Sara Bat Iehuda
Purim y el mes de Adar

Tiempo de Mascaras

Finalizo Purim en Yerushalaim, acompañada de una maravillosa lluvia como todos los años, pero esta vez, algo asombroso ocurrió. A mediodía, un Arco Iris con todo su esplendor, se lucia frente a las montañas de Yehudá. Esta señal entre Di-s y el ho
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Finalizo Purim en Yerushalaim, acompañada de una maravillosa lluvia como todos los años, pero esta vez, algo asombroso ocurrió. A mediodía, un Arco Iris con todo su esplendor, se lucia frente a las montañas de Yehudá.

Esta señal entre Di-s y el hombre, con la cual Nos prometió que la humanidad no será destruida nuevamente, invita a reflexionar.
  
Es acaso casualidad que la guerra del Golfo culminó justo en Purim, y que, de algún modo, continua hoy, como si el tiempo no hubiera pasado?
  
Confieso haber llegado, por vez primera, a cierto entendimiento que justifique la tremenda importancia que debiera tener Purim, para nosotros los iehudim. Nunca antes pude comprender como un modo de celebración tan particular, podía encerrar tanta kedushá.

Tan es así, que en la época Mesiánica, Purim será la UNICA celebración que perdurara.
  
Y en un mundo que se va despidiendo de a poquito, llevándose a cuestas esa ya olvidadisima escala de valores, que hoy se encuentra totalmente invertida, acompañada de una perdida absoluta de proporciones, donde la ética brilla por su ausencia, dando lugar a un odio que se acrecienta cada día, creo sentir y escuchar esa "sacudida" tremenda que Intentan darnos.
  
Mi confesión del comienzo se la debo en gran parte al Rab Akiva Tatz, por su brillante exposición en su libro "La máscara del mundo", en el cual ilustra de modo transparente, el origen de lo que estamos viviendo hoy.

Para eso, solo una pequeña regresión en el tiempo, allí por el Gan Eden, luego que Adám come del árbol prohibido y se esconde, Di-s le pregunta:
"¿Dónde estás?" y luego: "HAMIN haetz" "¿Has comido del Arbol?
  
¿Por qué Di-s le pregunta dónde está; acaso El no lo sabe?
  Es obvio que si. Solo que, al actuar Adám como si Di-s no lo estuviera viendo, El "juega con las mismas cartas": El solo se relaciona con la persona, DEL MISMO MODO que la persona se relaciona con El.
  
Las letras de la palabra HAMIN, son las mismas que las de HAMAN (en la Torá no hay vocales).

Quiere decir que, de algún modo, el concepto de Hamán en el mundo, esta relacionado con el pecado original.
  
A partir de allí, se crea un abismo entre Di-s y el hombre, el abismo de la duda. Y ese abismo lleva el nombre de "Amalek", que, a propósito, tiene el mismo valor numérico (guematria) que la palabra "safek", duda (240).

Es cuando queda lugar para dudar, que se crea la distancia.

Y es esa distancia misma, que es Amalek, la que debemos intentar eliminar.
  
Así como un acto humano creo esa distancia por primera vez, son nuestros actos los que deben eliminarla. Amalek nos dice que el es todo lo que hay, (como dice en el versículo "Que te enfrió en el camino"), enmascarando de este modo, la realidad.
  
Purim es tiempo de máscaras. Di-s se ha "ocultado" tras la máscara de este mundo, y nos ha encomendado, a los iehudim, revelar la Presencia Divina a las demás naciones. Como esta escrito: "Atem edai" "ustedes son mis testigos". Y como claramente explica el Rab Tatz, los testigos vienen a testimoniar algo que no puede ser visto por los otros, pues si esta presente y es evidente, no se necesitan testigos.
  
Estamos invitados a "descubrirnos" a nosotros mismos, a sacarnos la máscara que nos separa de nuestra esencia, y a volver a donde pertenecemos, al Origen, creando un vinculo con Di-s,
sin distancias que den lugar a dudas,
y sin dudas que den lugar a distancias.



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