La felicidad es el placer que se siente al apreciar lo que tenemos, es ver la copa como 'media llena’. Es cierto, siempre tenemos la sensación de que le falta algo, puedo llenarme de alegría, pero después de ver a mi hijito brincando y revolverse lleno de goce, aun pue

La felicidad es el placer que se siente al apreciar lo que tenemos, es ver la copa como 'media llena’. Es cierto, siempre tenemos la sensación de que le falta algo, puedo llenarme de alegría, pero después de ver a mi hijito brincando y revolverse lleno de goce, aun puedo agregar un poco mas a esa copa ‘media llena’.

En Pirkei Avót -ética de los padres- pregunta la Mishná: ¿quién es el (hombre) Rico?  contesta simplemente, que es el que está feliz con su parte.

Había un dicho inspirador muy común durante la gran depresión estadounidense, a principios del siglo XX, el dicho dice así: "Estaba triste de que no tengo zapatos para ponerme hasta, que vi a un hombre que no tenía pies".

La felicidad no depende de las adquisiciones materiales. Hay un montón de personasen el mundo que tienen todo lo que quieren y aun así no son felices. Por otro lado, muchas personas piensan que la felicidad depende de un evento y se dicen para si mismas -la verdad es que es un engaño- "Si sucede tal cosa, seré muy feliz". Sin embargo, la felicidad en la mayoría de los casos, no depende de estos eventos determinados, la felicidad es un estado de ánimo interno al cual se llega trabajando sobre las virtudes, conformarse con lo que recibí y creciendo en lo espiritual hasta sentir que tengo todo, es un estado del ser, no del haber.

Dicen nuestros sabios que el que tiene cien quiere 200, y también, que una persona no muere con la mitad sus deseos realizados. Cada uno tiene que trabajar en su forma de ver la vida para ser feliz.

Según lo que aprendemos de nuestros sabios, ¿qué es felicidad? La felicidad es la obligación que tenemos con quienes están a nuestro alrededor. De la misma manera que no nos gustaría que los padres los hijos o cónyuges sean infeliz, tampoco nos gustaría ser uno de ellos.

En la Torá, en el libro de Devarim (28:47), dice que la felicidad también es una obligación que tenemos con el Todopoderoso: incluso sirviendo al creador,  que si hacemos todo sin alegría, seremos castigados justo por esto, ¡por no hacerlo con alegría!

Llegar a la felicidad toma bastante trabajo. Te daremos un pequeño consejo, un juego que te ayudará a convencerte que puedes ser feliz. Entonces podemos jugar a estar alegres durante 30 días.

Aquí está el juego: hagamos una lista de todas nuestras bendiciones tanto físicas como espirituales. Agreguemos entonces una nueva “alegría” a la lista día a día de estos 30 días.

¿Al final de este período, hace tus prioridades? revisa la lista de acuerdo a lo que es más importante para ti, como por ejemplo, valorar tus ojos, tus oídos, tu trabajo o tus piernas, tu familia… Cada vez que algo suceda o te sientes triste, revisa tu lista. (Si no aprecias lo que tienes, no tiene ningún propósito en la comprar cualquier otra cosa para suplir esta falta y creer que esto te hará felíz, tal vez después del tiempo inicial, te darás cuentan que no te gustaran las cosas nuevas. Analiza este concepto, y podrás darte cuenta que ¡las adquisiciones materiales no son lo que te llevarán a la alegría!

En un nivel espiritual más alto, si reconoces que el Todopoderoso nos ama y nos da todo por que quiere hacernos solo bien, podemos entender que todo lo que tenemos está dirigido desde arriba para nuestro bienestar. Las pruebas y los desafíos sirven para ayudar a desarrollar nuestro carácter, nuestra confianza en Dios y nuestras características espirituales. En otras palabras ¡para crecer!

Si tenemos este amor por Dios y una confianza real en El, esto sin duda nos ayudará a apreciar lo que tenemos.

Pero, después de todo si nos preguntamos sinceramente, ¿por qué necesitamos de la felicidad? La respuesta será que la felicidad nos da la energía y la fuerza para vivir.

Personas felices son más saludables, tienen mejores sensaciones  tienen mas energía y pueden realizar mucho más. ¡Estimar y apreciar lo que tenemos nos ayuda a mantenernos optimistas en el presente y sobre todo ver el futuro como prometedor, que es sin duda lo que nos ayudará a tener éxito!

Dice el rey David en los Salmos (97-11) “…y los rectos de corazón, alegría”

El trabajo del ser humano esta en eso, rectificar el corazón, enderezarnos para lograr llenarnos de la verdadera alegría y gozar con el goce verdadero, el crecimiento espiritual.