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Perlas Ajaei - Kedoshim

NO COMAS COSAS FRIAS "...después que murieron dos hijos de Aharon" (Vaikra 16,1)  Explica Rashi: es igual al caso de un médico que llega a ver a un enfermo y le dice: no comas comidas frías ni te acuestes en lugares húmedos. Viene otro médico y
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NO COMAS COSAS FRIAS

"...después que murieron dos hijos de Aharon" (Vaikra 16,1) 

Explica Rashi: es igual al caso de un médico que llega a ver a un enfermo y le dice: no comas comidas frías ni te acuestes en lugares húmedos. Viene otro médico y le dice: no comas comidas frías ni te acuestes en lugares húmedos para que no mueras como murió fulano. La adverencia del segundo es más efectiva, por eso está escrito "después que murieron dos hijos de Aharon".

Tenemos mucho para aprender de las palabras de Rashi, que hasta al mismo Aharon Hacohen, quién más santo que él, no alcanza con decirle que no se puede acercar a la Santidad en cualquier momento, porque si hace eso puede morir. Aharon también necesita una advertencia más fuerte, hay que decirle que no se acerque en cualquier momento para que no muera como murieron dos de sus hijos, ya que lo que la persona “ve” puede asimilar mejor.

Escribió Shlomo Hamelej en su Kohelet: el hombre no sabe cuál es su tiempo igual que un pez atrapado en una red o como un pájaro que cayó en una trampa (9,12). Aunque todos los días vemos, lo alenu, cuánta gente deja el mundo, y nadie sabe cuándo le va a tocar su turno, igual pensamos que viviremos eternamente, o, por lo menos, nos comportamos con esa base de pensamiento, suponemos que podemos hacer, hacer y hacer..., sín límite. La vista en este caso no alcanza, vemos que la gente muere, pero lo vemos como algo lejano, por eso, el hombre más sabio del mundo tuvo que venir a traernos ejemplos “más palpables”, para hacernos entender que estamos como un pez que ya está atrapado en la red, o como el pájaro en la trampa. A pesar de todo, seguimos nuestro camino sin tomar la suficiente responsabilidad, sin preparar nuestra “valija” para el camino como trae el Rabenu Iona en su libro Shaare Teshuva, y que puede resultar un poco fuerte transcribir en este momento...

En resumen, el problema reside en nuestra “Irat Shamaim”, algo que no podemos comprar en un negocio, ni tampoco puede entrar en el corazón por la simple observación o con ciertos conocimientos. Para adquirirla hace falta trabajar duro, como dijo el rab hagaon Moshe Rozenstein ztz”l, mashguiaj de la Ieshiva Lomza, que encontramos en el Talmud que rabi Pereda tenía un alumno al que debía enseñarle cada cosa cuatrocientas veces! Recién allí comprendía el tema. Así es el trabajo para adquirir la Irat Shamaim.

Con la Irat Shamaim tenemos que considerarnos como el alumno de rabi Pereda y repetir nuestro trabajo cuatrocientas veces hasta que penetre en nuestro corazón. Cuentan sobre el Gaon de Vilna, que en una noche podía estudiar los tratados de Zebajim y Menajot, pero también cuentan sobre él que la Mishna “y estas son las cosas que no tienen medida...” también le demandaba toda la noche a pesar que tenía un poder de comprensión tan veloz, ya que para el estudio de esta Mishna el Gaon quería que el mensaje penetrara en su cuerpo, y para esto necesitaba repasarla una y otra vez durante toda una noche...

Esto nos muestra que no alcanza con saber, hay que trabajar para que las palabras de Tora lleguen hasta el corazón. El Saba Mikelem, el rab hagaon Simja Zizel ztz”l afirma que si una persona “sabe” toda la Tora todavía está muy lejos de su cumplimiento, y se compara con dos hombres separados, ¿acaso si Reuben sabe la Tora podemos decir que Shimon la cumple?

Nuestro trabajo es purificarnos, para romper la separación entre nuestra cabeza y nuestro corazón, para que los conocimientos que adquirimos, para que la Tora que estudiamos se pueda llevar a la práctica con amor y alegría.

Darje Musar



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