Rabino Richard Kaufmann
Reflexiones

Parashát Ki Tetzé

"Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, te cuidarás de toda cosa mala" (Dvarim 23, 10). Y si bien permanentemente la persona debe de cuidarse de hacer toda cosa mala, cuando uno sale a la guerra, necesita de un cuidado y de una protección mucho mayor aún!
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"Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, te cuidarás de toda cosa mala" (Dvarim 23, 10).

Y si bien permanentemente la persona debe de cuidarse de hacer toda cosa mala, cuando uno sale a la guerra, necesita de un cuidado y de una protección mucho mayor aún!

¿Por qué?

Porque está escrito que "el Satán fiscalizaen momentos de riesgo".

Y como las cosas malas y pecados que hace la persona, actúan como fiscales en su contra frente al tribunal celestial; y lo que la persona necesita al exponerse a situaciones de peligro son justamente "méritos" y no su contrario, debe de esforzarse muchísimo más aún en ser cuidadosa en dichas situaciones, no haciendo absolutamente nada malo, que dé pie a los fiscales a hablar!

Empero, como la preparación para la mitzvá es más importante que la mitzvá, no es recomendable esperar a momentos de pelígro inminente para comenzar a entrenarnos en dicho cuidado, sino que a cada instante debemos de entrenarnos en ser cuidadosos de toda cosa mala, pues sólo si nos entrenamos en ello cotidianamente, estaremos preparados para el momento en que especialmente lo necesitemos!

Y el cuidado de cada uno, aumenta el cuidado y la protección sobre todo el resto del campamento del pueblo de Israel, haciendo que la luz y la bendición divinas fluyan sobre todos!
 


"Y recordarás que esclavo fuistéis en tierra de Egipto, y por eso Yo te ordeno hacer esto" (Dvarim 24, 22).

El motivo de todos los preceptos anteriormente mencionados, de ser sensibles y ayudar especialmente al extranjero, al huérfano y a la viuda, tiene su orígen en el hecho que fuimos esclavos en la tierra de Egipto!

Es decir, ahora que sos libre, que tenes tu tierra y que eventualmente eres rico, que no vaya a pasar que se te suba todo ello a la cabeza y te olvides de tus húmildes orígenes, y de como sufriste a manos de aquellos que si se les subió su poder a la cabeza!

Y cuando una persona es sensible con el necesitado recordando que fue esclavo y sufrió a mano de los Egicios, además de recordar la infinita bondad de Hashem al sacarnos de Egipto (que es una mitzvá) y de ayudar a aquellos que están más necesitados -especialmente los tres casos aquí mencionados (que es otra mitzvá), ganamos que gracias a ello, nosotros nos mantenemos más humildes, más sensibles y más solidarios, lo cual además de ser una ganancia para nuestro "ser", es la forma de proteger y traer la bendición de Hashem sobre nuestro "estar" y también sobre nuestro "tener"!
 


"Porque abominación a Hashem tu D-s es todo quién hace esto, todo quién hace injusticia" (Dvarim 25, 16).

Luego de mencionar la prohibición de tener dos tipos de piedras para pesar, dos tipos medidas para medir, advirtiendo que sean medidas completas, la Torá menciona que dicho acto es de suma gravedad, y es totalmente abominado por Hashem nuestro D-s.

Es decir, todo aquel que utiliza balanzas, antiguas o modernas, debe de revisar periódicamente sus pesas o balanzas, asegurándose que no se gastaron las pesas, pesando más de lo que dice, o que no se desnivelo la balanza, pesando más de lo que es!

Y si bien esta es una mitzvá concreta, insinúa la importancia de ser muy cuidadosos en nuestra ética comercial, pues el valor que se encuentra detrás de este versículo es evidentemente la honestidad; y cuando una persona engaña a su semejante, debe de saber que se está "complicando" gravemente también con el Creador!

Y ésta es una de las tres mitzvót que prometen extensión de días a quienes sean cuidadosos en su cumplimiento (junto a la mitzvá de honrar a los padres y de dejar salir a la madre del nido, antes de sacar los huevos o los pichones), siendo importantísmo que seamos extremadamente cuidadosos (estudiando en general las leyes referentes a la ética comercial, para no cometer transgresiones por falta de conocimiento).

Y no a cualquier pecado la Torá denomina abominación, estando reservada esta grave palabra solamente para aquellos que engañan en pesos y medidas, aquellos que mantienen relaciones homosexuales, aquellos que traen ídolos a su casa y aquellos que comen animales prohibidos, entre otros; siendo fundamental cuidarnos y buscar ayuda en caso necesario, para no entrar dentro de esta categoría!
 


"Cuando sacudas tu olivo no volverás a tomar las ramas nuevamente, para el foastero, para el huérfano y para la viuda serán" (Dvarim 24, 20).

La Torá viene y nos advierte, tanto en éste versículo respecto a las aceitunas, como en el próximo versículo respecto a la vid, que no rebusquemos de más para sacar hasta la última aceituna o hasta la última uva, dejando que quede también para que el forastero, huérfano y la viuda puedan tomar de allí!

Y en general, uno debería de estar contento, con poder permitir que también otros se beneficien de nuestra bendición!

Y esto no debería de aplicarse solamente respecto a gente pobre o necesitada, sino que en general, debemos de estar contentos que también otros ganen -y ganen bien- cuando también nosotros ganamos, y no buscar exprimir al máximo a nuestro semejante, sacándole la máxima ventaja que nos es posible!

Y cuando así actuamos, con ello traemos mucha más abudancia y bendición para nosotros, recibiendo también más, para poder dar y beneficiar más!

Y esta es la guerra a la cual salimos que dá título a nuestra parashá: la guerra entre nuestro yo altruista que mira a nuestros semejantes y busca su bien y el yo egoísta que está concentrado pura y exclusivamente en sí mismo, no tomando en cuenta a nadie más ...


Shabat Shalom - Rav Richard Kaufman

rkaufmann2016@gmail.com



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