Rabino Richard Kaufmann
Reflexiones

Reflexiones sobre Parashát Mishpatim

Parashát Mishpatim "El que golpea a un hombre provocándole la muerte, (también) morirá" (Shemot 21, 12). Si bien el sentido literal es que muera, lo cual además de ser un castigo razonablemente justo, sirve también para disuadir a otros de pr
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Parashát Mishpatim

"El que golpea a un hombre provocándole la muerte, (también) morirá" (Shemot 21, 12).

Si bien el sentido literal es que muera, lo cual además de ser un castigo razonablemente justo, sirve también para disuadir a otros de provocar la muerte a sus semejantes, puede tener otro significado menos literal!

¿Y cuál es este significado?

Que la persona que injusta (o incluso accidentamente) le causa -no sobre nosotros- la muerte a otro, su vida ya no será vida, pues cargará por siempre con esa culpa de haberle causado la muerte a su semejante, independiente del castigo que reciba por ello.

Y la verdad es, que así como toda buena acción hacia el prójimo potencian al bien y a la energía de vida, así toda mala acción hacia el prójimo potencian al mal y a lo opuesto a la vida!

Es por ello, que si un golpe que provoca la muerte, mata de algún modo -literal o metafóricamente- también a la persona que provocó dicha muerte, una buena acción hacia nuestro semejante, le dá vida no sólo a nuestro semejante sino a aquel que hizo bien a su semejante!

Cuidemonos pues de los malos golpes que regresan como un boomeran, y sumemos ""buenos golpes"", que regresarán positivamente también como un boomerang!

 


 

"Y el que rapte a un hombre y lo venda y esté en su poder, será muerto" (Shemot 21, 16).

¿Por qué un castigo tan "extremo" para una persona que secuestra a otra, ya sea para venderla o para tenerla y eventualmente usufructuarla?

Después de todo, dicha persona permanece con vida, y quizás incluso tenga una buena vida!

La respuesta es muy simple, porque el ser humano fue creado a imágen y semejanza del Creador, y así como Hashem es absolutamente libre, la libertad es parte esencial e inherente de la dignidad del ser humano.

Por consiguiente, privar injusta y malvadamente a una persona de su libertad, es equivalente a matarla!

Además, este castigo "ejemplarizante", es obviamente para mostrar la terrible gravedad de raptar o secuestrar a alguién, de modo tal que el potencial castigo, disuada a culquier persona de intentar hacer algo así, protegiendo el intéres público y la armonía y buena convivencia de la sociedad!


 

"Y si el diente de su criado o el diente de su criada lo hace caer, le dará libertad por su diente" (Shemot 21, 27).

¿Por qué una persona podía transformarse temporalmente en esclava ?

Por haber contraído una deuda que no tuvo la capacidad de poder saldar, saldandola justamente a través de esclavizarse a aquel a quien le debe!

Empero, si el amo de este esclavo le pegaba a su esclavo o esclava haciéndole caer un diente, tenía la obligación de liberarlo inmediatamente!

Ahora podríamos friamente preguntar (tomando en cuenta el contexto de "esclavitud" que existía en aquellos tiempos): ¿por un sólo diente liberar a un esclavo que quizás tenga un deuda muchísimo mayor que el perjuicio que implica perder un sólo diente? ¿Es acaso ésto proporcional? Todavía si le hubiera roto todos los dientes, pero ¿por un diente sólo?

La respuesta es, que la liberación no es sólo por el perjuicio físico que provoca la pérdida del diente, sino por el perjuicio emocional que algo así le provoca a la persona, la cual no puede contestar con la misma moneda por ser esclava y estar en inferioridad de condiciones, amén del malestar que le puede provocar a una persona hablar o sonreír cuando le falta un diente!

¿Y cuánto dinero invierten hoy en día las personas en tratamientos de ortodoncia, para lograr con ello una bonita dentadura, tener una agradable sonrisa y verse por ende más lindas?

Seamos pues cuidadosos, que nuestras acciones sirvan para sacar sonrisas de la boca de la gente, y no generar daños que provoquen -Hashem no lo permita- el efecto opuesto!


 

"Y a los ancianos les dijo, permanezcan aqu[i hasta que volvamos a ustedes, y eh aquí que Aharón y Jur estarán con ustedes y aquel que tenga asuntos (que tratar) que se dirija a ellos" (Shemot 24, 14).

Cuando Moshé subió al monte Sinai, no abandono a su pueblo a la deriva hasta que volvió, sino como líder sagbio y responsable puso a Aharón y Jur como referentes, para que cuando -de mientras- haya un asunto que resolver tengan una "dirección" a la cual dirigirse!

Y si bien nadie es insustituible, es bueno que la persona que deja temporal o definitivamente un cargo, haga saber a los demás, a partir de ese momento a quien se podrán dirigir, ahorrándoles así mucha angustia e incertidumbre!

Y así como nos gustaría que así lo hagan respecto a nosotros, procuremos estar conscientes de actuar del mismo modo también hacia nuestros semejantes, siendo siempre sensibles a las expectativas y necesidades del prójimo, evitando causarles perjuicios materiales, físicos temporales y/o emocionales, siendo teniendo siempre actitudes empáticas y -en la medida de lo posible- también simpáticas hacia ellos!



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