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Parashát HaShavúa-Vaerá-18

Parashát HaShavúa: Vaerá Shemót (Éxodo) 6:02-9:35 : La Parasha relata las plagas que Di-s envió sobre Egipto, no sólo para liberar al pueblo judío de la esclavitud, sino para mostrar al mundo que El es el Di-s de toda creación y de t
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Parashát HaShavúa: Vaerá Shemót (Éxodo) 6:02-9:35 :

La Parasha relata las plagas que Di-s envió sobre Egipto, no sólo para liberar al pueblo judío de la esclavitud, sino para mostrar al mundo que El es el Di-s de toda creación y de toda la historia.

Las primeras nueve plagas generalmente se dividen en 3 grupos: 1) el agua que se convierte en sangre, ranas y piojos; 2) fieras, plagas/epidemias y forúnculos; 3) granizo, las langostas y la oscuridad.

El Rabino Shimshon Rafael Hirsch, un gran sabio que vivió en Alemania (1808-1888), explica que estos castigos contra los egipcios eran "medida por medida", como consecuencia de que ellos habían afligido al pueblo judío con la esclavitud. La primera plaga de cada grupo fue sufrida por los egipcios en su propia tierra, mostrándoles la inseguridad que sienten los extranjeros fuera de su casa. La segunda plaga de cada grupo destruyó el orgullo, las posesiones y su sentido de superioridad. La tercera plaga de cada grupo les produjo  sufrimientos físicos.

DVar Torá:  la Torá declara en relación con la plaga del granizo: "el trigo y la espelta no fueron dañados, porque no llegaron a madurar (Shemót 9:32)". ¿Tenemos en cuenta ésto en lo referente a nuestras actitudes en la vida?

Ráshi, el famoso comentarista de la Tora (Francia, 1040-1104), explica que como les faltaba madurar, sus tallos largos todavía estaban flexibles cuando el granizo cayó. Por lo tanto, fueron capaces de doblarse con el viento. La flexibilidad permite, más allá del problema, volver a la situación anterior.

El Rabino Jaim Mordejái Katz, Director de la Yeshiva de Te?? en Cleveland, Estados Unidos, enseñó en nombre de Rabí Leib Bloch Yossêf, ex Director de la primera Yeshiva en Te??, en Lituania, que una persona debe ser muy firme en sus principios e ideales. Tan firme y decidido que ninguna fuerza en esta tierra puede desviarlo de la verdad y de los buenos, auténticos y verdaderos valores. Sin embargo, la manera de lograr esto es imitando el comportamiento de las cañas: ser maleable y flexible, ser dulce y suave cuando se trata de la relación con otras personas. Una persona que es obstinada e inflexible puede parecer difícil, pero en realidad, es como un árbol de cedro. Durante un vendaval fuerte, a diferencia de la flexible caña, el cedro es arrancado o se puede romper en dos. Maleabilidad, flexibilidad y amabilidad combinados con la persistencia en mantener sus principios, es el enfoque que nos ayudará finalmente a conseguir una victoria.

Basado en el libro “Crecimiento a través de la Torá”, por el rabino Zelig Pliskin

 



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