La Biblia relata en una forma muy escueta sobre la suerte de las tribus perdidas. “El Señor alejó los Israelitas de su vista y los exiló muy lejos y sin contacto con la madre patria”.
Como consecuencia el victorioso Rey asirio Tiglath- Pileser, despacha a las tribus de Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Menaseh, del reino norte de Israel a Halah, Harah, Habor, y a Gozan, que probablemente fueron ciudades del inmenso imperio asirio. El resto de las diez tribus fueron deportadas por Sargón, probablemente a lo que es la Bagdad actual, en donde se constituyó de esta forma una de las comunidades judías más antiguas del mundo.
El origen de esta comunidad, sin embargo, no es muy claro ya que cuando los Judíos fueron exilados a Babilonia 138 años más tarde, aparentemente no encontraron Israelita alguno en esta área.Como ninguno de los Profetas fue de mucha ayuda en identificar los lugares de exilio de los Israelitas, se creo una industria de búsqueda de las tribus perdidas.
El más renombrado de los investigadores fue Eldad Ha-dani, un judío misterioso que viajo por África del Norte y España a fines del siglo noveno. Primero llegó a Túnez, en 833 hablando hebreo, y declarando que era un descendiente de la tribu de Dan, la cual estaba floreciendo en un país llamado Cush, identificado por los historiadores bíblicos como Etiopía o el Sudán. Según el Danita la tribu habría dejado Israel mucho antes de su expulsión, cuando la Monarquía Unida se fracturó a raíz de la muerte del rey Salomón.
Después otras tres tribus- Naftali, Gad y Aser siguieron la de Dan. Después de que Nabucodonosor destruyó el primer Templo, en 586 ac. Las 4 tribus exiladas se juntaron con los Levitas.¿Cómo llegaron estos “ hijos de Moises” a África? Según Eldad, fue por magia divina. Juntas estas tribus tuvieron una vida edénica en las riberas de un río, el Sambatyon, llamado así por que un día de la semana, el Sabat, dejaba de fluir. Este mito perduró por muchos siglos. Los historiadores romanos Plinio el viejo y Flavio Josefo le mencionan en sus memorias como el río sabático. Las tribus quedaban aisladas de los invasores, según la leyenda, por que el río se volvía una barrera infranqueable y el día que dejaba de fluir, las envolvía en una espesa nube.
Eldad recibía una cálida acogida dondequiera que fuera e hizo fortuna gracias a sus conexiones políticas. Después desapareció tan misteriosamente como había aparecido. Pero su legado siguió vivo. En cuentos posteriores las tribus de Isachar, Zebulon y Rubén se localizaron cerca de las montañas de Paran, probablemente el Caucaso; Efraim y la mitad de la tribu de Menaseh se fueron al sur de Arabia , la otra mitad de Menaseh y la de Simón fueron supuestamente descubiertas en el país de los Khazares, en las planicies del norte del Caucaso.
Tres siglos después dos fabuladores, uno judío, el otro cristiano, ayudaron a destruir esta leyenda nacida en la imaginación popular. Si se puede confiar en su diario, alrededor de 1165 , Benjamin de Tudela, un judío del país vasco , se embarcó para un viaje de trece años a través del mundo judío, desde Europa hasta Chipre, a Bagdad y hasta la zona oeste del imperio chino. Benjamin reporta que encontró judíos desaparecidos por todos lados.
Algunos de sus reportes parecen razonables: 3,000 judíos en Constantinopla y 200 in Jerusalem. Otros parecen menos creibles: 300,000 judíos en Arabia, incluyendo 50,000 en Yemen, quienes supuestamente eran los remanentes de las tribus de Ruben, Gad y la mitad de Menaseh. También localizó las tribus de de Zebulon, Dan, Asher y Neftali en Persia, en donde los Babilonios los habrían reubicado.
¿Fueron imaginados sus comentarios sobre los judíos desaparecidos? Tal vez no.
Transcripciones encontradas en los siglos 5 y 6 confirmarían la existencia de un reino judío en las montañas Samin del Yemen, y otro en Etiopía done convirtieron por la fuerza al judaísmo a tribus paganas y cristianas vencidas en batallas. Muy probablemente sus relatos fueron una mezcla de vagos acontecimientos y transcripciones de las versiones de los cuentos de Eldad.
Se supone que, de acuerdo con las costumbres de la época las tribus se quedaban en su entorno y no se mezclaban mucho entre si. Cada tribu tenía fama de una especialidad bien definida. Muchos lideres nacionales procedieron de las tribus de Judá y Benjamin en el Sur y de Efraim en el Norte .
Los hijos de Benjamin eran grandes cazadores y peleoneros; los de Zebulon, ubicados en la costa del mar ,viajaban de por el mundo como comerciantes; los de Menaseh criaban ganado y también eran guerreros; los de Ruben, el primogénito de Jacob, eran conocidos por su temperamento religioso; y los de Isachar -cuyo ancestro fue Job, que los ancianos griegos llamaban Cheops- intervinieron en la construcción de la gran Pirámide, sea como esclavos o como ingenieros.
Los miembros de Dan tenían fama de serpientes, lo que significaba que eran rápidos en sus juicios y actualmente se consideran como el estereotipo del “ abogado judío”; los hijos de Aser, que significa rico en hebreo, producían aceite y otros artículos para los reyes; los de Simeón eran guerreros, lo que posiblemente les llevó a su extinción, los de Efraím eran conocidos como colonizadores; los de Naftalí por su espiritualidad y elegancia, así como su falta de sentido práctico; los de Gad eran invasores y inflexibles en su religiosidad y los Levitas, un subproducto de los Cohanim, se caracterizaban por su espiritualidad, ya que eran responsables del servicio del Templo y de la instrucción religiosa.
En el Génesis, Jacob se despide de sus hijos, profetizándoles un futuro precario como conductores de tribus. Su destino ha sido el foco de las más grandes investigaciones en la historia humana.
No hubo unión entre los hijos de Israel. Las primeras fracturas se produjeron cuando las tribus se dividieron en los reinos del Norte y del Sur, después de una guerra civil en los tiempos de Reoboam, hijo de Salomón. La Biblía menciona varias veces la expulsión de una gran cantidad de Hebreos, obligados de escaparse de su país natal.
“ Primero el Rey de Asiria los devoró y ,al final, el Rey Nabuchodonosor de Babilonia trituró sus huesos.”Ya que está bien documentado que muchos judíos del Sur terminaron en Babilonia, después de la caída de Jerusalem, en 586 ac , un continuo misterio persiste sobre el destino de los Israelitas del Reino del Norte. No dejaron ningún vestigio en la historia.
La siguiente referencia sobre ellos aparece quinientos años después, en el libro de Josefo,” Las antigüedades de los Judíos” cuando evoca la suerte de los Israelitas del Norte en términos míticos pero muy vagos “Hay únicamente dos tribus, Judá y Benjamín en Asia y Europa, sujetos de los Romanos, mientras las diez tribus andan actualmente del otro lado del Eufrato y representan una población importante que no se puede estimar”.
Los judíos desaparecidos caen en tres categorías, mencionadas en el Talmud, que predice un regreso total de las tribus con la venía del Mesías: ciertas comunidades diminutas que viven todavía como judías , pero en contacto con importantes centros judíos urbanos, los cripto judíos que se han asimilado con la sociedad de los gentiles, pero que han guardado algunas practicas judías, siendo estas muchas veces una mezcla de ritos paganos o cristianos. y los judíos realmente desaparecidos.
A través de los siglos y de los continentes , palabras proféticas instilaron esperanzas de que algún día estas comunidades esparcidas, esparcidas por un mando divino, se reunirían otra vez en la Tierra Prometida. Hoy día centenares de sectas religiosas, sin ninguna liga directa con el judaísmo moderno, se proclaman descendientes de los antiguos Israelitas, ofreciendo historias románticas de su origen.
Esto presente un dilema fascinante:¿ hasta que punto están las predicciones de los textos antiguos historia o alegoría , producto de la fe o bien realidad histórica.?
Empieza la búsqueda de las tribus perdidas alrededor del mundo
En el decenio anterior los especialistas en genética ,empezaron a investigar, por medio del ADN a grupos étnicos alejados que practican el judaísmo o ritos israelitas, en la búsqueda de ancestros comunes. Los Kurdos, del la Media Luna Fértil, lo que hoy día es Irak, Irán, Siria y Armenia, han atraído particularmente su interés, debido a los vínculos comunes entre Kurdos judíos y no judíos.
Asiria fue supuestamente la tierra de asilo de las diez Tribus en el exilio ¿ Podrían los judíos kurdos, de los cuales siete mil fueron traídos a Israel entre 1948 y 1950, ser el remanente de una tribu perdida? O son ellos los descendientes de conversos paganos ?
Ciertos historiadores creen que como la casa real de Adiabene, en el antiguo Kurdistan, se convirtió al judaísmo hace dos mil años, una cantidad importante de Kurdos se convirtieron también.Un estudio de ADN del linaje masculino, realizado por un equipo internacional dirigido por Ariella Oppenheim de la Universidad Hebrea y publicado en 2001, contradice el mito de Adiabene. Si la leyenda es veraz, esa no aparece haber tenido un efecto considerable sobre los cromosomas de los judíos kurdos.
Los investigadores encontraron que los Kurdos árabes y judíos tenían ligas muy remotas. Hay muy pocas evidencias de una mezcla entre los judíos kurdos y la población árabe circundante, incluyendo los Palestinos y los Beduinos, que llevan un marcador genético distinto.
Sin embargo los genes de la población no árabe establecida en la parte norte de la región cuenta una historia muy diferente. Los judíos, de hecho, son primos de sangre de los Kurdos cristianos, Armenios y Turcos.
Abundan algunas leyendas aludiendo al establecimiento de las Tribus perdidas en la India y en Asia, pero únicamente unos pocos mitos han sido estudiados utilizando la tecnología del ADN, pues por la mayor parte, la evidencia del exilio de las comunidades judías es especulación, de parte de investigadores cristianos.
Aunque no hay ninguna evidencia histórica corroborando esta creencia ,una cantidad importante de japoneses se reclaman descendientes de las Tribus perdidas. Se basan en el hecho que ellos utilizan rollos para escribir , como los antiguos Israelitas y comen pan sin levadura, desde tiempos muy remotos. El leader del clan de los Yamatos reclama que tienen raíces israelitas, mientras los Hada creen que son los hijos de Zebulón. Algunos japoneses indican que el colorido festival de Gion, que se celebra cada junio en la anciana capital de Kyoto , empezó como una celebración del prometido regreso a Sión, notándose un parecido indudable entre el santuario portátil, transportado en el festival, y el utilizado por los Hebreos en su estancia en la Tierra Prometida.
Los Makoyas ,una secta cristiana sionista toman nombres hebreos y siguen tradiciones judías, aunque no haya ninguna evidencia arqueológica o genética corroborando su origen israelita.Tal vez la leyenda más elaborada, promovida por un profesor y columnista canadiense , Edward Odlum, en los años 1930, gira alrededor de la tribu perdida de Menaseh.
Odlum explica que los dirigentes de Menaseh, dirigidos por un grupo de Israelitas, viajaron hacía el este durante el exilio asirio, estableciéndose en el Japón. Desgraciadamente la evidencia del ADN sugiere que los japoneses son de linaje exclusivamente asiático, sin ningún marcador semítico.
Las Tribus Perdidas han sido supuestamente ubicadas en China. La provincia de Szechuan, que era una etapa en el famoso Camino de la Seda, es mencionada seguido como lugar de paso, en muchas historias de tribus perdidas asiáticas.
Hay cierta evidencia que pequeños grupos de judíos se instalaron en China , alrededor de 240 a.c. Existen referencias históricas de una pequeña zona enclavada en una época tan remota como el siglo séptimo, en la capital dinástica, y una llegada más importante de comerciantes judíos en los siglos 11 y 12.
Cuando China finalmente se abrió a los extranjeros en 1840 los misioneros encontraron una gran comunidad, los Chiang-Min en un lugar remoto de la provincia de Szechuan. Proclamaban ser los descendientes de Abraham, tal vez a través de la tribu norteña de Menaseh, cuyos ancestros se habrían escapado de los Asirios, dirigiéndose primero al Afghanistan, después al Tibet , donde se establecieron cerca de la frontera.
En 1937 en un libro “Los antiguos Israelitas de China”, Scott exponía la creencia de que los Chiang-Min eran en realidad los Israelitas perdidos. Después de todo, instalan doce banderas alrededor de su altar ( por las 12 tribus) llaman a un dios Ywa cuando los tiempos son malos y utilizan un arado de estilo israelita, jalado por dos bueyes, como estipulado en la Biblia.
Unos 250,000 Chiang viven todavía en partes altas de las montañas. Aparte de otros ritos israelitas, rocían con sangre los dinteles de su puerta para asegurar el bienestar en su casa. A la fecha, no se ha conducido ningún test de ADN.
El establecimiento judío más importante en China se localizaba en Kaifeng, la capital de la provincia de Hunan, al este del país. La pequeña comunidad judía gozaba de la protección de los dirigentes chinos, prosperando y manteniendo sus costumbres ancestrales. A pesar de vestirse como los Chinos y hablar chino, rezaban en hebreo.
En 1163 se construyó una nueva sinagoga en Kaifeng, renovada en el siglo XXV, ambas veces por cuenta de los gobiernos locales. Aunque la sinagoga sigue en pie, hoy día hay menos de un centenar de chinos que se dicen judíos, no lo suficiente para hacer una valuación con el ADN.
Si estos pocos judíos chinos remanentes son de origen semítico—y muchos tienen facciones sugiriendo vagamente un linaje de este tipo, es muy probable que sean descendientes de comerciantes que viajaron en la Ruta de la Seda y se casaron con mujeres locales.
Hay dos comunidades judías en la India: la de Cochin en el sur del país y los Bene Israel en el oeste. Las dos reclaman haber venido a la India como Israelitas exilados.
Los de Cochin creen que son descendientes de judíos que llegaron después de la destrucción del segundo Templo. Mucho tiempo se han considerado ser racialmente distintos y superiores: Constan de un porcentaje desproporcionado de médicos, abogados, profesores universitarios y otros profesionistas eméritos, atribuido a su linaje israelita.
En 1948, esta comunidad , unos 2,500 personas se reubicó en Israel. Menos de unos cien judíos de Cochin siguen en la India, llevando una existencia oscura, cerca de la única sinagoga en uso.
La antropología sugiere que los judíos de Cochin pueden efectivamente ser descendientes de antiguos semitas, aunque los marcadores genéticos indiquen que hubo una gran cantidad de matrimonios mixtos a través de los siglos.
Los Bene Israel o hijos de Israel es la Comunidad Judía más conocida en la India. Contando con unos 4,000 elementos se concentran mayormente en Thane, cerca de Mumbay, se consideran como antiguos Israelitas, pero niegan ferozmente ser judíos, por que consideran que no son descendientes de Judá. Según una leyenda tribal serían Galileos, descendientes de las tribus del Norte de Samaria, que escaparon de Palestina durante el reinado del tirano griego Antioquia, alrededor de 175 DEC.
Se supone que escaparon a Egipto, en donde abordaron un barco en dirección de la India. Este barco nunca llegó a su destino. Todas sus posesiones, incluyendo sus Toras y libros de rezo , se perdieron en el naufragio. Únicamente siete parejas se salvaron nadando.
A diferencia de los judíos de CochÍn, no tuvieron ningún contacto con otros judíos a través de los siglos, así que el origen de sus prácticas ha sido un misterio. Es posible que sean tribus beduinas judías primitivas, o tal vez comerciantes que escaparon de los levantamientos continuos que se produjeron en el primer milenio.
Un viajero judío del siglo 19 , Israel ben José Benjamin no tiene ninguna duda de que los Bene Israel que encontró eran Judíos perdidos. Se convenció de que el Ganges no era otro que el rio Gozan mencionado en la Biblia hebrea.
El investigador de judíos africanos, Tudor Parfitt, encontró que el marcador genético de los Cohanim era muy prominente en el caso de los Bene Israel. Es la primera prueba concreta de que exiliados de Palestina llegaron hasta la India y lograron mantener el judaísmo en el mar del hinduismo y del Islam.”
La ciencia ha comprobado que somos descendientes de los Cohanim o sacerdotes hereditarios. “Nosotros siempre hemos alegado ser descendientes de Moíses”, dice el cantor de la sinagoga. Shaar Hashamaim, la Puerta del Paraíso. Ahora nuestros alegatos se han demostrado científicamente.”Más problemática es la reclamación de una secta de Shinlung, una comunidad de unos 5,000 cristianos, viviendo en dos grupos a lo largo de la frontera entre India y Burma. Hasta las últimas décadas habían insistido en que eran remanentes de la tribu de Efraím. Según la tradición local, la tribu errante emigró al este hasta el centro de Asia, después al Tíbet, y finalmente se estableció en el sur de China, donde vivía en grutas.
En 1950 un granjero local místico tuvo una visión reafirmando sus raíces israelitas pero, esta vez, alegando que era de la tribu perdida de Menaseh. Los antropólogos se convencieron que estas sectas de Shinlung habían entremezclado su identidad israelita en interacción con comerciantes judíos y misioneros cristianos.
Rabi Eliyahu Avichail, fundador de la sociedad Amishav (palabra hebrea por “ Mi Pueblo regresa”), quien ayuda a localizar comunidades judías perdidas, visitó la región en 1979 convenciéndose que eran efectivamente descendientes de la tribu de Menaseh y nombrándoles Bene Menashe. “Tenemos en la Biblía una tradición muy clara de que las diez Tribus fueron exiladas hacía el este de Israel, y el profeta Isaías nos dijo que iban a regresar de esta dirección. Estoy buscando costumbres judías y señales judías entre los pueblos que no son judíos.”
Avichail logró el reconocimiento de los Falashas de Etiopía. En la India fundó escuelas hebraicas coordinadas por un grupo conocido como Shavei Israel, e instaló unos varias de ellas en un establecimiento judío derechista, en la Ribera Occidental de Israel, antes de que este país empezara a negarles las visas.
Logró convencer un periodista mewyorkino Hilel Halkin, quien visitó los Shinlung en 1998 y regresó con la firme creencia de que tenían un linaje judío y que retuvieron durante tres mil años su identidad, errando desde el Medio Oriente hasta las junglas del sur de Asia.Resulta que tanto Avichail como Halkin pueden haber tomado deseos por realidades. Las pruebas de ADN de los Bene Menashe demuestran un muy débil marcador semita. Las mujeres si presentan algunos marcadores del Oriente Medio. Sin embargo, al igual que con los Falashas los Bene Menashe no presentan los mismos marcadores encontrados entre la mayoría de los judíos, lo que incluye la posibilidad que son posiblemente conversos al judaísmo postbiblico.
Como en el caso de los Falashas, después de una intensa campaña hecha por los Israelis derechistas , los Bene Menashe han sido reconocidos como descendientes de una de las tribus exiladas. En marzo 2005, Israel mando una corte rabínica encabezada por Rabi Moshe Klein a Mizoram, para efectuar las conversiones.
Hubo gritos simultáneos de Mazel Tov en las 22 sinagogas repartidas en el noreste de la India. Los cristianos y los antropólogos siguen dudando de los reclamos de los Bene Menashe aunque no ponen su sinceridad en tela de juicio. “Esta reclamación de ser judíos es una mera fantasía creada por unos revisionistas”, dice P.C Biaksama, un ardiente cristiano y empleado burocrático en la India.
Contenido original de Enlace Judío. Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
por MAX BERY Enlace Judío México
Reproducción autorizada por: ©EnlaceJudíoMéxico