Mijael Polaj
Januca

Puertas abiertas

Si, entra, deja que te muestre lo que estás buscando, ¿vistes las velas y te llamaron la atención, te recordaste de algo?, pasa, pasa... Te acepto..., la verdad que me llamo la atención, el brillo, el color, lo místico, ver las calles de Jerusalem adornadas con
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Si, entra, deja que te muestre lo que estás buscando, ¿vistes las velas y te llamaron la atención, te recordaste de algo?, pasa, pasa...

Te acepto..., la verdad que me llamo la atención, el brillo, el color, lo místico, ver las calles de Jerusalem adornadas con janukiot es algo muy especial.

En mi casa, en Montevideo, también prendíamos las velas, pero era distinto, una tradición superficial, no sabíamos el porque; velas de colores en el centro de la mesa, insertadas en una menorá que mi abuelo mando a hacer cuando llego de Europa, historia familiar y tradición nada mas. Un cuerpo sin alma. Ahora que estoy acá en Israel estoy buscando el significado y tratando de entender el mensaje de mi abuelo cuando prendía esas velitas, que incluso en el Gueto, contaba, bajo la persecución de los enemigos, lo hacía a escondidas. A veces prendiendo grasa de maquina, otras restos de cebo y cuando no había algo mejor que prender lo hacían con una maderita, lo importante era mantener la llama, prender cada día una mas.

Quiero saber el porqué, quiero pertenecer a ese algo; para mi abuelo este eslabón era importante, quiero que lo sea también para mí.

Tienes razón, el espíritu tal vez es el mismo, la supervivencia del pueblo judío, mas de 2000 años en la diáspora y prendemos esa llamita por ocho días todos los días.

La historia judía esta llena de episodios heroicos, sin embargo el milagro de la supervivencia marca la pauta.

Januká y Purim son dos fiestas que ejemplifican esto muy bien. En Purim conmemoramos la victoria sobre nuestros enemigos que quisieron aniquilarnos físicamente y en Januká la victoria sobre aquellos que nos querían destruir espiritualmente. Los griegos querían imponer su cultura, su religión idolatra, su interés y desarrollo del cuerpo, mostrar y publicar la desnudez, destrozar lo eterno e inmortalizar lo perecible como lo es el cuerpo humano.

Pero vemos que la fuerza espiritual fue mas fuerte, ese deseo de mantener la llama de la Menorá prendida, ese deseo de buscar el aceite puro para mantener lo nuestro, nuestra forma de vivir, nuestros valores y por sobre todo el recato y el cumplimiento de los preceptos de la Tora, llevó a los Macabeos a la victoria.

En la hagadá de Pesaj decimos:
?Y ella, la promesa, fue la que mantuvo a nuestros antepasados y a nosotros, pues no solo uno fue quien se levanto contra nosotros para exterminarnos, sino que en cada generación se levantan contra nosotros para aniquilarnos, mas el Santo Bendito es El nos salva de sus manos?.

El pueblo de Israel a vuelto a su tierra, una parte de las profecías se han cumplido, sin embargo nuestros enemigos, Amalek e Ismael, no nos dejan tranquilos. Guerras, ataques terroristas, son solo parte de la oscuridad que ellos traen al mundo, sin embargo nosotros, con una pequeña luminaria por miles de años, tratamos de disiparla. Este es el significado de la fiesta. Al prender una luz, al ver esta luz, podemos entender que hemos vivido en la oscuridad. Al tener conciencia de lo que es oscuridad podemos combatirla.

Hoy estamos viviendo una etapa muy importante, estamos comenzando a ver la luz. Por generaciones el judaísmo se mantuvo, pero en muchos hogares por medio de símbolos vacíos o relatos que pasaron de boca en boca sin contenido. El judaísmo no fue más que tradiciones bonitas y folclóricas. Hoy hay un despertar, hay una necesidad de saber que hay detrás de todas estas ideas, queremos entender el porqué, que motivó a los Macabeos a luchar, que motivó a ese abuelo viviendo el gran peligro de muerte en ese gueto, viendo la destrucción de su comunidad y la aniquilación de su familia, a prender esas llamitas de januká,

Si, mi amigo no llego a ver una ciudad iluminada por grandes faros y decorada con arreglos luminosos, el vino a ver esa llamita, en mi casa, que como la que él tuvo allá en Uruguay yo tengo acá en Jerusalem. El vino a buscar el secreto de la supervivencia del pueblo judío y encontró la razón de la eternidad de Israel.

La respuesta la encontró, pero sabe también que no la va a poder entender de una vez, debe cada día estudiar y agregar conocimiento para crecer y poner en práctica lo que aprendió, solo así podrá agregar luz eterna, sentido a su vida y sentir orgullo de ser judío

 

Así es como nos enseñan nuestros sabios, agregamos cada día una velita hasta completar las ocho. Y si nos preguntamos ¿por qué no prendemos ocho velitas todos los días, y así recalcamos el milagro de una forma más fuerte? Tenemos que entender que el crecimiento debe ser algo paulatino, hacer mucho de una vez puede ser perjudicial.

 

 



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