornar\" y \"lehashiv\" puede significar \"devolver\" o también \"contestar, responder\". Es por eso que la palabra teshuvá significa mucho más que arrepentimiento, y por lo tanto debemos deducir que hacer teshuvá es mucho más que arrepentirse.
Para hacer teshuvá en forma total y correcta es necesario que respondamos a muchas de las preguntas que seguramente alberga nuestro corazón, y también necesitaremos entender que anteriormente nos hemos alejado de algún lugar o de alguna situación, para que de esa manera sintamos que hacer teshuvá es también volver; retornar a algo.
Más Antigua Que el Mundo
En varias lugares, Nuestros Sabios nos enseñaron que una de las particularidades que la teshuvá posee, es que fue creada antes de que el mundo haya tenido existencia (véase el Talmud en Pesajim 54a y Nedarim 38b, entre otros).
Dice el midrash:
\"Antes de que el mundo fuera creado? D\'os había pensado crearlo, y estaba tallando el mundo, pero Él supo que éste no se mantendría? hasta que creó el arrepentimiento\" (Pirké Derabí Eliézer cap. 3).
El midrash nos enseña que D\'os sabía - incluso antes de crear Su mundo - que ese mundo que Él crearía no podría existir mucho tiempo si Él no creaba la posibilidad del arrepentimiento, es decir, que le sea perdonado al hombre que pecare si se arrepintiere de sus malos actos, a pesar de haber errado.
La razón de esto, es que todo el mundo fue creado en función del hombre, y por ser imperfecto por definición, es imposible que el ser humano no peque algún día compromentiendo su vida delante del Creador. Y por cuanto que a D\'os no le interesa que el mundo esté solamente poblado por una amplia fauna animal o vegetal, sin que el género humano sea la corona de la creación, por eso es que decidió crear a la teshuvá antes que al mundo.
Un Acto de Bondad Divina
Rabí Abraham Danzig (1748 - 1820) en su libro \"Jaié Adam\" nos explica que el hecho de que D\'os haya preparado para las personas un camino que les permita levantarse después de haber caído a causa de sus acciones, para escaparse de la trampa de sus iniquidades, salvando así sus almas de la destrucción al anular Su enojo, es sin ningún lugar a dudas, una parte significativa de toda la benevolencia que D\'os profesó por Sus creados, ya que aún si ellos se rebelaron en Su contra, Él no cerró las puertas del arrepentimiento delante de ellos.
Además, nos ha sido asegurado que el arrepentimiento es aceptado incluso si el pecador no se arrepintiere por sentir una obligación respecto de su Creador. Aún si la persona se arrepiente únicamente para escaparse de todas las penurias que podría llegar a sufrir en la vida (o en el mundo venidero), de todas formas, D\'os acepta su arrepentimiento, como dice el versículo: "En tu angustia, cuando sobrevengan sobre ti todas estas cosas (malas), al final de los días, retornarás a tu D\'os y escucharás Su voz" (Devarim -Deuteronomio- 4:30). Cuán grande entonces, será el mérito de quien se arrepienta solamente por amor o veneración a D\'os y no por miedo al castigo!
Hay muchos niveles en la escalera del arrepentimiento, y cada hombre se debe acercar a D\'os de acuerdo al nivel en el cual él se encuentra. Pero el alma de la persona sólo se purificará totalmente, si sus pecados anteriores serán borrados completamente por causa de la teshuvá, quedando todo como si nada hubiera ocurrido.
Esto puede ser comparado con una ropa sucia. Cuando la ropa está muy sucia un lavado suave no será suficiente para remover todas las manchas que ella tenga, y ella se blanqueará de acuerdo a la clase de lavado a la que sea sometida. Pero si esa ropa pasará por un lavado más fuerte, todas las manchas y suciedades desaparecerán totalmente de ella. Así también ocurre con el alma, ella se "lavará" de sus transgresiones y pecados, solamente de acuerdo al énfasis que el corazón del hombre ponga en su purificación.