Rabino Richard Kaufmann
Reflexiones

Reflexiones y buenas acciones

Parashát Shminí   "Para distinguir entre lo sagrado y lo profano, entre lo impuro y lo puro" (Vaikrá 10,10) La semana pasada trajimos un versículo muy parecido en relación a los animales puros e impuros. Este versículo lo traemos
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Parashát Shminí

 

"Para distinguir entre lo sagrado y lo profano, entre lo impuro y lo puro" (Vaikrá 10,10)

La semana pasada trajimos un versículo muy parecido en relación a los animales puros e impuros.

Este versículo lo traemos esta semana, luego del relato de la muerte de los dos hijos de Aharón.

¿Y qué es lo que la Torá busca transmitirnos al enfatizar la importancia de distinguir entre una cosa y la otra?

Obviamente, la importancia de realizar correctamente la fundamental tarea del discernimiento, llamando a cada cosa por su nombre, por más que sea incomodo, desagradable o que implique pagar un precio que pueda no parecer popular.

Por otra parte hay que entender que significa sagrado y qué profano, qué significa puro y qué significa impuro.

Sagrado es aquello que es singular y distinguido. Si se trata por ejemplo del acto de comer, no sólo significará comer de manera educada y con buenos modales, sino que significa que todo lo relacionado con el acto de comer está realizado de una manera intachable, sin nada dable de ser criticado: que compramos la comida y no la robamos, que es kasher, que decimos la bendición antes de comer y después de comer, que agradecemos a aquel que nos trajó la comida (en caso que haya sucedido así) y que con la energía del alimento hacemos cosas buenas y no su opuesto; santificando a través de ello el Nombre de Hashem.

Profano es aquello que no santificamos, que no consagramos a una meta espiritual o trascendente específica.

Y nuestro desafío es tomar aquello que parece común y profano y consagrarlo a un propósito significativo y elevado.

Puro es todo lo que fortalece la vida e impuro es todo lo que niega o debilita la vida. Y cómo el Judaísmo celebra la vida, nos ordenó alejarnos de todo aquello que es impuro, hasta tanto no haya sido purificado, en caso que esta posibilidad exista.

Es decir, una mujer que tiene el ciclo menstrual se considera que está "impura" para tener todo tipo de contacto físico con su marido. Sin embargo, si termina su ciclo, cuenta siete días limpios y va a la mikve, a partir de ese momento se considera que está purificada.

Por otra parte, un animal que es impuro, no hay proceso alguno que humanamente podamos hacer para purificarlo y permitir su ingestión.

Quiera Hashem que seamos siempre bien iluminados para discernir y tomar las decisiones correctas!

 

"Y escuchó Moshé y fue buena antes sus ojos (la explicación)" (Vaikrá 10, 20).

Moshé le increpó a Aharón por el hecho de no haber comido la ofrenda expiatoria en el lugar sagrado tal como hubiera debido a priori de hacerlo.

Aharón le contestó que debido a la tragedia que le había sucedido ese mismo día (al morir sus dos hijos Nadav y Avihú sin aún haber sido enterrados), por estar él situación de "onén" (que es el término legal que define al doliente antes de haber enterrado a su ser querido), no debía de ingerir dicho alimento, pues el "onén" está eximido de todas las mitzvót de acción hasta después del entierro, y por ende no debía de hacerlo.

Cuando Moshé escucha esta respuesta, ella lo satisface y por ende la acepta.

Y la pregunta es, ¿por qué Hashem elige mencionar esta aceptación de Moshé en la Torá?

Una posible respuesta es, para mostrar la grandeza de Moshé, quien inmediatamente acepta una respuesta satisfactoria; y no como aquellos que siempre tienen ánimo de discutir, argumentando y contra-argumentando a pesar de lo tácitos y convincentes que son los argumentos contrarios!

 

"No abominéis vuestras almas con todo reptil que se arrastra, y no os impurifiquéis y tornéis inmundos" (Vaikrá 11, 43)

"Somos lo que comemos" no sólo a nivel de la constitución física de nuestro cuerpo, sino a nivel de la carga energética espiritual que el alimento nos brinda.

Y así como un alimento le puede hacer bien a una persona y mal a otra a nivel físico, lo mismo sucede a nivel espiritual!

Y como las almas del pueblo de Israel tienen una constitución espiritual diferente a las almas del resto de las naciones del mundo, porque así lo decidió el Creador, nos brindó a nosotros una "dieta" especial para que no nos perjudiquemos ingiriendo alimentos que nos impurificarían y grandemente perjudicarían.

Y debemos de entender que el efecto espiritual del alimento es totalmente concreto y real, si bien no es físicamente dable de ser demostrado, por ser su esencia de carácter espiritual!

Y cuando una persona comienza a cuidar las reglas del kashrut, ello "limpia y purifica" sus canales espirituales, refinándola para hacerla mucho más receptiva a lo espiritual.

Y si bien no es obviamente el único aspecto que influye, sin lugar a dudas que tiene un peso fundamental, siendo que por ello que la Torá lo detalla en una forma tan clara y específica!

 

"Para distinguir entre lo impuro y lo puro, y entre el animal que podemos ingerir y el animal no podemos ingerir" (Vaikrá 11, 47)

Para ser feliz y lograr nuestros objetivos en la vida hay que saber básicamente saber hacer una sola cosa bien: discernir!

Es decir, debemos de aprender a discernir y distinguir entre aquello que es bueno y aquello es malo, aquello que es mejor y más apropiado para nosotros y aquello que no lo es.

Para ello, además de estudiar y prepararnos correctamente para adquirir las herramientas correctas para realizar este discernimiento, debemos de rogarle a Hashem para que seamos divinamente iluminados, poseyendo la claridad para distinguir tanto entre lo bueno y lo malo como entre lo bueno y lo mejor!

Y como comer significa tomar cosas del mundo externo haciendo que ellas sean parte de nuestro "mundo interno", debemos de aprender a discernir entre lo puro y lo impuro en todos los niveles, entre aquellos que es bueno que tomemos del mundo y asimilemos y aquello que de ninguna manera debemos de darle lugar!

 

La Buena Acción del Día

Ponerle más alma a nuestras acciones!

¿Cómo?

A través de poner más pureza, más ganas y más intención

¿Y eso que significa?

Por ejemplo, si vamos a ayudar a una persona, ade-más de realizar la acción material concreta de ayuda, podemos acompañar dicha acción rezando para que Hashem bendiga a esta persona, para que le vaya bien, bendiciéndola también nosotros con buenos de-seos y palabras de ánimo!

Cuando hacemos esto, le estamos dando un valor agregado increíble a aquello que realizamos, luz y bendición, beneficiándose también de manera tangible y concreta el plano "físico y material" de la acción!

 

Entrenarnos en contenernos!

No todo lo que queremos tenemos que comprar, no todo lo que pasa delante de nuestros ojos tenemos que observar, no todo lo que otros hablan tenemos que escuchar, no todo lo que se nos ofrece tenemos que aceptar!

¿Y por qué es tan necesario entrenarnos en esto?

Porque especialmente en el mundo mediático en el que vivimos, donde las ofertas son constantes, nos pode-mos llegar a tentar de "consumir" todo lo que se nos ofrece!

Y la verdad es, que muchas veces "menos es más", simplificando nuestras vidas en lugar de complicarlas!

Y ya lo dijeron nuestros sabios de bendita memoria "quien tiene muchos bienes tiene muchas preocupacio-nes", y si somos capaces de no "adquirir" y "comprar" todo lo que material o intelectualmente se nos ofrece, discerniendo previa-mente si es realmente bueno y necesario, haremos que nuestras vidas sean más simples, y el espacio para la felicidad quizás más completo ...

 

Sacrificar nuestro tiempo para sumar méritos al mundo!

Si bien cada ser humano necesita tiempo para sí mismo, para descansar, distenderse, distraerse y también -¿por qué no?- disfrutar, es bueno que sacrifiquemos tiempo que utilizaríamos para beneficio o disfrute propios, para en ellos hacer cosas buenas por los demás!

Y si actuamos, amén del hecho que esto nos puede llegar a dar un nivel de satisfacción incluso mayor que aquel que nos brinda hacer cosas que son neto por nosotros mismos, sin lugar a dudas que cuando hacemos acciones que suman méritos y luz al mundo, estamos sumando méritos y luz también para nosotros mismos!

Y todo lo que hacemos vuelve y retorna incluso multiplicado; y de acuerdo al sacrificio y al esfuerzo, así será también la recompensa!



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