Dijeron los sabios:
Si no fuese por los que escuchan y creen el "lashón hará" sobre otros, las personas no lo contarían!
Y sin lugar a dudas, de momento que no hay un "recipiente" para recibir aquello que se vierte dentro de él, no hay razón para realizar una acción que no habrá de generar ningún tipo de "provecho" ni "beneficio"!
Por consiguiente, de momento que no mostramos interés alguno en escuchar comentarios negativos sobre otras personas - y si es necesario expresa-mos activamente nuestra oposición a escucharlos - no sólo nos salvaremos a nosotros del grave pecado de "lashón hará", sino que estaremos salvando a la persona que lo quería contar de sufrir las consecuencias de su nefasta accioón, y por sobre todo a la potencial "vícitma", de los efectos que ello podría haber provocado!
Y como está escrito que "con trucos se hace la guerra", muchas veces la forma de desviar el "lashón hará" no es de manera activa y frontal, sino simplemente cambiando de tema, trayendo algo interesante o curioso que desvíe la atención de la gente y que obviamente no sea otro "lashón hará"!!!
Dijo Rabi Shlomo Ibn Gbirol:
Haz actos de bondad con quien lo merece y con quien no lo merece!
Y el mayor acto de bondad es aquel que es realizado justamente con aquella persona que quizás no verdaderamente se lo merezca, ayudándola y beneficiándola a pesar de ello!
Y muchas veces, cuando la persona que sabe que no se lo merece, igualmente recibe el beneficio, eso la puede llevar a sentir vergüenza de no ameritarlo, procurando actuar mejor y correctamente para ser justa acreedora del bien que se le dá!
Y haciendo honor a la verdad, si Hashem fuese bondadoso hacia nosotros solamente en el caso en que estrictamente nos lo merezcamos, es muy probable que no seríamos dignos de recibir todo el bien que Hashem nos dá!
Y como según la forma que la persona se comporta con sus semejantes, así se comportan del Cielo con uno, es muy bueno dar más allá de lo justo y también cuando el otro no del todo se lo merezca, pues eso provocará que del Cielo sean clementes con nosotros, actuando hacia nosotros del mismo modo!
Dijo Rabi Najman de Breslav:
En el servicio a Hashem es necesario renovarse cada día, como si nunca se hubiera comenzado!
¿Por qué?
Porque cuando hacemos algo por primera vez, solemos poner todo de nosotros para que ello resulte bueno y exitoso!
Y la verdad es, que lo que se llama el "servicio de Hashem", debería de incluir absolutamente todos los aspectos de la vida misma, y no sólo lo relativo "ortodoxamente" al estudio de la Torá y al cumpli-miento de las mitzvót.
Es decir, en todo deberíamos de ver una forma y una oportunidad de servir a Hashem: comemos para tener fuerzas para servir a Hashem, disfrutando de la comida (kasher!) y agredeciendo a Hashem.
Dormimos para despertarnos felices y revitalizados para estar agradecidos a Hashem por ello y tener fuerzas para -en todos los aspectos- sevir mejor a Hashem.
Nos vamos de vacaciones y disfrutamos, aprovechando dicho hecho para agradecer a Hashem, estando con más motivación y alegría para continuar sirviendo a Hashem!
Y cuando hacemos cada cosa, poniéndonos en "modo" "como si fuera la primera vez", nos predisponemos a poner todo de nosotros en aquello que hacemos, viviendo con intensidad y sirviendo mucho mejor a Hashem!
Dijo Rabi Simja Bonim de Pshisjá:
El camino al Cielo está abierto y la gente no transita por él, mientras que para la puerta del infierno, las personas hacen vallas en la cerca para poder entrar ...
¿Y por qué esto es así?
Porque el mundo nos confunde y nos muestra muchas veces una realidad inversa, provocando que le prestemos atención por de más a lo físico y material, desatendiendo a lo sagrado, trascendente, elevado y espiritual!
Y el día de Iom Kipúr, día en el cual nosotros con-fesamos nuestros pecados, es un día sumamente idóneo para volver a recordarnos qué es lo principal y qué es lo secundario, decidiendo a partir de ahora prestarle más atención a aquello que es más importante, brindándole no más del justo lugar a aquello que es secundario!
Si así lo hacemos, le estaremos demostrando a Hashem que entendimos el mensaje, transitando más por el camino de la Torá que es aquel que nos lleva al Cielo, en lugar de desviarnos con cosas que nos distraen y que no nos ayudan, conduciéndonos al lugar opuesto al que nuestra alma desea verda-deramente poder llegar ...
Dijo Rabi Israel Salanter:
Si una vez cada setenta años existiera Iom Kipur para perdonar nuestros pecados, ello sería una gran felicidad. Ahora que Iom Kipur es cada año, la felicidad es siete veces más grande!
Es decir, debemos de valorar muchísimo la gran oportunidad que se nos brinda en cada Iom Kipúr, de que todos nuestros pecados nos sean perdonados, para así poder apretar el botón de "restart" para nuestras vidas, reinciando todo, volviendo nuevamente a comenzar!
Y la verdad es, que poder continuar con el viaje de la vida año a años, sin el incómodo y nocivo peso extra que nos generan las transgresiones que Hashem en el día de Iom Kipúr nos expía, es sin duda una gran cosa!
Es por ello, que sin duda debemos de "capitalizar" la luz y la energía espiritual gigante que hay en ese día, yendo a la sinagoga y rezando allí con total devoción y entrega, recitando la confesión de nuestros pecados, volcando el alma delante de Hashem nuestro Creador, pidiéndole que nos perdone para que nos podamos a dedicar de ahora en más a honrarlo mediante nuestras mitzvót y buenas acciones, coronándolo como rey sobre nuestras vidas, acercando así la ansiada y añorada Redención Final!